En riesgo de cerrar librerías del viejo en Saltillo, lanzan grito desesperado
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Además de la era digital, la crisis a causa del coronavirus pone en riesgo al negocio de la venta de libros usados
La novela es el género que mantiene de pie a las librerías de viejo que tienen más de 20 años sobreviviendo en la ciudad. Con el cierre de actividades debido a la pandemia COVID-19, algunas han pensado en cerrar sus puertas para siempre.
La lectura de libro físico, a pesar de sufrir los cambios tecnológicos y las nuevas maneras de leer y de comprar, ahora se debe de adaptar a la crisis económica y superar al cierre de comercios que se presentó durante el confinamiento debido al COVID-19. Apenas el 22 de junio algunas de estas librerías pudieron recibir clientes después de 2 meses de encierro.
Este es el caso de la librería Santa María, ubicada en la colonia Ojo de Agua, la cual lleva 16 años vendiendo y comprando libros, desde enciclopedias hasta libros de poesía.
Su actual administradora y dueña, Guadalupe Covarrubias Luna, señaló que ya van varias ocasiones en que ha pensado en cerrar. Por lo pronto está ofreciendo libros hasta en cinco pesos para poder sobrevivir.
“Hace poco reabrimos; tuvimos una asistencia de un 45 por ciento. Han buscado títulos que realmente no contamos con ellos. No podemos ponernos al día ya que no tuvimos actividad casi dos meses”, explica.
Esperemos no cerrar pero no se ve muy alentadora la condición. Muchos jóvenes ya dejaron los libros por leer en línea. Sí estamos tambaleando pero si se pone mal pues no habrá otra; se puede decir que este es un grito desesperado porque sí se puso difícil.
“Ahorita estamos menos que ‘al día’. Tenemos acumulados dos meses de renta y pues esto no va a salir pronto; vamos a tener que estar tranquilos y tener paciencia. Con este motivo hemos decidido vender el libro en 5, 10 y 20 pesos”, señaló Guadalupe Covarrubias.
La mujer y su familia también administran otra librería que se encuentra en la calzada Antonio Narro y esa aún tiene que estar cerrada.
Platica, libros y café
Otra de las librerías tradicionales de la ciudad es la Librería Rodríguez, fundada, administrada por Rufino Rodríguez. A su local las ventas han bajado más del 50 por ciento. Invita a los lectores a acudir a su librería en donde hay libros, charla y el café corre por cuenta del administrador.
“La ventas bajaron horrorosamente. La gente estaba apanicada. Yo aproveché para adornar y marcar libros. Se está empezando a venir un poquito más de gente; la venta bajó más del 50 por ciento.
La Librería Rodríguez tiene 23 años consecutivos de haber sido abierta y ahora la dueña del local le bajó el 30 por ciento de la renta para evitar que la librería cerrara.
“Aquí hay libros buenos y a muy buen precio. Aquí hay libros de astrología hasta geografía. […] Aquí hay libros, platica y café, el café corre por mi cuenta”, narró el encargado.