Encara Sergio Pérez su séptima temporada ya sin la etiqueta de promesa
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En 2016 finalizó en la séptima plaza, la mejor posición desde su debut en 2011, y Force India terminó cuarta en el campeonato de constructores. A la constancia del año pasado tendrá que agregarle un plus, que podría venir de parte de su escudería.
El mexicano Sergio "Checo" Pérez, piloto de Force India, encara la séptima temporada de su carrera en la Fórmula 1 ya sin la etiqueta de promesa y con la exigencia de convertir sus esporádicos destellos en un sólido desempeño que lo lleve a los puestos más altos.
Pérez sabe que atrás quedó su sorpresiva irrupción en el circuito en 2012, con tres podios (dos segundos lugares y un tercero), siendo el primer mexicano en llegar a uno desde 1971.
Sus siete podios en total, incluidos los dos terceros lugares en 2016, son un buen punto de partida, pero no el límite de su carrera. El nacido en Guadalajara, México, en 1990, lo tiene claro.
"Tenemos que mejorar lo conseguido el año pasado, de no hacerlo sería una mala temporada", declaró Pérez en la presentación del VJM10, monoplaza que usará este año. "Sueño con darle a Force India su primera victoria en Fórmula 1", agregó.
El mexicano tendrá una tarea difícil de concretar. En 2016 finalizó en la séptima plaza, la mejor posición desde su debut en 2011, y Force India terminó cuarta en el campeonato de constructores. A la constancia del año pasado tendrá que agregarle un plus, que podría venir de parte de su escudería.
"El automóvil se ve diferente, nunca había visto un cambio tan notable en los cuatro años que llevo en Force India", apuntó Pérez sobre el coche que conducirá esta campaña.
"En nuestro equipo hay gente con mucho potencial, si hacemos las cosas bien creo que podemos estar entre los mejores nuevamente", concluyó.
Además, "Checo" Pérez iniciará el Campeonato Mundial como el décimo mejor pagado del circuito y con el premio de "el mejor piloto del continente", entregado por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) el pasado enero.
Luis Manuel "Chacho" López, uno de los expertos de referencia sobre automovilismo en México, declaró en el diario "Marca" que en 2017 el piloto mexicano "deberá entrar en una etapa de liderazgo" ya que "se encuentra en un punto de madurez plena".
Por su parte, Adrián Fernández, manager del Pérez en los inicios de su carrera, manifestó que la salida de su ex compañero Nico Hülkenberg podría ser contraproducente.
"Si el 'Checo' sale adelante a pesar de todo, su carrera se irá todavía más arriba", aseveró Fernández, que coincidió con López en que el futuro del "Checo" no está en Force India.
Fernández cree que debería cambiar de escudería en 2018, porque la actual "le queda chica". López cree que el contrato de tres años "le quitará tiempo" a Pérez para desarrollarse de manera integral.
En México, el piloto de 27 años es la máxima referencia en el deporte motor. La salida de Esteban Gutiérrez, el otro piloto mexicano que participaba en la F1, ahora exiliado en la Fórmula E, lo confirmó.
Pero los elogios son a la vez una demanda para satisfacer las expectativas en torno a su actuación. Este año todo es diferente para el mexicano. Las exigencias también son físicas. El cambio en la aerodinámica de los coches no escapa a Pérez.
Su escudería le pidió tanto al mexicano como a su compañero, el francés Esteban Ocon, que bajaran dos kilogramos en su peso antes del inicio de la temporada para suplir el aumento de masa muscular alrededor del cuello.
Con Nico Rosberg, campeón reinante de la Fórmula 1, retirado del circuito, Pérez buscará dar el paso definitivo para actualizar los logros de otros pilotos latinoamericanos, como el brasileño Emerson Fittipaldi o el colombiano Juan Pablo Montoya.
El primer paso será el Gran Premio de Australia, "un lugar donde todo puede pasar", según Pérez. "Hemos tenido algunas carreras impredecibles en el pasado, es divertido correr ahí", expresó.
"Uno nunca sabe las oportunidades que el circuito te puede dar, tienes que estar preparado en todo momento para tomarlas", añadió.