Envisten al independentista Quim Torra, nuevo presidente de Cataluña

Internacional
/ 14 mayo 2018

Cataluña vuelve a tener un Gobierno cinco meses después de las elecciones regionales del 21 de diciembre y más de medio año después de que Mariano Rajoy interviniera su autonomía para poner freno al plan soberanista.

El independentista Quim Torra fue investido hoy nuevo presidente de Cataluña por el Parlamento en Barcelona, cerrando así cinco meses de parálisis política en la región e inaugurando una nueva etapa que promete seguir marcada por la escalada de tensión con el Gobierno español.

Torra obtuvo mayoría simple de 66 votos a favor de los secesionistas Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC); 65 en contra de los antiindependentistas Ciudadanos, Partido Socialista (PSC), Catalunya en Comù y Partido Popular (PP), y cuatro abstenciones de la antisistema Candidatura de Unidad Popular (CUP).

Cataluña vuelve a tener así Gobierno cinco meses después de las elecciones regionales del 21 de diciembre y más de medio año después de que el Gobierno central de Mariano Rajoy interviniera su autonomía el 27 de octubre para poner freno al plan soberanista, que culminó ese mismo día con el Parlamento catalán aprobando crear una república.

Sin embargo, la vuelta a la normalidad en Cataluña está lejos de disolver la tensión entre el independentismo y el Estado español. Torra insistió hoy en su discurso de investidura en que seguirá adelante con el plan separatista, que abrió una crisis institucional sin precedentes en el país.

"Seremos leales al mandato del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre: construir un Estado soberano en forma de república", dijo el abogado y escritor de 55 años sobre la consulta celebrada ese día en Cataluña y boicoteada por los antiindependentistas debido a que era ilegal y carecía de garantías y reconocimiento.

Torra prometió además otros puntos polémicos como abrir un proceso constituyente para elaborar una nueva Constitución en Cataluña, crear un "consejo de la República" en el exterior y considerar "presidente legítimo" a Carles Puigdemont, que fue destituido por el Gobierno central el mismo 27 de octubre y vive desde entonces fuera de España.

Las fuerzas no independentistas -que representan a una mitad de catalanes contrarios a la ruptura con España- lo acusaron de "xenófobo", "ultranacionalista" y "supremacista" por su visión confrontativa y antiguos artículos en los que insultaba a España y los españoles.

Inés Arrimadas, líder del partido Ciudadanos, que ganó las elecciones del 21 de diciembre pero no sumó mayoría absoluta para gobernar, leyó hoy en la Cámara citas de Torra llamando "bestias con forma humana" a los catalanes que hablan español o denunciando una "avalancha inmigratoria" de españoles en Cataluña.

"Si en algún momento he podido usar una palabra inconveniente, lo lamento, no volverá a pasar", se disculpó Torra, que optó hoy por un tono más pragmático y moderado.

A diferencia del sábado, cuando se centró en la independencia y evitó aludir a desafíos reales y concretos, desgranó hoy un exhaustivo catálogo de medidas y enfoques en materia de educación, salud, inmigración, cultura, deporte, economía, industria, energía, transporte o medio ambiente.

El discurso volvió a ser elogiado desde Berlín por Puigdemont. "Gracias, Quim Torra i Pla, por la serenidad, el rigor, el compromiso y la dignidad con las que has empapado tu discurso de hoy", escribió en Twitter el ex presidente regional.

El Gobierno de Mariano Rajoy, por su parte, se mostró abierto al diálogo, pero avisó de que actuará ante cualquier agresión a la ley o la Constitución. "Mi Gobierno apuesta por el entendimiento y por la cordura, pero garantizo que la ley, la Constitución española y el resto del ordenamiento jurídico se van a cumplir", señaló Rajoy.

La investidura de Torra fue el quinto intento de las fuerzas soberanistas tras cuatro fracasos desde las elecciones del 21 de diciembre con candidatos procesados por el plan secesionista: el prófugo Puigdemont y los presos Jordi Turull y Jordi Sànchez (en dos ocasiones).

La situación se destrabó el jueves pasado cuando Puigdemont propuso desde Berlín a Torra como candidato. El ex presidente evitó así unas nuevas elecciones autonómicas, que se habrían convocado de forma automática si la región llegaba al 22 de mayo sin Gobierno.

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