Gobierno de Brasil arrebata hijos a indígenas
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Incontables comunidades indígenas padecen complejos problemas asociados con el despojo de sus hijos por parte del Estado. Existen indicios de irregularidades en los procesos donde los menores fueron arrebatados a sus familias, que han sido documentadas desde 2010 por el Funai, afirmó The Intercept
Brasil.- Mujeres de la etnia guaraní kaiowá, en el estado de Mato Grosso do Sul, acusaron al gobierno de Brasil de quitarles a sus hijos y darlos en adopción, reportó el portal de noticias Intecept.
En el extenso municipio de Dorados, 50 niños indígenas vivían en refugios a finales de 2017, de acuerdo con un estudio de la Oficina Regional de la Fundación Nacional del Indio (Funai), en julio de este año 34 menores permanecían separados de sus familias.
Al niño se lo llevaron cuando sólo tenía ocho días de nacido, relató la indígena guaraní, Élida Oliveira, a quien hace tres años funcionarios de salud y representantes del Concejo Muncipal de Custodias en la ciudad de Dorados, donde vive, llegaron para quitarle la custodia de su hijo recién nacido.
Unas 200 mujeres escucharon el testimonio de Élida en el pueblo de Amambai, en Mato Groso do Sul, durante la reunión denominada Kuñangue Aty, en la que mujeres de los kaiowá y de otras comunidades guaraníes se juntan para orar y cantar desde su llegada hasta la realización de los debates.
Durante el debate, Janete Alegre, organizadora de la reunión en Amambai, se cuestionó: ¿existe alguna ley que diga que los niños indígenas deben ser arrancados de sus familias y dados a los blancos?
La historia de Élida es la de muchas otras indígenas. Durante 2017, 50 menores guaraníes fueron separados de sus madres, de acuerdo con un estudio de la Funai. Para el mes pasado, 34 menores permanecían separados de sus familias.
Incontables comunidades indígenas padecen complejos problemas asociados con el despojo de sus hijos por parte del Estado. Existen indicios de irregularidades en los procesos donde los menores fueron arrebatados a sus familias, que han sido documentadas desde 2010 por el Funai, afirmó The Intercept.
Las instituciones afirman que ella (Élida) es pobre y vive en un territorio no autorizado, dice Jaqueline Goncalvez, joven líder kaiowá, y añade: las instituciones deben respetarnos, ¡este es un genocidio!, sus palabras hacen eco de la violencia infligida a los guaraníes en Brasil desde principio del siglo XX.
La corte para asuntos de familia de Dorados alega maltrato y negligencia, así como problemas de drogas y alcohol, para justificar la separación de los menores de sus madres.
Según la Funai, violentas invasiones de ganaderos y terratenientes han destruido el territorio e invadido las tierras guaraníes, matando a sus líderes y provocando cientos de suicidios de indígenas de esta etnia que se dividen en tres pueblos: kaiowá, ñandeva y m’bya.
El mayor de ellos es el kaiowá, que significa pueblo del bosque. Un lugar espiritual que se basa más en el prestigio que en el poder formal. En Brasil habitan unos 51 mil guaraníes, otros habitan en Paraguay, Bolivia y Argentina.
Muchos de los guaraníes han sido relegados a pequeñas reservas, tal es el caso de Dorados, donde habitan unos 12 mil indígenas en poco más de 3 mil hectáreas.