Gobierno liquida adeudo de agua de la Casa del Migrante, pero el problema sigue
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Director del lugar dice que quedó pagado hasta noviembre del 2015, pero que lo que han consumido a la fecha; ellos no lo pueden cubrir
La deuda estimada en más de 200 mil pesos por concepto del pago de agua en la Casa del Migrante —producto de seis meses de uso— fue subsanada en noviembre del año pasado por el Gobierno del Estado.
Alberto Xicoténcatl Carrasco, director del albergue, asegura que si bien fue de gran apoyo para los gastos mensuales de la casa, no se resuelve el problema de fondo, pues cada mes el recibo es de 8 mil pesos y no hay dinero que alcance para liquidar nuevamente el adeudo.
“Desconocemos si hicieron un acuerdo o si pagaron el adeudo; sin embargo, desde el año pasado nos informaron que nos dejáramos de preocupar porque ellos iban a asumir esa deuda. Por desgracia el tema del agua sigue siendo un tema complicado, porque a pesar de que hasta el momento se encuentra la deuda subsanada, nuevamente llegan los recibos exorbitantes que son complicados de pagar”.
Al mes los gastos en el consumo del agua son grandes, pues al atenderse a una población migrante estimada entre 60 y 80 personas, el recibo del agua exige un pago cercano a los 8 mil pesos. Mientras que los gastos como el pago de la luz y el teléfono sí se alcanzan a cubrir.
Xicoténcatl Carrasco detalla que tanto el Gobierno del Estado como el Ayuntamiento tienen conocimiento del tema, pero más allá de cubrir la deuda no se ha logrado negociar algo a mediano plazo.
ANTECEDENTE
A inicios de marzo VANGUARDIA publicó que mientras Aguas de Barcelona aplica desde 2012 el Fondo de Solidaridad para el Consumo de Agua —dirigido a las familias en riesgo de exclusión, el cual permite eximir del pago del consumo de agua a las familias que están en riesgo de exclusión social en el área metropolitana de Barcelona—, en la ciudad Aguas de Saltillo (Agsal) cobra multa a los usuarios que no tienen dinero para saldar el recibo.
Al respecto la paramunicipal respondió a este medio que en su portal electrónico existe un apartado denominado Programas sociales y ahí se puede buscar un acuerdo.
Cada vez llegan más familias desplazadas
La inseguridad y la violencia que azota a las familias de El Salvador y Honduras las han obligado a emigrar a México o a Estados Unidos. Hasta hace dos años en la Casa del Migrante recibían uno o dos grupos por año, aunque en últimas fechas han dado hospedaje a una o dos por mes, de acuerdo con Alberto Xicoténcatl Carrasco, director del albergue para
migrantes.
“Ellos están huyendo de la violencia, no estamos hablando de una migración económica sino de un desplazamiento forzado. En este caso se están concentrando en el sur del país, principalmente en el sur de Tabasco y Chiapas, que están solicitando la condición de refugiados en México y en Estados
Unidos”.
Xicoténcatl Carrasco precisó que son pocas las familias que llegan hasta el norte del país, de las
cuáles algunas llegan con bebés, porque huyen de la violencia.
Antes de la crisis de los niños y de las niñas que decretó Estados Unidos hace dos años, se registraba la llegada de una o dos familias en un año; sin embargo, detalló que en los últimos dos años han registrado dos familias por mes.
“A nivel internacional se asume que un migrante es aquella persona que buscar mejores condiciones de vida en otro país. En cambio, cuando se tratan de desplazamientos forzados se tratan de temas diferentes, pues son personas que tienen que huir de sus lugares de origen y desgraciadamente en la Casa del Migrante recibimos un número considerable de personas que no son migrantes sino
desplazados”.
La semana pasada VANGUARDIA publicó que solo el año pasado acompañaron en 30 casos de solicitud de refugio en México.
