‘Hay un personaje que he hecho toda la vida, no soy yo’: Jim Carrey
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El actor canadiense de 55 años presenta en ‘la Mostra’ de Venecia el documental sobre su icónica actuación de Andy Kaufman en ‘Man On The Moon’ de 1999 1999
VENECIA.- El actor canadiense Jim Carrey alternó hoy en Venecia sus habituales bromas e imitaciones con su poco conocido lado filosófico, al reconocer que está en una “fase espiritual” de su vida y reflexionar sobre lo que somos: “creo que hay un personaje que ha estado interpretándome toda mi vida, en realidad no soy yo”, dijo el actor.
“No somos un yo, es una energía, un puñado de ideas sobre herencia y nacionalidad, sobre todas esas cosas que se supone que son un ancla para la existencia, pero en realidad no existes, solo eres ideas”, señaló.
“Con esas ideas se crea una especie de personalidad y la fantasía de que se está vivo. Pero al final no eres nada y es un jodido alivio”, agregó.
Un contraste con la imagen que alborota y que salió en algunos momentos de la rueda de prensa. pero sobre todo, en el trabajo que realizó en 1999 para “Man On The Moon”, donde interpretó al cómico Andy Kaufman y a su alter ego, Tony Clifton, y que se puede ver en un documental que muestra aquel rodaje, presentado fuera de competición en la Mostra de Venecia.
Imágenes inéditas que guardó Universal junto con una larga entrevista a Carrey forman un interesante documento que además de contar el proceso de creación de aquella película ahonda en la carrera del actor canadiense de 55 añosy muestra un lado mucho más sensato de él de lo que dejan ver sus alocadas películas.
“Jim & Andy: The Great Beyond The Story of Jim Carrey & Andy Kaufman with a very special, contractually obligated mention of Tony Clifton” es el larguísimo y extravagante título del documental, dirigido por Chris Smith.
Enormemente popular en los años setenta y ochenta en Estados Unidos, Kaufman murió en 1984 a los 35 años. En 1999 Milos Forman rodó una película sobre él en la que Carrey se metió tanto en los personajes que se transformó en ellos para desesperación de los que le rodeaban.
“Fue definitivamente otro nivel de compromiso. Tuve un comportamiento psicótico en algunos momentos porque no tenías que escuchar a Jim Carrey, Jim Carrey no existía en aquel momento”, explicó.
Ser Kaufman y Clifton fue un hito en la carrera de Carrey, que ganó un Globo de Oro al Mejor Actor de Comedia en un momento en el que ya se había convertido en una gran estrella de Hollywood, aunque reconoció que ese no era su objetivo.
Cuando comenzaba “quería destrozar Hollywood, no ser una parte de él” y por eso hacía bromas sobre hombres que tenían mucho peso en la industria en aquella época, como Clint Eastwood. Una forma de eliminar las máscaras que ocultan a las personas, según Carrey.
“La mayoría de nosotros llevamos una mascara y cuando alguien es auténtico eso hace mucho más difícil para los demás llevar esa máscara”, señaló el actor.
También defendió la honestidad porque es “subversiva” y aseguró que si algo ha sido siempre en su vida es pintor.
“El arte ha estado presente en toda mi vida, la paleta va cambiando y cuando hago una película tengo menos tiempo para pintar, pero desde que era pequeño me encantaba estar en mi habitación pintando”, dijo.