Indigna a Perú el ‘vacunagate’
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Mientras que para analistas y juristas el país enfrenta “un mensaje devastador” de su clase dirigente
LIMA, PER.- Perú afronta, entre la indignación y la decepción, el escándalo de la vacunación en secreto contra la COVID-19 de funcionarios y personajes encargados de encabezar la lucha contra la pandemia y que ahora, muy probablemente, lidiarán con sanciones políticas y judiciales.
Mientras que para analistas y juristas el país enfrenta “un mensaje devastador” de su clase dirigente, el Gobierno de transición del presidente Francisco Sagasti reconoce el duro golpe, pero insiste en que se debe poner por delante “a todos aquellos que diariamente cumplen su función con integridad”.
“No podemos dejar que el comportamiento de algunos pocos funcionarios públicos empañe la labor de servicio al país”, afirmó ayer la primera ministra, Violeta Bermúdez.
Las responsabilidades y culpas del escándalo, bautizado rápidamente como el “vacunagate”, comenzarán a definirse tras haberse hecho público ayer el listado de 487 personas que recibieron vacunas del laboratorio chino Sinopharm, exclusivas para el personal que llevaba adelante los ensayos clínicos.