Informe de Human Rights Watch señala que la violencia siguen marcando a Latinoamérica

Internacional
/ 18 enero 2018

Respecto a México, el informe señala que "durante el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que se inició en 2012, miembros de las fuerzas de seguridad han estado implicados en graves y reiteradas violaciones de derechos humanos

En su informe mundial 2018, la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) hace un balance por países de la situación en América Latina, región en la que constata avances pero también la persistencia de graves problemas crónicos.

El análisis más negativo fue para Venezuela, pero la brecha social, la violencia de las bandas criminales y el narcotráfico, así como la actuación represiva de las fuerzas del orden, la corrupción y la impunidad son flagelos que afectan en diferente medida a todo el subcontinente. Resumen de algunos países:

ARGENTINA

Los problemas de derechos humanos de larga data en Argentina incluyen el abuso policial, las condiciones de detención deficientes, la violencia endémica contra las mujeres, las restricciones al aborto, las dificultades en el acceso a servicios reproductivos y los obstáculos que enfrentan los pueblos indígenas para ejercitar los derechos que les reconoce el derecho argentino e internacional, resume en su informe HRW.

También son preocupantes la impunidad por el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que se produjo en Buenos Aires en 1994, las disposiciones penales imprecisas que cercenan la libertad de expresión y las demoras en la designación de jueces permanentes.

Por otro lado, el texto recuerda los casos de Milagro Sala, una activista social que sigue detenida pese a las medidas cautelares dictadas a su favor por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y el de Santiago Maldonado, desaparecido durante una protesta de los indígenas mapuches y hallado muerto meses después. El juez sigue investigando las circunstancias de su muerte.

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Entre los aspectos positivos, la organización destaca el avance en los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero (LGBT) y el enjuiciamiento de los abusos cometidos durante la última dictadura militar.

BRASIL

Persisten en el sistema de justicia penal de Brasil problemas crónicos como ejecuciones extrajudiciales por policías y maltrato de detenidos. "En Río de Janeiro, el número de muertes a manos de policías está alcanzando niveles sin precedentes. En enero de 2017, más de 120 personas encarceladas murieron en hechos de violencia vinculados con pandillas", escribe HWR.

La violencia doméstica siguió siendo un fenómeno extendido, y cada año hay miles de casos que no se investigan adecuadamente. HRW también denuncia que en muchas ciudades de Brasil existe un alto nivel de violencia, a menudo perpetrada por bandas delictivas pero profundizado por la actuación coercitiva de la Policía.

Miles de venezolanos llegaron a Brasil huyendo de la represión y en busca de alimentos y medicamentos. En respuesta, Brasil les facilitó permisos de residencia, a la vez que pidió el restablecimiento de la democracia en Venezuela.

CUBA

HWR denuncia que "el Gobierno cubano continúa reprimiendo y castigando el disenso y la crítica pública". La cantidad de detenciones arbitrarias de corta duración de defensores de derechos humanos, periodistas independientes y otras personas fue sustancialmente inferior que en 2016, pero igualmente alta, y hubo más de 3,700 señalamientos de detenciones arbitrarias entre enero y agosto de 2017. El gobierno sigue usando otras tácticas represivas, tales como golpizas, denigración pública, restricciones de viaje y despidos.

En junio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que revertiría la política del Gobierno de su antecesor Barack Obama con respecto a Cuba, al restablecer las restricciones comerciales y de viajes que se habían relajado en 2015.

La oposición denuncia la existencia de decenas de presos políticos, pero el Gobierno no permite que las prisiones del país sean visitadas por organizaciones de derechos humanos independientes.

MÉXICO

Respecto de este país, el informe señala que "durante el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que se inició en 2012, miembros de las fuerzas de seguridad han estado implicados en graves y reiteradas violaciones de derechos humanos -incluidas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, y tortura- en el marco de acciones contra el crimen organizado".

El Gobierno ha conseguido pocos avances en el juzgamiento de los responsables de abusos recientes, y menos aún en la gran cantidad de abusos cometidos por soldados y policías desde que el expresidente Felipe Calderón comenzó en 2006 la “guerra contra el narcotráfico” en México.

En abril, el Congreso mexicano aprobó una ley contra la tortura y el uso de pruebas obtenidas mediante coacción en procedimientos judiciales, pero "al momento de redacción de este documento, la ley todavía no se había implementado”.

En agosto de 2017, el Gobierno anunció que aún se desconocía el paradero de más de 32,000 personas informadas como extraviadas desde 2006. Por otro lado, el texto recuerda asimismo el caso de los 43 estudiantes de la escuela de Ayotzinapa que desaparecieron en 2014 y que se cree que habían sido asesinados, así como los ataques que sufren los periodistas y defensores de derechos humanos.

VENEZUELA

El informe denuncia que el presidente Nicolás Maduro siguió destruyendo la democracia y la economía venezolanas con la excusa de estar protegiendo a los indefensos frente a quienes él califica de imperialistas.

"Pero a medida que su gObierno se volvió más despiadado y autocrático, su gestión corrupta e incompetente de la economía se convirtió en una realidad triste e inocultable. Esta nación potencialmente rica quedó en las ruinas pese a sus vastas reservas petroleras, mientras muchas personas buscan desesperadamente comida y medicamentos en un contexto de hiperinflación rampante", destaca HRW.

Multitudes salieron a las calles en señal de protesta. Algunos funcionarios desertaron del Gobierno. Una cantidad sin precedentes de países latinoamericanos vencieron su renuencia histórica a criticar la represión en naciones vecinas. Otros también alzaron la voz, incluida la Unión Europea. Pese a ello, Maduro consiguió mantenerse en el poder, "en gran medida mediante la violenta represión que estuvo dispuesto a desplegar".

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