Jorge Ibargüengoitia; cambió la ingeniería por la pluma
COMPARTIR
TEMAS
En el aniversario de su nacimiento, recordamos el trabajo del periodista, dramaturgo y escritor que dedicó los frutos de su pluma a la crítica social
CIUDAD DE MÉXICO .- Considerado uno de los escritores, contemporáneos más interesantes de América Latina, el periodista y mordaz crítico de la realidad social y política del país, Jorge Ibargüengoitia, será recordado mañana, al cumplirse 88 años de su nacimiento.
Su obra reúne novelas, cuentos, piezas teatrales, así como artículos periodísticos y relatos infantiles. Su primera novela, “Los relámpagos de agosto” (1965), lo hizo merecedor del Premio Casa de las Américas, refiere una biografía publicada por el portal “www.biografiasyvidas.com”.
Jorge Ibargüengoitia Antillón nació el 22 de enero de 1928 en la provincia de Guanajuato. Hijo de Alejandro Ibargüengoitia Cumming y María de la Luz Antillón.
A los ocho meses de edad, quedó huérfano de padre y fue tres años después que se mudó junto con su mamá al Distrito Federal.
Fue educado entre mujeres que lo adoraban, su mamá y su tía Emma Antillón, quienes soñaban con que el pequeño “coco” como le decían de cariño, algún día llegara a ser ingeniero.
Sus expectativas se vieron defraudadas cuando a la edad de 21 años cuando a Jorge sólo le faltaban dos años para terminar la carrera, tomó la decisión de abandonarla para dedicarse a escribir.
En 1942 ingresó a la organización de los “boy scouts”, con quienes recorrió México durante nueve años. Esa experiencia resultó muy importante en la vida del autor y como fuente de inspiración en sus escrituras con respecto a México.
En 1951, tomó clases de teoría y composición dramática con el poeta Rodolfo Usigli (1905-1979), con quien presentó su obra “Por su culpa”. Más de una vez Ibargüengoitia se refirió a Usigli como el maestro, en el sentido más afectivo de la palabra.
Entre 1954 y 1956 fue becario en teatro, del Centro Mexicano de Escritores. Posteriormente obtuvo una beca de la Fundación Rockefeller para estudiar teatro en la ciudad de Nueva York.
En 1956 obtuvo mención en el Concurso de Teatro Latinoamericano de Buenos Aires. Ese mismo año se estrenó “Clotilde en su casa” bajo el título “Un adulterio exquisito”.
Mientras que su comedia infantil inédita “El peluquero del rey”, alcanzó el éxito con la Compañía de Teatro Popular, la cual representó en las zonas indígenas de San Luis Potosí, menciona el sitio web “www.unam.mx”.
Jorge Ibargüengoitia escribió 16 piezas de teatro, entre las que destacan: “Susana y los jóvenes” (1954), “Cleotilde en su casa” (1955) y en 1962, creó su última propuesta escénica; “El atentado”, farsa histórica que recibió el Premio Casa de las Américas (1963).
En 1961, inició su trabajo como crítico teatral en la Revista de la Universidad de México, el cual abandonó en 1964 debido a una crítica violenta que realizó contra “Landrú”, de Alfonso Reyes (1889-1959), detalla la página “escritores.cinemexicano.unam.mx”.
En ese periodo, Ibargüengoitia escribió “Los relámpagos de agosto”, novela con la que ganó por segunda ocasión el Premio Casa de las Américas, y a la cual siguieron, en 1967, “La Ley de Herodes y otros cuentos”.
En 1969, el entonces director del periódico Excélsior, Julio Scherer, le pidió a Ibargüengoitia su colaboración en artículos de opinión, que publicó hasta 1976, cuando Scherer fue obligado a dimitir de su cargo.
En 1970 escribió la novela “Maten al León”, la cual fue llevada al cine en 1975 por José Estrada (1938-1986). En 1975 recibió el Premio Internacional de Novela México, por “Esas ruinas que ves”, la cual fue llevada al cine en 1978 por Julián Pastor (1943-2015).
De acuerdo con sus biógrafos, en 1982 escribió “Los pasos de López”, que en la edición española lleva el título de “Los conspiradores”.
La pintora Joy Laville (1923), quien fue su segunda esposa, refirió que en 1983, Jorge trabajaba en una novela, cuyo título tentativo era “Isabel cantaba” pero no logró terminarla ya que murió el 27 de noviembre de ese año, en un accidente aéreo.
El dato:
> Jorge Ibargüengoitia escribió 16 piezas de teatro, entre las que destacan: “Susana y los jóvenes” (1954), “Cleotilde en su casa” (1955) y en 1962, creó su última propuesta escénica; “El atentado”, farsa histórica que recibió el Premio Casa de las Américas (1963).
