Kuno nos considera enfermos

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/ 6 marzo 2016

“¿Festejar el premio otorgado a un actor popular es la cosecuencia de un desequilibrio mental y emocional?”

1.- Hoy se cumple una semana de la ceremonia de los premios Óscar de este año y la verdad es que en la pasada entrega de esta columna, ya había dicho todo lo que en ese momento pensaba que tendría que decir: que Leonardo DiCaprio iba a ganar, que Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezky estaban a punto de hacer historia y que la alfombra roja iba a robarse la atención mundial como todos los años. Ya no tenía planeado agregar nada al respecto porque cualquier comentario extra sería redundante. Sin embargo, yo no contaba con la aparición triunfal, rotunda y descarada de Kuno Becker y su comentario sobre los “enfermos” que festejaron al ganador de la estatuilla a mejor actor de este año.

2.- Cabe recordar que en el momento en que se anunció que Leonardo DiCaprio por fin había coseguido su primer Óscar después de esperarlo por 23 años, que es el tiempo transcurrido desde la primera de sus cinco nominaciones, muchas personas se lanzaron a las calles a celebrarlo. En Monterrey se congregaron en la Macroplaza, en Ciudad de México estaban alrededor del Ángel de la Independencia y en Guadalajara los más entusiastas se dirigieron a La Minerva. Estas espontáneas muestras de júbilo se organizaron por medio de las redes sociales y al actor Kuno Becker de plano no le gustaron nada. En una entrevista televisada que le hicieron, yo mismo lo vi declarando iracundo al respecto.

3.- "Me parece que es un síntoma de una sociedad enferma, me parece que es preocupante, que más allá que fuera como algo chusco, no sé, me parece que si es preocupante, que habla de que estamos fuera de perspectiva", dijo Eduardo Kuno Becker Paz frente a las cámaras de televisión. ¿Una sociedad enferma? ¿Festejar el premio otorgado a un actor popular es la cosecuencia de un desequilibrio mental y emocional? ¡Por piedad, Kuno! Un poco de empatía con el público nunca le sobra a una celebridad que vive de su propia popularidad. ¿Será acaso que la envidia corroe tus venas como el óxido que está acabando con los restos del Titánic?

4.- Yo no fui a festejar a Leonardo DiCaprio a ningún lugar público. Sin embargo, me dio mucho gusto que él ganara al igual que me emocionaron los premios Óscar de Alejandro y Emmanuel. Además, entiendo claramente la motivación de aquellos que, estallando de júblio, salieron a las calles a vitorear al protagonista de El Renacido. Todos ellos se identifican con Leonardo pues lo perciben como una persona muy trabajadora quien, por décadas, ha hecho su mejor esfuerzo sin que se lo hayan reconocido oficialmente. ¿Cuántos no se sienten agotados del esfuerzo diario y desean, por lo menos, una plamada en la espalda?

5.- Esas mismas personas sintieron que la estatuilla de Leonardo simbolizaba no sólo el premio al esfuerzo sostenido del actor sino el reconocimento al trabajo y dedicación de todos aquellos que se ven a sí mismos como víctimas de injusticias y hasta explotación. Partiendo de ese punto de vista, los festejos públicos en realidad eran ovaciones a sí mismos. ¡Y eso es algo que resulta muy válido! Si a Kuno Becker le molestó tanto, quizá nos esté dejando ver algo de si mismo que, estoy seguro, él preferiría ocultar. Además de la simple y directa envidia que pueda sentir por no tener su propio Óscar, es muy probable que en su interior crea que no se le ha reconocido lo suficiente y su frustración radica en su incapacidad para superar esos sentimientos negativos con una simple y sencilla fiesta callejera.

6.- Con una perfecta peluca rubia, larga y de fleco, maquillaje natural, bonito vestuario y llorando amargamente fue como se presentó Yuri frente a las cámaras para aclarar que, si bien recomendó la película titulada Pink la cual muchos consideran que fomenta clichés y sentimientos negativos contra los homosexuales, ¡ella no es homofóbica! Mostrándose como presa de emociones muy intensas, declaró: "Tengo mi forma de pensar y me la tienen que respetar, pero de eso a que yo sea homofóbica, ¡por el amor de Dios!". Después aclaró que aproximadamente el 80 por ciento del personal que trabaja para ella es homosexual.

7.- Yuri, de 52 años de edad, también aclaró que no está en contra de la adopción por parte de parejas del mismo sexo y que, aunque ella pueda tener su opinión, esa es una decisión personal. Entre su carrera, sus admiradores y sus creencias como cristriana, la intérprete de Maldita primavera se encuentra entre la espada y la pared. En primer lugar debió haber evitado hablar de un tema tan polémico y sensible para no verse obligada a dar explicaciones.
Pero también es cierto que la libertad de expresión debería funcionar para todos lados: tanto para los que apoyan una película tan complaciente con los homosexuales como Cuatro Lunas y también para los que prefieren Pink, una cinta que retrata personajes, marginales, irritantes y hasta dolorosos para algunos.
 
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