La llegada de inmigrantes indocumentados de México a EU cae a su nivel más bajo en 17 años
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La policía detuvo en marzo a menos de 17.000 'sin papeles', lo que el Gobierno atribuye a la política de Trump
Washington.- El número de inmigrantes indocumentados detenidos en Estados Unidos tras cruzar la frontera con México se situó en marzo en su nivel más bajo desde el año 2000, según anunció este miércoles el secretario de Seguridad Interior, John Kelly. Atribuyó el descenso a un efecto disuasorio por la política del Gobierno de Donald Trump de mano dura contra la inmigración irregular, pero es pronto para determinar si es un fenómeno duradero.
La policía fronteriza estadounidense capturó en marzo a 16.600 indocumentados, lo que supone una caída del 35% respecto a febrero, cuando hubo 23.570 arrestos. La cifra afianza la tendencia a la baja durante cinco meses consecutivos. Las aprehensiones en marzo cayeron alrededor de un 71% en relación con las del pasado diciembre (58.478), el último mes completo de presidencia de Barack Obama.
En marzo, se detuvieron a 1.100 familias y a unos 1.000 menores no acompañados, muy por debajo de los cerca de 16.000 y 7.000 respectivamente en diciembre.
En una comparecencia en un comité en el Senado, Kelly achacó el retroceso al “liderazgo en la Casa Blanca” y a las “muestras de éxito” de los decretos firmados por Donald Trump. En sus primeros días en el Despacho Oval, el presidente autorizó un aumento del número de agentes fronterizos, facilitó la deportación de los 11 millones de indocumentados que se calcula hay en EE UU e inició los trámites para la construcción de un muro fronterizo con México.
Es imposible saber si se mantendrá el descenso en la llegada de ‘sin papeles’. Los flujos responden a factores climáticos y psicológicos. También a las decisiones de las mafias que mueven, a cambio de elevadas sumas de dinero, a los inmigrantes en una espeluznante travesía desde Centroamérica hasta la frontera estadounidense.
La llegada de indocumentados suele crecer con la mejora del tiempo. Los arrestos fueron más elevados de lo habitual a finales de 2016, por lo que es posible que los periplos a EE UU se aceleraran antes de la toma de posesión de Trump en enero ante el temor de que el nuevo mandatario reforzara la seguridad fronteriza.
“Hemos visto una increíble caída de inmigrantes desde Centroamérica, especialmente de familias con menores. Esto no durará a no ser que levantemos una barrera física, un muro”, dijo Kelly.
Hay 3.100 kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México. Unos 1.000 tienen tramos de valla. Trump ha prometido completar con una barrera el resto de tramos, pero Kelly admitió que habrá zonas en las que será improbable que se pueda levantar una separación.
La retórica antiinmigración fue siempre el hilo conductor de la campaña electoral del republicano. Al anunciar su candidatura, prometió levantar un muro, que pagaría México, para frenar la llegada de “drogas” y “violadores” desde el país vecino.
La realidad, sin embargo, es que en los últimos años han sido más los mexicanos que han salido de EE UU que los que han entrado. Y el grueso de la inmigración ha procedido de El Salvador, Guatemala y Honduras, acechados por el narcotráfico y la inestabilidad económica.
POSIBLE EXPANSIÓN DE LA PROHIBICIÓN DE LLEVAR ORDENADORES EN AVIONES
En su comparecencia en el Senado, el secretario de Seguridad Interior, John Kelly, explicó que su departamento podría ampliar "en un futuro no lejano" el número de aeropuertos extranjeros en cuyos vuelos hacia Estados Unidos está prohibido llevar en la cabina de la aeronave grandes aparatos electrónicos, como un ordenador portátil, una tableta o una cámara de fotos.
La restricción, en efecto desde el 24 de marzo, afecta a 10 aeropuertos en Oriente Próximo y Norte de África. El Gobierno británico ha adoptado una prohibición similar.
Kelly evitó entrar en detalles, pero dijo que es “real” la amenaza terrorista que justifica la medida y minimizó que solo afecte a ocho países de mayoría musulmana (Egipto, Turquía, Kuwait, Qatar, Marruecos, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos).
El Gobierno de Donald Trump ha aprobado dos decretos, ambos parados por la justicia, para prohibir temporalmente la entrada a EE UU de ciudadanos de seis países musulmanes.