Larraín y Portman se acercan a la mujer tras el mito de “Jackie”
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"Jackie" se centra en los primeros días que siguieron a la muerte del presidente para intentarse acercar a una mujer icónica y fascinante, una esposa entregada y traicionada, que fue todo un mito y de repente se convierte en la viuda de toda la nación.
El director chileno Pablo Larraín y la actriz estadounidense Natalie Portman cautivaron hoy a la crítica en el Festival de Venecia con "Jackie", un retrato intimista sobre la ex primera dama estadounidense Jackie Kennedy en los primeros días tras el magnicidio del presidente estadounidense John F. Kennedy en 1963.
Fue Darren Aronofsky quien llamó al propio Larraín para ponerlo al frente de la cinta que en un principio iba a dirigir el realizador neoyorquino. Larraín propuso como condición que la protagonizara Portman, ganadora del Oscar con "Cisne Negro", dirigida por Aronofsky, que en esta cinta ejerce de productor.
No soy estadounidense y no tengo vínculos emocionales con ese país como los tengo con el mío, pero me pareció una "oportunidad increíble" y "una historia intrigante", dijo el realizador en una rueda de prensa donde fue ovacionado al igual que la protagonista.
Es la primera vez que el director filma en inglés y se pone al frente de una producción estadounidense, aunque se rodara en los estudios de Luc Besson en París. Y es la primera vez también que el personaje principal de su filme es una mujer, todo un cambio para este chileno de 40 años que con unas pocas películas se ha ganado un lugar entre los mejor considerados de su profesión.
Larraín contó que se saben muchas cosas sobre la muerte de JF Kennedy, pero le parecía atractivo mostrar el punto de vista de la mujer que fue un mito, el icono de una época, "una reina sin corona", a la que la fatalidad se le cruza con 34 años, con toda la vida por delante y dos niños pequeños.
"Jackie" se centra en los primeros días que siguieron a la muerte del presidente para intentarse acercar a una mujer icónica y fascinante, una esposa entregada y traicionada, que fue todo un mito y de repente se convierte en la viuda de toda la nación.
Portman despliega diversos registros para el personaje intentando hacer llegar al espectador esa sofisticación y elegancia que caracterizaron a la ex primera dama. Y para ello se inspiró viendo las películas sobre la época, escuchando las cintas de audio de ella. Ahí se dio cuenta de cómo su voz y su presencia era totalmente diferente en actos oficiales a cuando estaba en un ambiente íntimo o con amigos.
"Cuando sabes que eres un símbolo para la gente, cómo puedes mantener tu humanidad", inquirió la actriz de 35 años en referencia a uno de los planteamientos que han impulsado este trabajo.
Tenemos toda la información oficial, pero no sabemos lo que ocurrió una vez cerradas las puertas. "Y creo que eso es lo que hacemos, poner la cámara dentro de esos lugares y crear una ficción", señaló Larraín.
"Creo -continuó- que Jackie era una mujer increíblemente misteriosa, una de las más desconocidas de entre las más conocidas. Fue un hermoso desafío convertir eso en cine".
La cinta está compuesta de diferentes recuerdos o ideas que no están ordenados cronológicamente. "Jackie" arranca con la llegada de un periodista para entrevistarla unos días después del asesinato y a lo largo de la conversación, en la que ella le dicta lo que se puede o no escribir, se producen saltos al pasado en el que se reviven el magnicidio y el funeral de su marido.
Portman confesó que no lo considera el papel más difícil de su carrera, pero sí el más "peligroso". "Todo el mundo sabía cómo ella era, cómo andaba y eso es terrorífico, porque nunca he creído que soy una buena imitadora", explicó.
La cámara de Larraín apenas se despega de Portman, de la que se ven numerosos primeros planos en un intento de ser muy cercano e íntimo a fin de acercar al espectador al dolor y la profunda crisis que ella estaba atravesando.
En opinión del director, no se trata sólo de replicar vestidos, maquillaje y poner pelucas. La película -explicó- no se puede quedar ahí, porque estás tratando de imitar algo y el cine es crear ilusión a través de una ficción, y en este caso es una ilusión que habla de dolor, belleza, deseo.
El director, diestro ya en afrontar a grandes figuras de la historia, como hizo con Salvador Allende en "Post Mortem" o más recientemente con su particular retrato del poeta Pablo "Neruda", permanece en esta ocasión fiel a su estilo de evitar componer una biografía al uso. "No es un biopic", precisó.
"Jackie" es la segunda cinta de un director chileno a competición este año en Venecia y Larraín es la segunda vez que concurre por el León de Oro, después de "Post Mortem" hace seis años. Entonces se quedó a las puertas de acariciar premio, pero hoy se podía escuchar a varios críticos que ponían el preciado galardón en sus manos, mientras que otros mencionaban la posibilidad de un segundo Oscar para Portman. Sea como fuere, la película de Larraín suena fuerte para entrar en el palmarés de la 73 edición del Festival de Venecia.