Las peripecias de Ernestina en los XV de Rubí
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El locutor y actor Jair Villareal, a quien nos topamos en el baile de Rubí, cuenta cómo fue llegar en tacones como su personaje Ernestina del Mar a los quince años más famosos del país
Para llegar a la fiesta de quince años de Rubí hubo que esperar al menos 30 minutos sobre la ahora famosa carretera Charcas-Matehuala, la fila de carros, camionetas y motos recorría varios kilómetros, el equipo de Vmás se estacionó al menos a dos kilómetros del baile. Niños, jóvenes, chicas en tacones, personas de la tercera edad, un sinfín de gente llegó hasta el terreno de unas 40 hectáreas ubicado en Laguna Seca, cerca de La Joya en el estado de San Luis Potosí. El lugar, un enorme campo a la intemperie, parecía la sede de un festival musical masivo estilo Pal’ Norte, se instalaron dos escenarios y hubo venta de cerveza, comida y botana. También se rentaba Wi-Fi, lo cual fue un fiasco, y se instalaron baños portátiles.
Bajo “la telaraña”, un adorno conformado por tiras de hilo rojo con moños de papel de china, colocado sobre varios tubos y que hizo Francisca para el baile de Rubí (quien vive en Santa Cruz y emocionada contó a Vmás que dicho pedido era muy especial), nos encontramos a Ernestina del Mar, llevaba tacones, un abrigo, una corona y su inconfundible máscara. La “chica” regia contó que salió el lunes 26 de Monterrey rumbo a La Joya a las siete de la mañana.
“¡Fue horrible porque llegamos a Matehuala a las once de la mañana y ahí esperamos hasta las tres de la tarde para que llegara un amigo que trabaja con la tía de Rubí y nos pudiera dar la invitación, nos fuimos por un pueblito para supuestamente llegar más rápido, y cuando llegamos nos dijeron que la fiesta no iba a ser en La Joya”.
En efecto, días antes del evento, el papá de Rubí, Crescencio Ibarra decidió que “el bailongo” se llevaría a cabo en Laguna Seca, ubicado a unos 15 kilómetros de La Joya (donde vive Rubí). Ahí, unas 60 mil personas, entre ellas Ernestina del Mar, zapatearon al ritmo de grupos como Banda Jerez, Marco Flores, Los Indomables de Cedral y La Auténtica Banda el Corazón, además fueron testigos del arribo de “la sorpresa de la noche”, Lady Wu.
Ernestina del Mar tuvo que caminar al menos dos kilómetros en tacones y es que “faltando cinco kilómetros para llegar al baile estaba el trafical a todo lo que da, dejamos el carro al lado de la carretera pero yo andaba en mi personaje y andaba en tacones y tuve que caminar así, dije ‘me los quito’ pero la carretera estaba llena de piedritas y de cadillos, ya te imaginarás cómo la sufrí, y llegamos finalmente al baile a las ocho de la noche”.
Ahí, entre gente de todos lados de la república y después del vals de Rubí, Eernestina se llevó una sorpresa: “Conocían mi personaje y fue súper padre porque aprovechamos para tomar fotos, tomar video de lo que estaba pasando con toda la raza y al pasar unas horas nos fuimos al backstage y pudimos platicar un poquito con los organizadores, con la familia, con Rubí que estaba harta de tanto medio de comunicación, su papá que es buenísima onda, su mami también muy buena onda, ahí pudimos grabar cosas interesantes que al público le pudiera gustar”, dijo.
Jair Villarreal, quien está detrás de Ernestina del Mar continuó relatando que su próximo y penúltimo video blog del año se estrenaría mañana en YouTube. “Como tengo este personaje de Ernestina creo que fue un plus para mi canal de YouTube subirnos al tren (risas) y fue buena opción para cerrar el año”.
Ya de regreso a Monterrey y platicando con sus amigos, Jair, quien próximamente se presetaría en Saltillo con su show de Ernestina del Mar, se dio cuenta que asistir a los XV de Rubí fue “una de las mejores experiencias que he tenido, lejos de que todo mundo opina que por qué una fiesta, que por qué no salimos a marchar por los 43, que por qué no salimos a marchar para quitar el mal gobierno o cosas que realmente nos pueda beneficiar, no lo hacemos porque la gente tiene miedo, tiene miedo a que haya una revolución y los quince años de Rubí yo los vi como una unión”, agregó. Y es que al recorrer la carretera como la mayoría de la gente lo hizo, a pie, uno se topaba con camionetas llenas de jóvenes que cantaban, parejas con sus pequeños caminando, la gente sonreía y bailaba, no hubo riñas ni altercados durante el baile.
“Había muchísima gente de todos lados de la república y extranjeros, y me gustó mucho que había camionetas con gente con cerveza y tú ibas caminando y te ofrecían una cerveza, había gente al lado de la carretera haciendo discada y te ofrecían comida, dentro era como si todos se conocieran, bailaban entre sí, fue una verbena popular muy amena, muy rica... me dejó la experiencia de que los mexicanos estamos deseos de eso, de que haya cosas buenas, que haya cosas que festejar, que haya cosas las cuales nos puedan unir como amigos, este viaje me hizo ver que hay mucha unión entre los mexicanos y que fueron a divertirse, es de lo que la gente está necesitada ahorita, diversión y risas”.
El también locutor de Exa FM dijo que visitaría a la gente de Saltillo que tanto quiere.
Síguelo
> @ernestinadlmar