Las razones por las que se congelaron cuentas a Altos Hornos de México
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Meses después de que Pemex comprara una empresa de Altos Hornos de México, ésta hizo un depósito de 3.7 mdd a una compañía de Odebrecht
Pemex anunció la compra y rehabilitación de Agro Nitrogenados, una empresa de la coahuilense Altos Hornos de México, en el 2014. Cuando fue adquirida, la planta de Agro Nitrogenados tenía 14 años sin operar y con equipos de 30 años de antigüedad.
En esta transacción Pemex invirtió 475 millones de dólares, asegurando que con esta acción se “reactivaría la producción de Fertilizantes en México”.
La investigación de 5° Elemento expone que un mes después de su adquisición de Agro Nitrogenados, la empresa Altos Hornos de México, propiedad de Alonso Ancira, transfirió más de 3 millones 700 mil dólares a las cuentas de Grangemouth Trading Company, firma offshore de la constructora Odebrecht.
Grangemouth Trading Company no tiene empleados registrados y su domicilio es un edificio de departamentos de Edinburgo, Escocia.
El dinero fue depositado a esta empresa fue para la cuenta número 244087 en el Meinl Bank, banco con sede en la isla caribeña de Antigua comprado por funcionarios de Odebrecht para evadir los controles del sistema financiero internacional.
Desde esa cuenta, según la investigación, se transfirieron los sobornos a presidentes, ministros, viceministros, congresistas, directores de empresas públicas y políticos de diversos países de América Latina y África.
Entre 2013 y 2014 de esa misma cuenta se transfirieron los 5 millones de dólares a Zecapan SA, la empresa fantasma donde se depositaron los sobornos para Emilio Lozoya.
Lo anterior fue confirmado, bajo juramento ante la justicia brasileña, por al menos tres de los principales exejecutivos de Odebrecht.
Todas las transferencias antes señaladas están plasmadas en estados de cuenta de la empresa Grangemouth Trading Company LP.
La investigación de 5° Elemento detalla como Luis Alberto de Meneses Weyll, exdirector de Odebrecht en México, entabló una relación con Emilio Lozoya al notar su cercanía con quien fue presidente de México de 2012 a 2018, Enrique Peña Nieto.
Con el paso del tiempo Lozoya y de Meneses acordaron el pago de los 5 millones de dólares, a cambio de información y “auxilio” que el exfuncionario mexicano brindó al representante de Odebrecht con lo que la empresa brasileña obtuvo “extensos beneficios” para consolidarse en nuestro país.
Lozoya pidió que el dinero fuera depositado a las cuentas de dos compañías offshore: Latin American Asia Capital Holding y Zecapan SA, registrada en las Islas Vírgenes Británicas y con cuentas en un banco del Principado de Liechtenstein.
El beneficio para Altos Hornos de México
De los 475 millones de dólares que Pemex pagó por la compra y reactivación de Agro Nitrogenados, 275 millones fueron para la tesorería de Altos Hornos de México y otros 200 fueron utilizados para echar a andar la planta entre noviembre de 2015 y abril de 2016.
Las fechas no se cumplieron y, según el Consejo de Administración de Pemex, las condiciones de la planta estaban peor que de lo que se había previsto, razón por la cual se autorizó un presupuesto extra de 285 millones de dólares para la rehabilitación elevándose el costo final a 760 millones de dólares.
Con este cambio se propuso que la fecha de arranque para la planta fuera entre mayo de 2017 y el tercer trimestre del mismo 2017, pero esta meta tampoco se cumplió. Al final, la planta inició pruebas de arranque en mayo de 2018.
Aunque Altos Hornos de México no recibió dinero o depósitos de manera irregular por los acuerdos entre Lozoya y Odebrecht, la transacción de su compra llamó la atención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) concluyó que la adquisición de Agro Nitrogenados “no se realizó con las mejores condiciones de precio y calidad”, con base en los siguientes hallazgos: .
La compra se hizo con base en avalúos de Altos Hornos de México “tres meses después de la formalización del contrato”. Lös avalúos fueron una formalidad, pues el valor de los activos se “ajustó a hechos consumados, es decir al monto ya pactado previamente de 275 millones de dólares”.
Un avalúo del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) hecho antes de la compraventa realizado situaba el valor de Agro Nitrogenados en 168 millones de dólares.
Pemex desestimó el avalúo oficial, realizando un sobrecosto de 95 millones de dólares ya que pagó mil 328 millones de pesos de más por Agro Nitrogenados.
El 60% de la maquinaria y equipo era inservible.
No se realizaron evaluaciones previas “porque, según Pemex, el vendedor se opuso, ya que de hacerlo se perdería la garantía de los mismos”.
En la compraventa “se consideraron 432 bienes valuados en 26 millones 265 mil dólares (337 millones 934 mil pesos) que posteriormente se clasificaron como material en desuso o chatarra”.
Al cierre de la auditoría (26 de enero de 2017) la planta no había entrado en operación a pesar de que en el proyecto inicial se estimó iniciaría operaciones entre 2015 y 2016.
Otra auditoría encontró que: se compró una planta de fertilizantes con “equipo incompleto, en mal estado y no utilizable; la compra careció de estudios y análisis para garantizar su rentabilidad; falta de experiencia de la empresa creada por Pemex para producir fertilizantes; no había permisos ambientales, y se ignoró la regla de usar asbesto en techos.
Comunicado No. 009 Congela UIF cuentas que presuntamente son derivadas de actos de corrupción https://t.co/jQj0UWRjr8
— Santiago Nieto (@SNietoCastillo) 28 de mayo de 2019
Después de las dos auditorías, la ASF concluyó que Pemex “hizo una mala adquisición y perdió cientos de millones de dólares”.
Aunado a estas irregularidades, cuando Lozoya asumió la dirección de Pemex, se autorizó la adquisición de 41 vehículos terrestres, nueve aeronaves y la instalación de un Centro de Mando y Control.
Las unidades tenían el objetivo de “mejorar la protección de las instalaciones de Pemex” y “abatir el mercado ilícito de combustibles y otras actividades del crimen organizado”.
Para adquirirlas se necesitaron 2 mil 521 millones de pesos: 733.6 millones para un avión Gulfstream G550; 203.6 millones en un avión Cessna Sovereign, y 118.8 millones de pesos en un helicóptero Eurocopter EC-145. El helicóptero fue entregado a Pemex en 14 de agosto de 2014.
La ASF solicitó a la Secretaría de Defensa Nacional las bitácoras de vuelo de las aeronaves y encontró que el Cessna Sovereign y el helicóptero Eurocopter, se solicitaron vía telefónica desde Pemex y las bitácoras “sólo indican el destino al que se trasladó al ‘DG’ (Director General) y pasajeros, sin especificar los nombres de sus acompañantes”.
También se encontró que Emilio Lozoya realizó 727 viajes en el Eurocopter durante 2015, lo equivalente a dos traslados por día. Según la ASF todos estos vuelos no fueron “estratégicos” ni de “seguridad nacional”.
Sobre los traslados en el Eurocopter se solicitaron también las bitácoras y se encontró que Lozoya utilizó el helicóptero para realizar 54 vuelos a Campos Elíseos 29, en Polanco. Esta dirección corresponde al edificio sede de la Torre del Grupo Acerero del Norte, en donde se ubica la oficina de Alonso Ancira, presidente de Altos Hornos de México.
(Lee el reportaje completo en Quinto Elemento)