Leonardo DiCaprio le pide a Peña Nieto que salve a la vaquita marina

El actor se suma a la campaña de WWF para exigir al Gobierno de México medidas urgentes para proteger los últimos 30 ejemplares de este mamífero

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/ 11 mayo 2017
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En el mundo quedan 30 vaquitas marinas y Leonardo DiCaprio ha decidido hacer algo al respecto. En un mensaje publicado en su cuenta de Instagram, en la que tiene 16,6 millones de seguidores, el actor ha urgido al presidente de México, Enrique Peña Nieto, a que tome medidas urgentes para salvar a este pequeño mamífero que habita en las costas del Golfo de California. La petición del intérprete y activista estadounidense llega cuando la situación se ha vuelto "dramática" y se une a la campaña del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que ha alertado sin éxito durante años sobre la extinción inminente de esta especie.

El Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA), un organismo mexicano, alertó en un informe publicado el pasado febrero que de los 60 cetáceos que había el año pasado ahora solo queda la mitad. Y en solo cinco años la población de esta especie prácticamente se ha destruido en su totalidad: la disminución se estima en un 90%. La vaquita marina (phocoena sinus) es la marsopa más pequeña que existe y es endémica del Alto golfo de California en México. La principal amenaza para este cetáceo es su captura incidental en redes agalleras, donde queda atrapada y se ahoga. La mayoría de estas mallas son empleadas ilegalmente para pescar camarón y totoaba, un pez también en peligro de extinción. La vejiga natatoria de la totoaba es altamente codiciada en Asia. Un kilo puede llegar a costar más de 50.000 dólares al ser considerado un alimento de lujo. Por ello las vejigas de este pez endémico son traficadas de México a China, a través de Estados Unidos.

DiCaprio, en su lucha por preservar el medioambiente, ha pedido a sus seguidores que unan sus esfuerzos para "exigir acciones hoy" al presidente de México. "Sin una acción inminente se enfrentan a su extinción permanente", asegura el oscarizado actor en su mensaje. Además, publica un enlace a organización WWF para quien quiera apoyar la campaña.

La vaquita mide 150 centímetros y pesa unos 50 kilos. Es un cetáceo de forma parecida al delfín, pero posee hábitos distintos. Se mantiene alejada de la superficie del mar y apenas se acerca unos segundos para tomar aire y volver a las profundidades. La marsopa tiene una reproducción lenta, de aproximadamente cada dos años, y es apreciada por su capacidad de adaptación y su evolución genética. Los expertos han advertido que podría sobrevivir en un entorno natural adverso, siempre y cuando estuviera alejada de la mano del hombre que ha intervenido en su extinción.

Por su parte, el Gobierno mexicano ha desestimado el dato del comité científico que cifra en 30 la población de la vaquita en el país. El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, cuestionó el método usado por el Comité para calcular la población de la vaquita. "Este número de 30 ejemplares lo obtienen utilizando metodologías totalmente diferentes, por lo tanto, yo digo que sería importante hacer un estudio con las mismas metodologías y comparar peras con peras", dijo el funcionario en declaraciones difundidas por el diario Excelsior.

Greenpeace México también ha manifestado su preocupación. En un comunicado aseguró que el Gobierno mexicano y la comunidad internacional han fallado en la protección de esta especie. En los últimos 25 años, expone, ninguna de las políticas que se han implementado ha tratado con éxito la causa de la extinción mediante la captura incidental y la muerte de estos cetáceos. "Sabemos qué debe suceder para salvar a las vaquitas en su hábitat natural: acabar con la pesca de totoaba pero no solo desde el lado de la vigilancia sino también con la aplicación de políticas de apoyo socioeconómico en la región para involucrar a las comunidades en la protección de la vaquita", afirmó Gustavo Ampugnani, director ejecutivo del organismo en México.

Su salvación es la nueva cruzada de Leonardo DiCaprio. A sus 42 años, el actor se ha convertido en uno de las voces más fuertes en Hollywood en la lucha contra el cambio climático y por la preservación del medioambiente. El intérprete no solo ha llevado su discurso a la ceremonia de los premios Oscar, también ha hecho intervenciones en Naciones Unidas, ha realizado un documental, se ha entrevistado con los presidentes Barack Obama y con Donald Trump y se ha colocado en la primera fila de más de una manifestación.

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