Librería Quijote: Una nueva vida para los libros
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Un texto antiguo tiene más aventuras que las que sus páginas narran y la Librería Quijote es una oportunidad para rescatarlas
La pasión de Arturo Recio son los libros y su gran sueño de vida gira entorno a ellos. El primer paso para cumplirlo es la Librería Quijote, proyecto con el que devuelve la vida a volúmenes añosos presentándolos a nuevos ojos en búsqueda de más lecturas.
Fue la esposa de Recio, Patricia Rangel, quien le dio el impulso hace poco más de un año para comenzar a vender libros que, a pesar del tiempo y su apariencia, aún mantienen en sus páginas todo su valor literario.
“Harán unos tres años que yo le decía medio en broma medio en serio a mi esposa ‘híjole, yo cuando me jubile, por allá de los 60 años (tenía 40 en ese entonces), quiero poner mi librería, así como la de Rufino Rodríguez enfrente de la Viesca’, entonces esa era mi ilusión, retirarme y tener un lugar donde vaya la gente a comprar o simplemente a echar un café pero en ambiente de libros”, confesó Recio.
Pasaron casi 5 años, Patricia no ignoró el comentario de su esposo y nació en ella la “cosquillita” de alentarlo a comenzar con su anhelo, así que decidió darle el primer empujón.
“Ella hizo la página de Facebook sin avisarme, entonces ahora sí que como dicen, me aventó al ruedo. Me dijo que la había empezado a anunciar y que la gente ya estaba viendo el proyecto y como cualquier novedad, todo comenzó con conocidos, excompañeros de la universidad o del trabajo que se interesaban por los libros”, recordó.
Aunque todo iba bien, de pronto la actividad de la página se fue para abajo, “empezó como una llamarada y luego se apagó”, como lo describe él mismo, lo que generó un sentimiento de que aquello quizá no funcionaría, pero decidieron crear una nueva estrategia.
“Consultando en internet a nivel nacional me di cuenta de que la forma en la que esto estaba funcionando (las librerías virtuales) era a través de grupos; lo hicimos y la misma gente de la página volvió a interesarse, así que hicimos un reglamento, lo publiqué y eso le dio más seriedad al asunto”, explicó Arturo.
Hoy el grupo “Librería Quijote” cuenta con más de 800 integrantes y funciona cuando de su gran acervo, Recio elige algunos volúmenes, los ofrece publicando una foto, un resumen y de ser necesario un informe del estado físico del libro junto a su precio que puede ser desde los 40 hasta los 150 pesos cuando mucho, aunque en casos específicos el precio puede aumentar.
Y así empieza la dinámica: el primero que comente, se queda con el libro.
“No todos compran, muchos solo están al pendiente pero así es esta actividad, tiene altibajos, yo siento que sí hemos mantenido cierta actividad de ventas permanente, lo suficiente para estar activos y que la gente nos conozca”, señala el vendedor.
Una vez pactada la venta, las entregas se hacen en un centro comercial de Saltillo los sábados por la mañana, incluso ellos mismos visitan al comprador para entregarle su libro aunque con un costo extra.
El alcance de la “Librería Quijote” ya superó a la ciudad, por lo que los compradores de otros estados se esperan a tener varios libros separados para realizar un depósito y recibir su pedido por Correos de México.
Cuando alguien separa libros, sea de aquí u otro estado, y no concreta la venta, a los 15 días sus ejemplares elegidos vuelven a estar disponibles.
Consiguiendo el stock
Por ahora, la librería se concentra en vender literatura de cualquier género: los clásicos, colecciones únicas, libros de editoriales que desaparecieron o ya no se consiguen, éxitos del pasado, originales del boom latinoamericano primeras ediciones, etc.
Las hojas están amarillas, las pastas algo gastadas y algún detalle que muestra sus años como en nosotros las arrugas, pero son completamente legibles, son libros muy especiales que consigue casi siempre de tres formas.
“Mucho viene de mi propio estudio, yo compro libros desde prácticamente los 15 años, ya entonces me interesaba mucho tenerlos y todo mundo en mi familia sabía que mi regalo perfecto era un libro y fui juntando mi propia colección, así que cuando alguno ya no es propiamente de mi interés, lo pongo en venta” aseguró Recio.
Hace escalas a Monterrey, Torreón, Durango o Guadalajara, donde “primero junto un billete y luego voy y me pepeno”, comenta, cuando está de vacaciones porque su familia ya sabe que él va a ir a librerías de viejo para surtirse de material en cajas que para mucha gente es basura, pero para él, un tesoro.
“Pero yo estoy fatal - dice bromeando - porque bien me dice mi esposa ‘estás mal’ porque por cada libro que venda ¡me compro tres! entonces de veras a veces es frustrante porque ella me dice ‘pérateee, pues si la ganancia que tuvimos de una semana ya te la gastaste en una ida con Rufino’”.
Por eso le gusta la actividad de ser un librero, porque al compartir satisface gustos con el placer que siente al encontrar un libro y aunque no es el trabajo que le da de comer, él no tiene ningún problema porque “nada” entre fabulosos libros sin ningún remordimiento.
En el momento de la entrevista, Recio tenía una pila de libros en una mesa en la sala de su casa que esperaban ser ofertados, algunos pensaba en quedárselos o no.
Tenía en la mira “La virgen de los sicarios”, un antigua novela sobre la Revolución Cristera en México que no se consigue en tan buen estado como la que tenía en sus manos, o “Los novios” de Alessandro Manzoni, libros casi considerados únicos.
“Me da mucha tristeza porque hay libros que son una belleza y no encuentro otra forma de que alguien se haya deshecho de ellos más que el propietario ya haya muerto, porque no es posible que yo tenga en mis manos estos libros en tan buenas condiciones, tiene que ser solamente porque se murió su dueño, entonces lo veo como otra forma de vivir otras vidas”, reflexionó el librero.
El futuro
“Librería Quijote” cuenta con un número de clientes cautivo y cada vez recibe a más interesados, sin embargo aquí no termina el sueño.
La librería toma el nombre porque Recio está fascinado con el Quijote de la Mancha y porque vive en un fraccionamiento que tiene este nombre, y porque el Manco de Lepanto es un ideal.
“Todos sabemos que es la figura espigada del idealista consumado por excelencia, alguien que siempre persigue sus sueños a pesar de lo que le digan, lo que pase y cuánto se equivoque y sigue luchando por algo que muchas veces no entiende ni está cerca de saber a donde lo va a llevar”, dijo Recio.
Tiene como siguiente paso conseguir un local, comparte con su esposa este sueño y le apasiona; vive “esperando la raya” de su trabajo habitul para ir a surtirse de más material.
“Es mi ideal que nunca acaba, siempre va a estar permanente en nuestra búsqueda de lo que queremos ser y aspirar, entonces mientras tenga vida la sangre fluya por mis venas, voy a estar bien con esta actividad que no es para que me saque de pobre, es para ser felices”, finalizó.
DATOS
> Busca el grupo en Facebook/ Librería Quijote
> Los libros cuestan menos de 200 pesos
> Puedes recoger tus libros en un sitio público o recibirlos en tu casa por un costo extraCompraventa. Arturo entrega los libros vendidos en persona o por correo hasta donde necesiten llegar.