Los pros, los contras, cómo se hizo y qué dicen de la vacuna rusa contra el coronavirus
El antídoto recibió el nombre de Sputnik V en honor al primer satélite soviético en el espacio y sus creadores son los investigadores el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.
Una noticia inesperada sacudió la actualidad relacionada con el coronavirus este martes 11 de agosto, ya que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que su país ya tiene la vacuna para enfrentar el COVID-19.
El antídoto recibió el nombre de Sputnik V en honor al primer satélite soviético en el espacio y sus creadores son los investigadores el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.
¿Cómo es la vacuna rusa para enfrentar el coronavirus? Alexandr Guíntsburg, director del Centro Nacional de Investigación Gamaleya, comentó que el fármaco utiliza partículas no vivas creadas a base de adenovirus.
“Las partículas vivas son las que pueden reproducirse. Las partículas usadas carecen de esa función”, puntualizó Guíntsburg en un programa del canal Rossiya 24.
La gente del Gamaleya dice que la vacuna que está pensada para administrarse en dos dosis y que daría dos años de inmunidad contra el virus, provoca fiebre de 37 a 38 grados, pero debe tratarse con paracetamol.
La vacuna será producida en dos plataformas: por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y la compañía Binnofarm.
¿Qué dicen sus defensores? Yelena Smoliarchuk, directora del Centro de investigación clínica sobre medicamentos de la Universidad Séchenov, comentó en el sitio Sputnik, que la inmunidad se consigue tras tres semanas luego de colocarse la inyección, mientras que en el laboratorio Gamaleya confesaron que desde el extranjero han pedido 1,000 millones de dosis.
En el mismo sitio partidario del gobierno ruso, el médico Serguéi Tsarenko, profesor de la Facultad de Medicina Fundamental de la Universidad Estatal de Moscú comentó que, “la desarrollaron, sino que han elaborado una forma segura y efectiva para su desarrollo, basada en vectores. Como se acopla una estación orbital a un cohete de transporte, a un adenovirus, inofensivo para los humanos, se acopla un pedacito de coronavirus y se lo lanza en el organismo humano. Después de eso, el cuerpo crea inmunidad tanto alcohete de transporte como a la estación espacial. Para consolidar el éxito, en tres semanas, la misma estación espacial es lanzada en otro cohete de transporte, es decir, otro adenovirus. Y nuevamente se forma la inmunidad. El resultado es que se forma una inmunidad más débil para ambos adenovirus —después de todo, el cuerpo no la necesita— mientras que para el coronavirus, una protección inmunológica estable y confiable”.
Otros ven acá maniobras de desestabilización económicas y políticas. “Consideramos que esto forma parte del comportamiento competitivo de algunas compañías farmacéuticas occidentales que quieren dominar el mercado de las vacunas y no quieren tener competencia”, dijo el director del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kirill Dmitriev. “El Ministerio de Salud de Rusia seguirá todos los procedimientos requeridos para su aprobación, no se tomarán atajos”.
¿Qué dicen sus detractores? El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, llamó a la cautela tras el lanzamiento de la vacuna rusa. “Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad”, comentó.
El secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, también se refirió a la salida del fármaco ruso.
“El punto no es ser el primero con la vacuna. El punto es tener una vacuna que sea segura y efectiva para el pueblo estadounidense y la población mundial”, declaró en entrevista con la cadena ABC.