Lozoya está en una de las cárceles más conflictivas de España
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La cárcel de Alhaurín de la Torre, donde quedará preso el ex director de Pemex, es una de las prisiones españolas con mayor grado de hacinamiento y donde se han registrado la mayor tasa de muertes naturales del último año
Madrid. Emilio Lozoya, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) detenido el miércoles bajo cargos de corrupción, y quien es reclamado en extradición por México, ingresó hoy a una cárcel que, por su nivel de hacinamiento y violencia, es una de las más conflictivas de España.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior español confirmaron a La Jornada que el detenido llegó al penal “en torno a las siete de la tarde (hora española, doce del día en México)”.
Lozoya fue detenido ayer en la lujosa urbanización de La Zagaleta, en Málaga, en el sur de España, y pasó la noche en los calabozos de la comisaría provincial, hasta que hoy por la mañana fue trasladado a las dependencias judiciales de la vecina Marbella. Ahí prestó su primera declaración por videoconferencia ante el juez instructor del caso, Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional.
De esa forma, el ex funcionario pasará de dormir en el fraccionamiento más caro de España y uno de los vecindarios más exclusivos de Europa, a una de las cárceles con más porcentaje de hacinamiento en el continente.
El magistrado español decidió decretar la prisión incondicional y comunicada de Lozoya, sin derecho a fianza, ante el riesgo de fuga y la gravedad de los delitos por los que se ordenó su detención. La declaración se produjo entre las diez de la mañana y la una de la tarde.
El auto judicial se dio a conocer alrededor de las dos de la tarde locales y le fue notificado al propio Lozoya y a sus abogados en las mismas dependencias judiciales de Marbella.
Una vez que el juez adoptó la decisión, Lozoya permaneció en los calabozos de las dependencias judiciales, a la espera de que el juez decidiera el lugar de reclusión.
Alhaurín de la Torre: hacinamiento y violencia
La cárcel de Alhaurín de la Torre, donde quedará preso el ex director de Pemex, es una de las prisiones españolas con mayor grado de hacinamiento y donde se han registrado la mayor tasa de muertes naturales del último año.
Lozoya fue conducido hasta ahí por un vehículo policial. Una vez dentro de la cárcel fue sometido al procedimiento regular para el ingreso de los presos: revisión médica, la entrega de sus pertenencias y una breve información sobre las reglas de seguridad e internas del centro carcelario.
Después fue trasladado a su celda, donde permanecerá las próximas semanas, al menos hasta que el juez decida si finalmente le traslada a Madrid para que esté a disposición judicial de forma permanente.
La cárcel en la que permanecerá Lozoya es una de las más sobrepobladas del país. El año pasado se registraron más de siete muertes violentas entre los propios reclusos, que los sindicatos de empleados públicos atribuyeron a las malas condiciones de las instalaciones.
En el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre trabajan ocho médicos, hay 11 enfermeros y siete auxiliares de enfermería. La cifra total de empleados, entre personal administrativo y de servicios, asciende a 500 efectivos.
La cárcel fue inaugurada en diciembre de 1991 y es una de las trece que forman parte del sistema penitenciario de Andalucía.
Los presos viven en celdas de tres por cuatro metros, donde hay una mesa, un mueble para guardar la ropa y dos literas. Tiene 13 módulos con 70 celdas cada uno.
Uno de los módulos es exclusivo para mujeres y otro es llamado el módulo de respeto. A este último son derivados aquellos reos que se distinguen por su buen comportamiento y el cumplimiento de las tareas de reinserción que se les encomiendan.
En los últimos meses, debido precisamente al hacinamiento de los reclusos, también se han registrado agresiones de presos a empleados e incluso altercados entre familiares de presos, que se han convertido en noticia de los medios de comunicación locales.