Margarita Zavala sirvió al PAN desde los 16 años
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Por más de 30 años, Margarita Zavala militó en el PAN, ahí fundó el departamento jurídico del partido e impulso la agenda género. Ahora buscará ser candidata independiente a la Presidencia
Por más de 30 años, Margarita Zavala militó en el PAN. Consideraba que éste era un partido por el cual podía transformar al país y por ello soñaba con ser su candidata en las elecciones de 2018; ahora lo ve sin definiciones y alejado de sus principios.
Zavala renunció al PAN, pero aseguró que hizo lo posible para abanderarlo en el 2018, pero jamás descartó la vía independiente, debido a falta de claridad en los métodos de selección de candidatos.
Durante dos años, había pedido definiciones porque pero éstas nunca llegaron. "Un partido político necesita decidir bien a quien lo representa y a tiempo y ser claro con los ciudadanos, por eso le digo al PAN que no parezca que está jugando con los ciudadanos", dijo en una entrevista con MILENIO a mediados de agosto.
Según ella, nunca hubo piso parejo para ser el candidato; pese a ello, aseguró que "la respuesta de la gente me permite decir que estoy arriba en las encuestas, por la creatividad que hemos tenido y por la capacidad de voltear a ver a la gente".
Para Zavala, es natural buscar la Presidencia tras casi toda su vida de hacer política, además de que "soy la candidata más competitiva para enfrentar al gran adversario que es el pasado, representado en los distintos PRI que el país ha sufrido".
Ahora su reto será conseguir las más de 800 mil firmas para obtener una candidatura independiente y, posteriormente, conseguir los votos para llegar una vez más a Los Pinos, pero como Presidenta de la República.
Su paso por el PAN
Aficionada al cine, especialmente a Amores Perros, Zavala llegó a la política a los 16 años "convencida de lograr un cambio social en México". Desde entonces, su vida política estuvo ligada a Acción Nacional, del cual su madre era integrante.
En su bolsa siempre carga imágenes religiosas, hasta tres libros, el teléfono y su credencia de elector. Ama los Cazares con chamoy y los huazontles con mole y en sus sueños siempre está la imagen de un "México bien parado".
Desde que se graduó de la Escuela Libre de Derecho, combinó la docencia con su labor política en el PAN, incluso como primera dama jamás dejó de dar clases.
El terremoto del 85 le confirmó que no erró su carrera política, porque "la gente salió para vencer a la adversidad, fue una clara expresión de solidaridad". Ahí se convenció de la necesidad de la presencia del Estado para proteger a su población.
Su primer trabajo en el PAN fue voluntario, recorrió todo el país en las campañas políticas, a veces, dijo, hasta "por días completos", pero esa dedicación le permitió subir dentro del partido.
"Fundé el departamento jurídico de Acción Nacional cuando apenas estaba terminando la carrera, estuve en los recursos electorales; todas las leyes electorales de 89, 90, hasta 2006 tuvieron que ver con una revisión mía", dijo con orgullo.
También impulso las políticas de género del PAN y colaboró en la elaboración de las plataformas políticas del partido desde el 94 hasta el 2000; además, como coordinadora de temas sociales de los diputados panistas revisó todas las leyes relacionadas con pobreza, ciencia y educación.