Miles de mujeres en todo el mundo claman 'Ni una menos'
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Miles de mujeres salien a la calle en varias ciudades del mundo para condenar la violencia machista y reclamar justicia e igualdad
MADRID. "Ni una menos" es la exigencia que corearon este fin de semana en ciudades de todo el mundo las miles de mujeres que salieron a la calle para recordar que hoy se celebra el Día contra la violencia machista.
Unas protestas que fueron especialmente activas en varios países y que se vieron ensombrecidas en la ciudad turca de Estambul, donde la policía usó gases lacrimógenos contra las manifestantes por considerar que se habían salido del sitio autorizado.
Cada manifestación tendrá su imagen del día, pero entre las más vistas están las de las mujeres en Tel Aviv con gorros rosas en forma de cabeza de gata o la del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.
En Bruselas se celebró hoy la cumbre para dar luz verde al Brexit y Tajani compareció en una rueda de prensa con una imagen inédita pues bajo el ojo izquierdo tenía una marca roja que recordaba un golpe.
Era su forma de adherirse, tanto él como la Eurocámara, a "la lucha contra violencia contra la mujer", dijo el político a la prensa.
Una iniciativa que tiene su origen en la liga de fútbol italiana, donde los jugadores de la serie A y los árbitros saltaron al campo con esa marca en el ojo, acompañados de niñas y con el lema: "una roja a la violencia".
Una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual, principalmente a manos de sus parejas o exparejas, según la ONU, y para protestar contra este abuso miles de personas se echaron este fin de semana a las calles de Madrid, México, Santo Domingo, Berlín, París, Milán o Estambul.
De entre las manifestaciones destaca la colorida marcha de Tel Aviv, donde miles de mujeres convocadas por organizaciones feministas israelíes desfilaron con gorros rosas con forma de cabeza de gata y tejidos por el colectivo de mujeres africanas refugiadas Kuchinate.
Los gorros están inspirados en el estadunidense Proyecto Pussyhat, que marcó la Marcha de las Mujeres de Washington en noviembre de 2016, y son un símbolo de apoyo a los derechos de las mujeres y por la resistencia política.
La jornada de manifestaciones reivindicativas tuvo su contrapunto en Estambul, donde la Policía trató de dispersar a las mujeres con gases lacrimógenos cuando quisieron extender la concentración más allá de la plaza donde estaba autorizada.
Sin embargo, tras un momento de tensión, las mujeres siguieron alzando sus pancartas y gritando: "No nos callaremos, no tenemos miedo, no nos someteremos".
Semra, una profesora que participaba en la marcha, dijo que no entendía por qué había "tanta policía en una manifestación pacífica. Luego, cuando las mujeres necesitamos protección contra la violencia, siempre llegan tarde".
"Ni una menos, libres nos queremos" fue el grito que se escuchó en las manifestaciones celebradas en múltiples ciudades españolas y que en Madrid reunió a 12 mil personas, en un día marcado por el asesinato de una mujer senegalesa, al parecer por su expareja, en Monzón (noreste), y que eleva a 45 las mujeres muertas este año en España.
El Día contra la violencia machista fue creado por la ONU en recuerdo de las dominicanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas por la policía secreta del dictador Rafael L. Trujillo el 25 de noviembre de 1960.
En Santo Domingo, la marcha contra la violencia, bajo la consigna "Ni una menos" estuvo encabezada por un carro fúnebre con una pancarta en la que se leía "Las niñas no se matan" y otra con el mensaje "Ni un entierro más".
América Latina es, según el último informe de Naciones Unidas, la región del mundo con mayores índices de agresiones de género, ya que cada día fallecen de promedio doce latinoamericanas y caribeñas.
En Europa también se gritó "Ni una menos" en ciudades de como Roma, donde los manifestantes lucían ayer pañuelos rosas, mientras en Alemania se convocaron hoy actos en varias ciudades, entre ellas Berlín.
La Liga Internacional Feminista llamó a una manifestación en la capital alemana a la que los hombres no estaban invitados y les recomendaron que, si querían solidarizarse con las protestas, organizaran actos en otros sitios de la ciudad.