Miles protestan en calles de EU por triunfo de Trump: "No es mi presidente", gritan (Videos)

Internacional
/ 10 noviembre 2016

Al grito de “no es mi Presidente”, miles de personas volvieron este día a las calles en al menos dos ciudades importantes de Estados Unidos, después de que anoche mostraron su rechazo a Trump con protestas en Nueva York, Seattle, Filadelfia (Pensilvania), Chicago (Illinois), Boston (Massachusetts) o las californianas Los Ángeles, San Francisco, San Diego.

Washington/Chicago/Nueva York .— Miles de estadounidenses protestan en las calles y en las redes sociales desde el miércoles para dejar claro que no aceptan la victoria de Donald Trump y que ni es ni será su presidente.

Las grandes ciudades del país, las universidades y los jóvenes son los protagonistas del movimiento “Not my president” (No mi presidente), un lema que nació como etiqueta en Twitter desde que se conoció el sorprendente resultado electoral en la madrugada del miércoles.

A través de su página en otra red social, Facebook, el movimiento ha convocado una gran protesta frente al Capitolio el día de la investidura de Donald Trump, el próximo 20 de enero.

“Únete a nosotros el día de la investidura para hacer oír nuestra voz. Nos negamos a reconocer a Donald Trump como presidente de Estados Unidos y nos negamos a aceptar órdenes de un Gobierno que pone a intolerantes en el poder”, reza la convocatoria.

Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York y uno de los principales asesores de Donald Trump, calificó hoy de “llorones” a los estudiantes que se quejan y protestan por la victoria electoral del candidato republicano.

Giuliani, en una entrevista con el canal Fox News, restó importancia a las manifestaciones contra el presidente electo registradas en varias ciudades y campus del país y criticó el apoyo ofrecido por algunas universidades a sus alumnos molestos por el resultado electoral.

“La realidad es que son un atajo de llorones consentidos”, dijo el veterano político, que suena con fuerza como posible fiscal general bajo la nueva Administración.

Según Giuliani, “la mayoría de los jóvenes no está llorando, está en las clases” y, de hecho, crece entre ellos el número de conservadores.

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El “No mi presidente” se ha hecho oír en al menos 25 ciudades, pero especialmente en las grandes urbes y bastiones progresistas de Nueva York, Los Ángeles, Oakland, Chicago, Filadelfia, Portland, Atlanta, Boston, Seattle, San Francisco y Washington DC.

En la tarde y noche del miércoles se registraron las mayores concentraciones, que en general tuvieron un tono pacífico salvo por algunos incidentes y varias decenas en detenciones.

La mayor tensión se vivió en Oakland (California), donde algunos de los cerca de 7.000 manifestantes lanzaron cócteles molotov y piedras a la policía y prendieron al menos 40 fuegos en una noche que se saldó con tres agentes heridos y 30 arrestos.

En Nueva York, donde siguen hoy las protestas, se detuvo a 65 personas en las manifestaciones del miércoles, que discurrieron desde lugares como la plaza Union Square o Columbus Circle hasta las cercanías del edificio Trump Tower.

El hecho de que el magnate inmobiliario posea edificios con su nombre en numerosas ciudades del país ha dado a los manifestantes lugares claros e icónicos de protesta.

El último en abrir ha sido el hotel de Trump en la Avenida Pensilvania de Washington DC, a diez minutos caminando y en la misma avenida de la que será su nueva residencia a partir de enero: la Casa Blanca.

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Desde la campaña este hotel, ubicado en el edificio de la histórica Oficina Postal de la ciudad, se ha convertido en lugar de las protestas contra el magnate, unas manifestaciones que se extienden desde el miércoles al lado norte de la Casa Blanca.

Decenas de personas marcharon y protestaron hoy frente a la mansión presidencial alrededor de las 11.00 hora local (16.00 GMT), hora a la que comenzó la primera visita de Trump al presidente, Barack Obama, y a su futura ciudad tras su victoria.

En el tramo de la Avenida Pensilvania del lado norte de la Casa Blanca, epicentro de las manifestaciones públicas en Washington, se reunieron hoy detractores de Trump, contados seguidores, turistas y curiosos.

Dos veinteañeras captaron la atención de todas las cámaras exhibiendo su cartel de “Que le jodan a Trump. #Nomipresidente”, delante del cordón de seguridad y los agentes del Servicio Secreto.

“No me representa. Ha alentado la violencia contra mí. Viniendo para aquí un tipo me ha dicho que me vaya del país. Este país es la única casa que conozco”, cuenta Mobashra Tazamal, que emigró de Pakistán a Estados Unidos a los cinco años.

“Soy musulmana, mujer, inmigrante. Donald Trump ha atacado todas mis identidades”, añade la joven activista, de 27 años.

En solitario se manifestó Olivia Emerald, de 24 años. Hizo 15 horas de autobús desde Maine, en el extremo nordeste del país, para protestar en la primera visita del presidente electo a la Casa Blanca.

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Cerca de ella se acaloraba una discusión entre un hombre mayor blanco y unas jóvenes afroamericanas: él les conminaba a que acepten a Trump como su presidente como él hizo con Obama, quien no le gustaba en absoluto.

Sin embargo, las miles de personas que salen a la calle desde el miércoles para gritar “No mi presidente”, como Deborah Klaus, lo tienen claro: “No, no, no, oh, no. Por encima de mi cadáver. Nunca será mi presidente”

Está previsto que las manifestaciones contra Trump sigan durante los próximos días para expresar el rechazo al “racismo, intolerancia, islamofobia, xenofobia y homofobia” que este movimiento considera que representa el presidente electo.

LAS MOVILIZACIONES DE AYER

Miles de manifestantes de todo Estados Unidos tomaron el miércoles las calles para condenar la elección de Donald Trump como Presidente. No se sabe si este jueves retomarán las movilizaciones que son pacíficas, en su mayoría, pacíficas, de acuerdo a las autoridades.

Anoche, cinco personas resultaron heridas cuando un hombre abrió fuego en el centro de la ciudad de Seattle, en Washington, cerca de donde se produjo una de las protestas contra la elección de Donald Trump como nuevo Presidente. En un comunicado, el Departamento de Policía de Seattle indicó que el suceso no parece estar conectado con las protestas y que, de hecho, hay indicios de que fue fruto de una discusión.

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El tiroteo se produjo sobre las 18.45 hora local (02.45 GMT) cerca de una parada de autobús y de una tienda, donde la Policía encontró a cinco personas heridas, una mujer y cuatro hombres. Uno de los hombres se encontraba herido de gravedad y fue trasladado a un hospital cercano, detalló la Policía local de Seattle, que no precisó si el autor del tiroteo ha sido arrestado.

Al grito de “no es mi presidente”, miles de personas mostraron anoche su rechazo a Trump con protestas en las principales ciudades como Nueva York, Seattle, Filadelfia (Pensilvania), Chicago (Illinois), Boston (Massachusetts) o las californianas Los Ángeles, San Francisco y San Diego.

Todas estas urbes son bastiones demócratas en los que Hillary Clinton ganó este martes a Trump con grandes márgenes.

Ayer, en Chicago, varios miles de personas marcharon por el Loop y se reunieron a las afueras de la Torre Trump entre gritos de “¡No es mi Presidente!”.

Michael Burke, residente de Chicago, cree que el Presidente electo “dividirá al país y fomentará el odio”. Añadió que existe un deber constitucional para no permitir eso. Una protesta similar reunió a cerca de mil personas en Manhattan. A las afueras de la Torre Trump de la Quinta Avenida, la policía instaló barricadas para contener a los inconformes.

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Cientos de manifestantes se reunieron cerca de la alcaldía de Filadelfia pese al clima helado y lluvioso. Los participantes —entre los que había simpatizantes de la aspirante demócrata Hillary Clinton y el senador independiente de Vermont, Bernie Sanders— expresaron su molestia hacia republicanos y demócratas por el resultado electoral.

En Boston, miles de manifestantes opuestos a Trump recorrieron el centro de la ciudad entre gritos de “Trump es un racista” y llevando pancartas que decían “Destituyan a Trump” y “Eliminen el Colegio Electoral”.

Los manifestantes se reunieron en el parque Boston Common para dirigirse al capitolio estatal de Massachusetts, ante una fuerte presencia de elementos de seguridad.

Cientos de estudiantes de la Universidad de Texas salieron de las aulas para marchar por el centro de Austin. Transitaron por las calles cercanas al capitolio de Texas y bloquearon brevemente un transitado puente.

Otros manifestantes gritaban consignas y llevaban carteles frente al Trump International Hotel en Washington, D.C.

Medios de prensa local transmitieron un video grabado la noche del miércoles sobre una multitud pacífica frente a su nuevo hotel en el centro de la ciudad. Muchos de ellos gritaban: “No al racismo en Estados Unidos, no a Trump, no al KKK”.

Otro grupo permaneció fuera de la Casa Blanca. Sostuvieron velas, escucharon discursos y entonaron canciones.

A primeras horas del miércoles, manifestantes en la American University quemaron banderas estadounidenses en el campus.

En Oregon, decenas de personas bloquearon el tránsito en el centro de Portland, quemaron banderas estadounidenses y obligaron la demora de trenes en dos líneas del tren ligero. Previamente, la protesta en el centro de la ciudad atrajo a varios seguidores de Trump, quienes se burlaron de los manifestantes con letreros. En cierto punto, un simpatizante de Trump fue perseguido por la Plaza Pioneer Courthouse y fue golpeado en la espalda con una patineta antes de que otras personas intervinieran.

También se reportaron protestas en varias universidades de California y Connecticut, mientras que varios cientos de personas se manifestaron en San Francisco y otras se reunieron a las afueras de la alcaldía de Los Ángeles.

El único acto de violencia grave se reportó en Oakland, California, durante una protesta que comenzó poco antes de la medianoche y se extendió hasta la mañana del miércoles.

Algunos manifestantes incendiaron botes de basura, rompieron ventanas y pintaron consignas en cinco negocios del centro de la ciudad, informó la policía. No se arrestó a ningún sospechoso.

Otra protesta comenzó la noche del miércoles en el centro y varios cientos de personas gritaron consignas y ondearon pancartas en la Plaza Frank Ogawa.

En San Francisco, cientos de personas marchan sobre Market Avenue, una de las principales avenidas de la ciudad, para integrarse a una vigilia en el Distrito Castro, un vecindario predominantemente homosexual.

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