Muere Genscher, uno de los arquitectos de la reunificación alemana
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Durante sus 18 años como ministro de Exteriores desde 1974 hasta 1992, Genscher viajó unos dos millones de kilómetros como parte de su esfuerzo para suavizar las tensiones de la Guerra Fría.
El ex ministro de Exteriores alemán Hans-Dietrich Genscher, considerado uno de los arquitectos de la reunificación alemana, murió en la noche del jueves a la edad de 89 años por un problema cardiovascular, informó hoy su oficina en Bonn.
El político del Partido Liberal (FDP) llevaba retirado de la política activa desde 1992, después de ser ministro de Alemania durante casi un cuarto de siglo.
Junto con el canciller alemán Helmut Kohl fue uno de los políticos alemanes que reconoció las posibilidades de poder volver a unir Alemania tras la implosión de la Unión Soviética, que desencadenó en la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989.
Durante sus 18 años como ministro de Exteriores desde 1974 hasta 1992, Genscher viajó unos dos millones de kilómetros como parte de su esfuerzo para suavizar las tensiones de la Guerra Fría.
La canciller alemana, Angela Merkel, lamentó la pérdida del que calificó como un "estimado estadista". "Me inclino con respeto ante el trabajo en vida de este gran patriota liberal y europeo", lo alabó la mandataria germana.
Genscher marcó el cargo de ministro de Exteriores como ningún otro. La obra de su vida estaba determinada por dos objetivos: el proceso de distensión europeo y la reunificación alemana. Les dio esperanzas de un cambio a millones de personas en la República Democrática Alemana (RDA) y en el este de Europa, señaló Merkel. "Nunca aceptó la injusticia de la división alemana", agregó.
Nacido en 1927 en Halle, posteriormente parte del este de Alemania, Genscher fue primero miembro de las Juventudes Hitlerianas y más adelante miembro del partido nazi, con el que sirvió en las fuerzas aéreas hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, después de lo cual terminó en un campo de prisioneros de los Aliados.
Una vez libre estudió derecho y se trasladó al oeste de Alemania en 1952, donde ejerció la abogacía y se afilió al Partido Liberal hasta que en 1965 accedió al Parlamento alemán.
Fue ministro del Interior de 1969 a 1974 y de Exteriores hasta 1992, primero en el gobierno de coalición de socialdemócratas (SPD) y liberales y posteriormente con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Helmut Kohl. El canciller alemán y Genscher fueron los mentores de la reunificación alemana en 1990.
El hombre del jersey amarillo, que para las nuevas generaciones alemanas es ya historia, fue uno de los políticos más queridos en Alemania y una de las más importantes personalidades de los liberales. Desde 1974 hasta 1985 fue presidente del FDP.
Genscher, a pesar de llevar a sus espaldas dos ataques al corazón, se empleó a fondo para lograr ratificar el contrato "2 + 4", su obra maestra, con el que Alemania recobró su soberanía 46 años después del final de la Segunda Guerra Mundial en 1991.
El punto más bajo de su larga carrera política lo vivió como titular de Interior con el Gobierno de Willy Brandt cuando terroristas palestinos tomaron como rehenes a 11 miembros del equipo olímpico israelí durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.
"El ataque al equipo olímpico israelí fue el momento más difícil de mi carrera", recordaría después.
Por el contrario, su mayor satisfacción en sus 23 años de trabajo en el Gobierno lo vivió el 30 de septiembre de 1989 en el balcón de la embajada alemana en Praga cuando anunció a los miles de ciudadanos que habían huido de la extinta República Democrática Alemana (RDA) que podían ir al oeste.
"He venido para informarles, que se les permitirá viajar...", comenzó entonces desde el balcón sin poder terminar su mensaje ante el ensordecedor júbilo de los presentes que habían buscado refugio en la embajada. Genscher lo recordaría como su "momento más feliz".
"Hans-Dietrich Genscher hizo historia literalmente en su larga y movida vida: La historia de nuestro país, Alemania, y la historia de Europa. Se ha ganado su lugar en los libros de historia", declaró el vicencanciller alemán y líder socialdemócrata, Sigmar Gabriel.