Asesinan a niña de 10 años y a su tío en ataque contra familia en Veracruz
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"Le dispararon a la niña, la persiguieron y le dispararon"
Un hombre y una niña de 10 años murieron asesinados a balazos ayer en la mañana, en las calles de Tihuatlan, Veracruz.
Las balas de un R15 y una pistola calibre .45 milímetros acabaron con las vidas de Francisco y de su sobrina de 10 años ayer en la mañana. Mientras que otras tres personas resultaron lesionadas, todos familiares, entre ellos un niño de un año.
La agresión ocurrió alrededor de las 10:15 horas, de acuerdo con testimonios de vecinos. Pedro Argüello Carreón, de 29 años, conducía un automóvil en el cual viajaba en compañía de su hermana, Nayeli “N”, de 23 años, quien llevaba en brazos a su hija Danae, de apenas 1 año.
Ambos llegaron a la entrada de una cuartería, donde fueron recibidos por Patricia “N”, de 22 años, Amairani, de 10, y Arturo, de 9. Cuando iban bajando de la unidad fueron atacados por cuatro hombres encapuchados, quienes portaban armas de diferentes calibres.
“Se escuchó como un estruendo y después parecía que no iban a parar nunca”, contó uno de los vecinos. Pedro murió en el asiento de la unidad a causa de varios impactos de bala, el resto de la familia corrió a refugiarse en los cuartos, sin embargo, Amairani presentó varios impactos de bala, los cuales le quitaron la vida.
“Le dispararon a la niña, la persiguieron y le dispararon y muchos dicen que ya está muerta porque no se la llevó la ambulancia”, dijo una mujer, mientras lloraba afuera de una tienda, donde parecía que iba a colapsar tras la crisis nerviosa que sufría. Todos callaron tras la dura y casi increíble afirmación.
Amairani corrió de regreso con Patricia y su hermano cuando empezaron los disparos, pero fue la última en regresar y fue alcanzada por uno de los agresores.
“Estamos en un lugar donde ya no hay respeto por la vida, no hay valores, pero sobre todo, no hay humanidad; dispararle a una niña, es de cobardes y malditos”, lamentó una de las vecinas.
Patricia, Arturo y la pequeña Danae, permanecieron escondidos en un cuarto mientras llegaban los policías; los tres fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja, debido a varios impactos de bala que recibieron.
La zona fue acordonada más de 100 metros a la redonda por cuatro grupos policiacos. Dos peritos criminalistas de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron las diligencias previas al levantamiento de los cuerpos, los cuales fueron enviados a las instalaciones del Servicio Médico Forense (semefo), donde fueron reconocidos de manera oficial por sus familiares.