Napoleón Gómez Urrutia se defiende, 'la Corte me absolvió'
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López Obrador tiene una visión a futuro de lo que México necesita, asegura. Expresa que hay una campaña en su contra pagada por los barones de la minería
Napoleón Gómez Urrutia advierte que su candidatura al Senado de la República reactivó la campaña grotesca, orquestada y pagada por los barones de la minería, y a quienes lo acusan de cometer hechos ilícitos y de ser un prófugo de la justicia les recuerda lo que parecen olvidar: desde el 28 de agosto de 2014 la Suprema Corte de Justicia de la Nación me absolvió a 100 por ciento de todas las falsas acusaciones (11 denuncias al hilo) promovidas por empresarios y políticos mezquinos y corruptos. A mí los ministros no me perdonaron, me exoneraron.
En entrevista telefónica con La Jornada, el líder minero explica que el fallo del máximo tribunal de la nación fue definitivo, inapelable, unánime, total y de fondo, por lo que dejó sin efecto todas las órdenes de aprehensión. Pero esto, dice, no lo mencionan quienes vociferan en mi contra, y no lo hacen porque son los portavoces pagados de gentuza como Germán Larrea, Alberto Bailleres y Alonso Ancira; parecen perros en carnicería, a menos, claro está, que sostengan que los ministros son corruptos y que se dejan comprar por el primero que pase.
De igual forma señala que los magistrados de la SCJN (cuarto tribunal en materia penal, expediente 121/2014) sentenciaron que fue totalmente legal la extinción del fideicomiso minero de 55 millones de dólares, acción que fue tomada, vilmente, como mero pretexto por ese poder económico y político para iniciar la persecución en mi contra e intentar dañar a nuestro sindicato Pero, insisto, quedé absoluta y legalmente exonerado de todas y cada una de las falsas acusaciones.
Nada de eso se menciona, en una suerte de ataque selectivo de amnesia. Por el contrario, la campaña en mi contra resulta muy agresiva, y creo que ninguno de los que hemos sido propuestos a posiciones al Congreso ha estado sujeto a tantas agresiones. Hay que registrar quiénes atacan: los periodistas de siempre, los gatos de siempre (como Javier Lozano, quien debería estar en la cárcel y no de vocero partidista) y los heraldos de los empresarios de siempre. Pero ninguno de ellos denuncia que el homicidio industrial en Pasta de Conchos se mantiene impune.
Gómez Urrutia resalta que los barones de la minería están nerviosos por mi regreso; tienen miedo por mi reincorporación a la vida política del país. Es un ataque de pánico de quienes han organizado esto en mi contra. Larrea, Bailleres, Ancira, Villarreal Guajardo son indecentes, y su estrategia es mantenerme fuera del país a toda costa, pero de ninguna manera permitiré que me cancelen mis derechos como ciudadano mexicano.
En este sentido, agrega, repiten hasta la ignominia que no reúno los requisitos legales para llegar al Senado de la República, porque, dicen, no tengo la residencia. Sobre el particular, exige revisar los artículos 55 y 58 constitucionales, que detallan tales requerimientos: para ser diputado se requiere ser ciudadano mexicano por nacimiento en el ejercicio de sus derechos, tener veintiún años cumplidos el día de la elección, ser originario de la entidad federativa en que se haga la elección o (no y) vecino de ésta con residencia efectiva de más de seis meses anteriores a la fecha de ella. Y el segundo, que para ser senador son los mismos requisitos que para ser diputado, excepto el de edad, que será la de 25 años cumplidos el día de la elección. Además, mi credencial de elector está vigente, al igual que mis derechos políticos y no tengo acusaciones en mi contra.
Es previsible que el golpeteo se mantenga, dice Gómez Urrutia, porque han contratado despachos especializados en campañas sucias, pagados por empresarios criminales y corruptos que son una vergüenza para el país. Son los mismos que han llevado a México al despeñadero, mientras se enriquecen escandalosamente a costillas de los bienes nacionales.
Obtener la candidatura de Morena, señala, es un reconocimiento a la causa de los mineros, a nuestra lucha, que ha recibido premios internacionales en varios países (Noruega, Suecia, Canadá, Inglaterra, Estados Unidos). Pero en México siguen atacándonos, cuando los Larrea, Bailleres, Ancira, Villarreal Guajardo y otros violadores del Estado de derecho son los que deberían estar en la cárcel. Todos tienen la cola sucia.
Sobre su regreso a México tras doce años de ausencia, Gómez Urrutia explica: sólo espero los tiempos políticos; no retorno con deseos de revancha. Quiero contribuir a la mejoría de mi patria, de los mineros y de la clase trabajadora en su conjunto. Avancemos; Andrés Manuel tiene una visión muy clara de lo que México necesita. Requiere de un nuevo modelo que nos conduzca a un futuro mejor, que deje atrás la concentración del ingreso y la riqueza, la corrupción y la impunidad, y que saque al país de la decadencia que vive.