Niños vigilan el negocio de combustible robado, obligados por peligrosas bandas
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Los Marranos y Los Negros, las bandas más violentas que se dedican a este ilícito
Al menos 70 comunidades de cinco estados del país viven del robo de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), y los menores de edad son obligados a trabajar como halcones (vigilantes) para avisar de operativos contra esta actividad ilícita, señalaron mandos de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
Veracruz, Puebla, Hidalgo, Guanajuato y Tabasco son las entidades donde mayor numero de comunidades están relacionadas con este negocio ilícito, “y en esta actividad participan familias enteras, lo que involucra a todos los habitantes de una manera u otra en la obtención, venta y utilización de las ganancias obtenidas por las bandas dirigidas por integrantes de Los Zetas que operan desde Veracruz.
Los procuradores de Justicia de la zona centro del país revelaron la problemática que viven los menores de edad en las comunidades donde dominan los grupos dedicados a la sustracción ilícita de combustibles, y señalaron que las bandas están utilizando a niños y niñas como espías o vigilantes para realizar sus actividades ilícitas. Además, los delincuentes están cometiendo contra de los menores el delito de trata por trabajo forzado.
Lo anterior se reveló durante los trabajos de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, que reunió a los fiscales y procuradores de Hidalgo, la Ciudad de México, el estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Los encargados de procurar justicia señalaron en sus acuerdos que: Los delitos cometidos en materia de hidrocarburos generan graves consecuencias en la vida cotidiana de las comunidades. Incluso, cada vez con mayor frecuencia el robo de hidrocarburos lastima la integridad de las niñas y los niños de las poblaciones más vulnerables de esta zona, ya que las organizaciones delictivas los están utilizando como espías y vigilantes para cometer estos delitos e incluso se comete en su contra el delito de trata por trabajo forzado.
Los procuradores y fiscales hicieron un llamado “a la ciudadanía y a las comunidades más vulnerables de esta región a no dejarse cooptar por los llamados huachicoleros, ya que su colaboración les hace cómplices de la operación y protección a los grupos delictivos que se dedican a este ilícito”.
La ruta del triángulo rojo
El ducto que nace en Minatitlán, Veracruz, cruza por Puebla, Tlaxcala, estado de México y la capital del país, tiene una extensión de 597 kilómetros, atraviesa 60 municipios y constituye la red en la cual Pemex ha registrado la mayor cantidad de pérdida de hidrocarburos.
A lo largo de la ruta se ha identificado la presencia de varias organizaciones criminales, de las cuales dos, conocidas como Los Marranos y Los Negros, son consideradas las más violentas; una es dirigida por un hombre identificado como El Bucanans.
Uno de los primeros puntos donde las autoridades localizaron tomas clandestinas en el ducto Minatitlán-México se ubica en la comunidad La Esperanza, en el municipio de Actopan, Veracruz, donde habitan 646 personas.
Sin embargo, el robo abarca otras zonas, como Córdoba, Orizaba, Cuitláhuac, Tetelcingo, Coscomatepec, Tierra Blanca, Coztacoalcos y Las Choapas
En Puebla se ha identificado una zona a la que se conoce como el triángulo rojo y que está integrada por los municipios de Acajete, Tepeaca, Quecholac, Palmar de Bravo, Acatzingo y Tecamachalco. Se le denomina así por el gran número de enfrentamientos que han ocurrido en la región, ya sea por la disputa del control de las tomas clandestinas o por los choques armados que han tenido los grupos delictivos con autoridades federales.
Además están San Miguel Xonacatepec, Atzizintla, Las Dalias, Moxolahuac, Santa Rita, Coltzingo y Cuauhtémoc.
En Hidalgo las autoridades han detectado la presencia de huichicoleros en Pachuca, Tamalada, Tulancingo, Tula y Cuautepec de Hinojosa.
En otros ductos importantes se han detectado grupos delictivos que presuntamente están vinculados con el cártel Jalisco Nueva generación, que operan en Guanajuato, en las zona de Celaya, Apaseo el Grande, Apaseo El Alto, Irapuato, Salamanca, Cortázar, Abasolo y Silao.
En Tabasco, Los Zetas controlan el robo a ductos en los municipios de Cárdenas, Huimanguillo y Comalcalco.
