Obama entre el mate, Borges, Cortázar y el fanatismo por Messi

Pocas horas en Buenos Aires le bastaron a Barack Obama para darse un baño de argentinidad. Probó mate, confesó que sus hijas quieren conocer a Lionel Messi y reveló que durante sus estudios leyó mucha literatura argentina, en especial obras de Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.

"Hoy tomé mi primer mate y me gustó bastante", confesó primero en la rueda de prensa junto al presidente Mauricio Macri y luego en la reunión con jóvenes. Y anticipó que se llevará yerba mate a Washington.

"No sé qué tipo de controles de importación y exportación estaré violando, pero generalmente en el Air Force One puedo hacer lo que quiera", afirmó.

Obama se movió en sus primeras 24 horas en la Argentina bajo estrictas medidas de seguridad, en su limosina trasladada especialmente desde Estados Unidos y con una nutrida comitiva de fuerzas de seguridad locales y norteamericanas que le permitió poco contacto con los porteños.

Pero se permitió un rato de conversación relajada en la Usina del Arte. Allí desplegó todo su carisma, con las mangas de la camisa arremangadas y con un notable dominio de la escena en la reunión con jóvenes estudiantes.

Respondió a todas las preguntas que le plantearon, desde cuestiones sobre la campaña electoral estadounidense hasta los inodoros eléctricos que se usan en su país y que son muy extraños para los argentinos. Y se sorprendió también con una profesora que dedicó sus segundos de micrófono a elogiarlo y llorar emocionada, sin hacer preguntas.

Obama reveló que sus hijas Malia y Sasha, que lo acompañan en su visita oficial en Argentina, ya conocieron al papa Francisco y que "ahora quieren conocer a Messi". Llegaron sin embargo tarde, porque el crack del Barcelona partió por la tarde rumbo a Chile para jugar mañana por las eliminatorias sudamericanas.

Así que el encuentro quedará para más adelante, tal vez en julio cuando se dispute la Copa América en Estados Unidos.

El presidente llegó esta madrugada a Buenos Aires luego de su histórica visita a Cuba, acompañado por su esposa Michelle Obama, sus hijas y su suegra.

La primera dama brindó hoy una charla en el marco de su programa "Dejemos que las niñas aprendan", y luego almorzó junto a las mujeres de la familia en un conocido restaurante del barrio porteño de San Telmo para probar la afamada carne argentina.

El presidente estadounidense confesó en tanto que de joven fue "un gran fan de la cultura argentina" durante sus épocas de estudiante.

"Leí mucha literatura argentina. Cuando leía a Borges y Cortázar, esa gente estaba tomando mate y yo no sabía de qué se trataba. Así que finalmente lo supe ahora que vine a Buenos Aires. Estoy orgulloso de anunciar que acabo de probar mate por primera vez", declaró.