Obama visita a antiguos enemigos convertidos en aliados en Asia
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Obama es el tercer presidente de Estados Unidos en visitar Vietnam desde el fin de la guerra y la normalización de relaciones en 1995.
La gira asiática que el presidente estadounidense, Barack Obama, comienza el lunes pondrá el foco en Vietnam y Japón, dos naciones que una vez protagonizaron largas y sangrientas guerras contra Estados Unidos, pero que ahora son importantes aliados en el intento de Washington de estrechar lazos y aumentar su influencia en la región.
Funcionarios estadounidenses destacaron la intención de pasar página y mirar hacia adelante con el viaje que arranca el lunes en Vietnam, un país cargado de una tensa historia lastrada por años de guerra en los 60 y 70 del siglo pasado, y concluirá el viernes con una visita al Monumento de la Paz de Hiroshima, que recuerda el lugar donde Estados Unidos lanzó su primera bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial.
"En la búsqueda de un nuevo equilibrio (con Asia), hemos promovido una extraordinaria reconciliación con dos antiguos enemigos", dijo el secretario de Estado adjunto para Asia Oriental y el Pacífico, Daniel Russel.
"Lo verán en esta visita, cuando el presidente viajará a dos naciones con las que hemos librado amargas guerras y con las que ahora hemos construido un extraordinario nivel de cooperación y asociación".
La Casa Blanca reconoció la difícil historia de las dos naciones. Funcionarios del país se reunieron con grupos de veteranos de guerra antes del viaje. Pero al contrario de lo que ocurrirá con Japón, la visita de Obama a Vietnam no incluye paradas en lugares vinculados directamente con la guerra.
Obama es el tercer presidente de Estados Unidos en visitar Vietnam desde el fin de la guerra y la normalización de relaciones en 1995.
El mandatario no se centrará en el pasado sino en una relación de futuro afianzada por un acuerdo comercial firmado por 12 naciones impulsado por su Gobierno.
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) acordado el año pasado, abrirá el creciente mercado vietnamita a los productos estadounidense, señalan funcionarios comerciales, destacando la supresión de tarifas como la del 70 por ciento que pesa sobre los automóviles estadounidenses.
Los funcionarios también han defendido el acuerdo frente a las preocupaciones de que podría dañar el sector manufacturero estadounidense, incluyendo la industria textil, en la que saldrían beneficiados los productos vietnamitas.
Desde la guerra sigue vigente el embargo de armas y han circulado especulaciones sobre si Obama lo levantará durante el viaje o poco después. Estados Unidos suavizó las restricciones hace dos años y la administración Obama ha recibido llamamientos para que lo levante por completo.
El asesor de seguridad nacional Ben Rhodes señaló que la cuestión es revisada de forma regular y se espera que se debata con los vietnamitas, pero hizo hincapié en que la relación está "en evolución" y siguen vigentes las preocupaciones por cuestiones de derechos humanos.
La visita incluirá un encuentro con el presidente vietnamita, Tran Dai Quang, el primer ministro Nguyen Xuan Phuc y el líder del Partido Comunista Nguyen Phu Trong.
En Japón, donde Obama acudirá a la cumbre del G7 los próximos jueves y viernes, la historia estará muy presente, pues terminará su visita en el lugar que recuerda el bombardeo nuclear de Hiroshima.
No se espera un gran discurso de Obama, pero sí que hable de los horrores de la guerra, la alianza nipona-estadounidense y el desarme nuclear convertido en objetivo clave de su presidencia.
"Es una oportunidad para centrar la atención del mundo en la necesidad de evitar la proliferación de armas nucleares y lograr un mundo sin ellas", dijo Rhodes.
La Casa Blanca ha dejado muy claro que Obama no se disculpará por las bombas de Hiroshima y Nagasaki, aunque reconocerá una responsabilidad especial de Estados Unidos por ser la única nación en la historia que ha utilizado un arma nuclear.