Otorgan plazo a 'multihomicida' de la colonia Latinoamericana de Saltillo; analizarán si debe ser internado en un Cesame

En una audiencia de control de garantías, el juez Pedro López Medrano otorgó una prórroga de plazo para ampliar la investigación del “Multihomicida de la Latinoamericana” con el fin de aplicar nuevas pruebas psicológicas, y definir si Rogelio “N” está en condiciones óptimas para ser llevado a un juicio.

El plazo otorgado, tendrá la duración de un mes más, después de los cuatro en los que Rogelio ha permanecido bajo prisión preventiva en el Centro de Reinserción Social de Saltillo.

En ese sentido, Anabel Rodríguez González, abogada de Rogelio, detalló que estas pruebas serán aplicadas por un especialista del Centro de Salud Mental en los próximos días para presentarse al juez al final del plazo fijado para el 23 de diciembre cuando se lleve a cabo la próxima audiencia.

De acuerdo con la abogada, esta prueba ayudará al juez y a las partes a conocer si el acusado no solamente cometió el delito bajo algún trastorno o si ha necesitado tratamiento bajo su vida, y si, de acuerdo con los estándares de derechos humanos, está en condiciones aptas para ser llevado a un juicio.

“Se verá si realmente no sabe lo que estaba haciendo, o si ha necesitado tratamiento a lo largo de su vida. En ese caso, los psiquiatras podrán determinar si es inimputable; es decir, que no puede ser juzgado. En ese sentido, siempre y cuando se determine esto, su situación tendría que ser en un centro de internamiento, pero primero tenemos que ver qué dicen los médicos psiquiátras”, expresó.

Durante la audiencia, también fue solicitado el acceso al expediente clínico de salud mental de Rogelio, pues en anteriores ocasiones fue manifestado que ya había sido puesto bajo un tratamiento de salud mental.

Al concluir el proceso, la familia de Rogelio solicitó reunirse con el mismo; sin embargo, esto se decidió a puerta cerrada.

En el mes de julio, Rogelio “N”, de 25 años, fue acusado de los delitos de parricidio, feminicidio y matricidio por terminar con la vida de José Antonio, Hermelinda, María Aurelia y Virginia; sus abuelos maternos, bisabuela y tía, respectivamente, quienes tenían una edad de entre los 60 y los 91 años de edad.