Pemex olvida derrame de combustible en Puebla
La empresa se ha olvidado de limpiar el derrame de crudo que forma dos lagunas bajo las torres de alta tensión, esto en Cuautlancingo
CUAUTLANCINGO, Pue.- Pasados más de tres meses desde la fuga de combustible en la junta auxiliar de San Lorenzo Almecatla, Petróleos Mexicanos (PEMEX) se ha olvidado de limpiar el derrame de crudo que forma dos lagunas bajo las torres de alta tensión. Los pobladores se acostumbraron al olor, aunque reclaman que no han sido indemnizados por afectaciones menores a su salud y temen que al secarse el crudo, pueda ocurrir un incendio.
El 18 de julio, vecinos de diferentes colonias se despertaron en la madrugada por el fuerte olor a combustible que salía del ducto debido a una toma clandestina, la cual alcanzó más de 20 metros de altura. A la fecha, el panorama en la zona continúa en verde y negro, por la vegetación mezclada con el petróleo.
Vecinos del lugar expusieron que pese a diversos llamados a la autoridad de Coronango y Cuautlancingo, se les ha ignorado. Incluso, colonos de la Privada Nuestra Señora de la Paz, en el Fraccionamiento Guadalupano, tuvieron que colocar una barda como medida de precaución para que el crudo no llegue a sus viviendas.
Ambas lagunas formadas por el combustible de PEMEX se encuentran a los costados de la autopista Puebla-Tlaxcala, en el kilómetro 1. La primera de ellas está repleta de carburante negro y espeso que se regó el día de la fuga, mientras la segunda es una mezcla de agua -que desde hace varios meses se encuentra en la zona- mezclada con crudo.
Durante una visita hecha por El Sol de Puebla, se detectó que el combustible sigue en el lugar de los hechos y se percibe una pestilencia que –afirman los habitantes- se hace más penetrante cuando hace calor o con la lluvia.
Personas que habitan la Ampliación de San Francisco Ocotlán dijeron que el cultivo de un vecino (zacate) fue afectado, aunque las viviendas no presentan filtraciones ni otros impactos. Tampoco notan diferencias en la calidad del agua o cuando encienden fósforos, pero están a la expectativa de lo que pueda ocurrir.
Agregaron que personal de PEMEX sí ha acudido a la zona pero no responden dudas de los colonos, como fecha de indemnización y plazo para limpiar el área afectada.
Y es que recordaron que días después de la fuga, algunos ciudadanos presentaron síntomas como irritación de ojos, garganta y dolores de cabeza. “Ya nos acostumbramos al olor”, exclamó una mujer.
Los colonos calculan que la comunidad más cercana a la laguna de petróleo, en el kilómetro 1 de la autopista Puebla-Tlaxcala, habitan 50 familias, quienes serían los más afectados “si es que ocurre alguna desgracia”.
Amén de ellos, hay fraccionamientos circundantes como San Francisco, Agave, San Agustín, Galaxias Almecatla, Framboyanes, las unidades habitaciones de la Volkswagen y Paseo del Roble.
Los entrevistados, que viven a escasos metros del derrame, aseguraron que ellos no perciben la llegada de quienes roban los ductos de PEMEX, pues éstos aprovechan la falta de vigilancia y la tranquilidad del rumbo.
Junto al derrame se pueden apreciar mangueras azules y un tinaco del mismo color, presumiblemente propiedad de la paraestatal.