¿Por qué debería importarte la Ley de Seguridad Interior?
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Por: Ixchel Cisneros Soltero*
La semana pasada vimos, escuchamos y leímos en todos los medios y redes sociales el tema de la Ley de Seguridad Interior pero ¿a mí como ciudadano o ciudadana en qué me afecta? y ¿por qué tendría que estar informado al respecto? Acá un pequeño resumen:
Los senadores y diputados que están a favor de esta legislación (en su mayoría priistas y panistas) aseguran que regula las funciones de las fuerzas armadas en las calles, papel que desempeñan desde hace 11 años, cuando fueron sacados de los cuarteles en la llamada “Guerra contra el Narcotráfico”.
Por otro lado, desde el colectivo “Seguridad Sin Guerra” y organismos nacionales e internacionales como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), consideramos que esta legislación da más facultades de las debidas al Ejército y la Marina y va contra la Constitución, pues pone a los militares a realizar labores que únicamente deben hacer las policías civiles, promueve la opacidad y no garantiza se eviten las violaciones a derechos humanos.
Por ejemplo, no habla de un retiro paulatino, por el contrario, menciona que se quedarán un año en la zona elegida y después podrían mantenerse hasta que el problema se resuelva, lo cual podría perpetuar su presencia (artículo 15), que les da facultades para ejercer funciones de policías (artículo 6) y se les permite intervenir en protestas con total discrecionalidad (artículo 8).
Además el artículo 9 va en contra de la Constitución, donde se habla de la máxima publicidad, pues menciona que la información generada con motivo de esta ley será considerada de seguridad nacional y fomentaría que se ocultaran cosas.
Tampoco tiene controles suficientes para verificar el respeto de los derechos humanos, ya que señala que la CNDH únicamente será notificada si algo así sucede (artículo 7).
En el artículo 16, faculta al Presidente para ordenar acciones inmediatas en caso de “un grave peligro a la seguridad interior” lo cual significaría que quien dirija a este país tendría el poder de enviar a las fuerzas armadas cuando lo desee y a donde lo desee, lo cual podría traducirse en una arbitrariedad presidencial.
Amenaza a los organismos constitucionales autónomos, incluyendo al Sistema Ombudsman, al disponer que estos deberán entregar la información con que cuenten en contextos de afectaciones a la seguridad interior. Es decir, le podrían pedir a la CNDH o las comisiones estatales de derechos humanos que den información sobre víctimas y sus familias (artículo 31).
Y en un país donde hay casos documentados de espionaje a periodistas y personas defensoras de derechos humanos, fomenta la intervención militar en áreas de inteligencia civil (artículo 30).
Esta ley cambiaría nuestra forma de vivir. Ahora un militar podría ser quien te detenga en la próxima manifestación a la que vayas, un marino podría aprehenderte en la calle, las fuerzas armadas podrían espiar lo que grabas, dices y haces con tu celular, un militar podría, como en Tlatlaya, matar a una veintena de jóvenes a pesar de que se hayan rendido y nadie se enteraría por la opacidad.
Entiendo que el Ejército y la Marina tienen altos índices de confianza entre las y los mexicanos, y desde “Seguridad Sin Guerra” queremos aclarar que no estamos en contra de las fuerzas armadas, es más, tenemos la firme convicción que esta legislación no nos beneficia, pues sabemos que ellos no quieren dedicar su vida a enfrentar al crimen organizado, pero de pasar esta ley (falta que la promulgue el Presidente) así sería, pues no va acompañada de una estrategia integral de seguridad donde se busque prevenir la violencia y mejorar las policías civiles, únicamente es un parche mal hecho que va en contra de nuestra Constitución y de los tratados internacionales de los cuales México es parte.
Por último, ¿quieren en serio salir de tu casa y toparte con un tanque lleno de militares?, ¿qué tus hijos e hijas se acostumbren a verlos con sus armas largas?, ¿quieren que se acostumbren a la violencia? Yo no, yo no quiero vivir en una zona de guerra, yo quiero vivir en un país donde mis policías hagan bien su trabajo, donde sean bien pagados y estén capacitados, donde los índices de violencia disminuyan, donde no haya más muertos, QUIERO VIVIR EN PAZ.
*Directora Ejecutiva de Cencos e Integrante del Colectivo “Seguridad Sin Guerra”
Twitter: @chelawuera
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