Predicador evangélico gana las elecciones presidenciales en Costa Rica

Internacional
/ 5 febrero 2018

El predicador, candidato del Partido Restauración Nacional y conocido por su activismo religioso, fue la gran sorpresa en estos comicios, al saltar en menos de un mes de los últimos lugares en que aparecía en las encuestas, hasta lograr el triunfo en los comicios de hoy.

El predicador evangélico Fabricio Alvarado ganó hoy las elecciones presidenciales en Costa Rica, pero tendrá que disputar la primera magistratura en una segunda ronda con el oficialista Carlos Alvarado ya que ninguno de los dos obtuvo el mínimo de 40 por ciento necesario para ser elegido en primera vuelta.

El duelo entre los dos candidatos de apellido Alvarado, uno de ellos un religioso cristiano de 43 años, también diputado y periodista, y el otro un comunicador de 38 años, se llevará a cabo el próximo 1 de abril, Domingo de Resurrección (Pascua).

Con el 86.6 por ciento de las mesas escrutadas, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) otorgaba el 24.8 de los votos a Fabricio Alvarado y el 21.7 por ciento a Carlos Alvarado. La participación fue del 64 por ciento.

Unos 3.3 millones de electores estaban habilitados para los comicios presidenciales y legislativos de este domingo, que se celebraron en un ambiente marcado por un sonado escándalo de corrupción y con serios desafíos como el auge del narcotráfico y un elevado déficit fiscal.

El predicador, candidato del Partido Restauración Nacional y conocido por su activismo religioso, fue la gran sorpresa en estos comicios, al saltar en menos de un mes de los últimos lugares en que aparecía en las encuestas, hasta lograr el triunfo en los comicios de hoy.

Cantante de música cristiana, se encumbró tras una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ordenó a sus países miembros, incluida Costa Rica, garantizar los derechos de los grupos LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales) incluido el matrimonio.

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El ganador de los comicios lanzó una fuerte campaña contra el dictamen de la Corte e hizo de la lucha contra el matrimonio homosexual, el aborto y la fecundación in vitro los ejes centrales de su campaña. Incluso amenazó con retirar al país de ese tribunal. En sus primeras declaraciones tras conocerse los resultados, el predicador llamó a la unidad de los costarricenses pero advirtió que esta elección demostró que "no hay que meterse con la familia en Costa Rica”.

"Ha ganado un movimiento de unidad, de valores, se vendrá el progreso", añadió Alvarado.

Por su parte, su competidor en la segunda vuelta, Carlos Alvarado, de 38 años, está a favor de ampliar los derechos de la comunidad LGBTI. "Estoy muy satisfecho, muy optimista", dijo Alvarado tras conocer los resultados, quien además indicó que Costa Rica precisa un gobierno de unidad nacional. Periodista y politólogo, fue ministro de Trabajo en el actual Gobierno. Es además músico y cantante de rock.

El ascenso del oficialista Alvarado en la captación de votos fue también meteórico. En la última semana saltó de poco más del 7 por ciento que le daban las encuestas a disputar el balotaje.

En total se habían presentado 13 candidatos de diversas tendencias para suceder en el cargo al actual presidente, Luis Guillermo Solís, en un mandato de cuatro años que comenzará el 8 de mayo.

La campaña electoral en el pequeño país centroamericano, considerado una de las democracias más estables de América Latina, estuvo dominada por el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y por un escándalo relacionado con una red de tráfico de influencias conocido como el "Cementazo", que salpica a los tres poderes del Estado. El detonante fue un polémico y millonario préstamo de un banco estatal a un empresario importador de cemento chino.

Aparte de esto y los casos de corrupción, el país, de 4,9 millones de habitantes y 51.100 kilómetros cuadrados, enfrenta otros retos difíciles: está siendo seriamente golpeado por el narcotráfico y presenta un severo déficit fiscal, que en el 2017 se ubicó en el 6,2 por ciento del producto interior bruto (PIB).

Este déficit es el talón de Aquiles de la economía costarricense, uno de cuyos pilares es el turismo, con unos dos millones de visitantes extranjeros al año.

Además del presidente y dos vicepresidentes, los costarricenses votaron hoy a los 57 diputados de la Asamblea Legislativa.

El próximo mandatario, que asumirá por un periodo de cuatro años, enfrentará serios retos, como un grave déficit fiscal, altos niveles de corrupción y un incremento de la violencia e inseguridad, sobre todo por la penetración del narcotráfico.

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