Recorte de presupuesto pone en riesgo restauración y conservación del patrimonio cultural
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Empleados eventuales del INAH esperan el fin de febrero para saber si seguirán teniendo empleo o no, debido al recorte en el presupuesto asignado para este año. Entre otras labores, ellos llevan a cabo la restauración tras los sismos de 2017.
Por Claudia Altamirano (@claualtamirano) para Animal Político
Los terremotos de septiembre de 2017 no sólo cobraron vidas humanas y derrumbaron edificios: también dejaron numerosos daños al patrimonio cultural, principalmente en inmuebles y esculturas. Para reparar adecuadamente estos daños, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cuenta con personal especializado que hoy, sin embargo, corre el riesgo de ser despedido.
El nuevo gobierno federal a cargo de Andrés Manuel López Obrador decidió recortar los recursos destinados al sector cultural en su Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019, así como el gasto en la administración pública, como parte de su política de austeridad gubernamental. Con esta bandera, inició un proceso de eliminación de plazas presuntamente innecesarias, con lo que cientos de burócratas se han quedado sin empleo.
Este recorte ha alcanzado también a los profesionistas del INAH, que están padeciendo lo que consideran un “despido a destajo”: el cese masivo de los contratos de cientos de trabajadores eventuales sin una revisión de sus funciones, aunque estas son indispensables no sólo para la restauración después de los sismos, sino para la conservación del patrimonio.
“Nos dijeron que habrá un despido de 20%, y que después se va a poner más difícil. Este recorte sí afecta sustancialmente las actividades del Instituto”, denunciaron trabajadoras de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, entrevistadas por Animal Político.
Si bien las labores de rescate y conservación también son realizadas por el personal de base del Instituto, este es insuficiente por el tipo y la cantidad de trabajo, explicó Juan Manuel Hernández, secretario general del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, dependencia a la que pertenece el INAH.
Los terremotos dañaron más de dos mil 300 monumentos arqueológicos y a la fecha sólo han sido restaurados 700, puntualizó Hernández. Para el resto, dijo, se requiere a corto, mediano y largo plazo un proyecto de mantenimiento, que no será posible sin los trabajadores eventuales que están en riesgo de perder su empleo.
El presupuesto 2019 que la Secretaría de Hacienda asignó a los trabajadores eventuales del INAH es de 53 millones 31 mil 439 pesos, 10 millones menos que en 2018, cuando se les asignaron 63 millones 118 mil 951 pesos. Y de acuerdo con el secretario general del sindicato, en todo el Instituto sólo 40% de los 10 mil trabajadores son de base: el resto está compuesto de eventuales, personal de confianza y otras modalidades de contratación, como el capítulo 3000 del Presupuesto federal, relativo a Servicios.
De acuerdo con las trabajadoras –que solicitaron el anonimato- tan solo en la Coordinación el 65% de los 222 empleados son eventuales o están contratados bajo el capítulo 3000. “Si no contamos con el apoyo de los compañeros eventuales y de capítulo 3000, sería imposible realizar todas las tareas que hacemos a nivel nacional”, sentenció una restauradora que sí cuenta con base.
Los que están contratados bajo la modalidad de Capítulo 3000 también sufrieron un recorte en el PEF 2019: se les asignaron 38 millones 383 mil 418 pesos, cuatro millones menos que su presupuesto 2018, que fue de 42 millones 756 mil 815 pesos. Con la decisión del presidente López Obrador de recortar las plazas no basificadas, están en riesgo de despido mil 700 trabajadores que están bajo el capítulo 3000, así como maestros de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) que tampoco han recibido contrato ni pago por lo que han trabajado durante el presente año, puntualizó el secretario general del sindicato.
“Estamos en la incertidumbre porque acaban de dar contratos de dos meses que terminan en febrero, en marzo quién sabe qué va a pasar. Además se pidió también por Hacienda que el capítulo 3000 desapareciera”, relató una de las restauradoras. A principios de febrero sus empleadores directos pidieron a 17 de los trabajadores por capítulo 3000 que ya no se presentaran porque no habría contratos; unos días después los llamaron de nuevo y le dieron contratos anuales a algunos, pero no a todos, agregó una de las 17 afectadas iniciales. “Todo es incierto, nadie sabe qué va a pasar”, dijo a este medio.
El recorte no sólo afecta al INAH sino en general a la Secretaría de Cultura, a la que el Instituto pertenece desde finales de 2015. El presupuesto 2018 para trabajadores eventuales de la Secretaría fue de 178.1 millones de pesos y para 2019 se redujo a 149.7 millones.
Animal Político solicitó a la secretaría de Cultura una postura respecto a la situación de los trabajadores eventuales, pero no obtuvo respuesta.
Su labor
La Coordinación de Conservación y la Escuela Nacional han trabajado en varios proyectos de recuperación importantes: en 2018 diagnosticaron un sitio con huellas de dinosaurio en Puebla; han realizado trabajos de conservación a la escultura del Niñopa y a las osamentas de los hermanos Aquiles, Máximo y Carmen Serdán, considerados los primeros mártires de la Revolución Mexicana; restauraron las pinturas del retablo mayor del Templo de San Juan Bautista en Coixtlahuaca, Oaxaca; así como el célebre monumento de El Caballito de Tolsá, dañado en 2013 por una intervención inadecuada.
Entre las recuperaciones del patrimonio cultural que han logrado tras los terremotos de 2017, una de las más importantes es la del Santiago de Izúcar de Matamoros, una escultura monumental de pasta de caña que quedó prensada al caer la cúpula de la iglesia del mismo nombre. “Es el santo patrono de la comunidad de Izúcar, era su pieza más importante y atraía turismo por el culto que le rinden”, explicó una restauradora.
Las trabajadoras del INAH detallaron los trabajos que llevaron a cabo tras los sismos en la Ciudad de México, Hidalgo, Puebla, Morelos, Oaxaca, Chiapas, Tlaxcala y Guerrero, donde hay centros INAH pero el personal es tan escaso que se vieron rebasados por la emergencia, y solicitaron ayuda de la Coordinación de Conservación, que contaba con el personal eventual para cubrirlos.
El riesgo... Lee la nota completa en Animal Político