Revelaciones de Trump a Rusia: implicaciones externas
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El martes, Trump conversó por teléfono con Netanyahu. La llamada que el presidente estadounidense había sostenido poco antes con el rey jordano fue ampliamente publicitada. En cambio, la llamada con Netanyahu se mantuvo secreta hasta que su existencia fue filtrada a la prensa israelí. En la prensa se especulaba que los dos líderes estaban intentando determinar los riesgos a causa de lo que Trump habría conversado con el ministro exterior Lavrov y el embajador ruso días atrás. Era natural. Además del torbellino interno que se ha desatado por lo que el presidente habría revelado acerca de los planes de ISIS para cometer un atentado, en virtud que la información, según indicaba el "New York Times", procedía de inteligencia israelí, existe un número de consecuencias internacionales por estas posibles revelaciones. Se trata de implicaciones en al menos cuatro rubros que brevemente comento a continuación.
El primer rubro: Rusia no es pro-Trump. Rusia es pro-Rusia. Estamos siendo testigos de filtraciones, rumores, noticias que generan tensión, conflictos entre el presidente y actores varios. Si las investigaciones determinan que Moscú efectivamente habría estado detrás de las imputaciones que se le hacen, el objetivo del Kremlin, más que ayudar a un actor en EU, sería fortalecer su propia agenda mediante provocar inestabilidad. Salvo por lo que ha afirmado la inteligencia estadounidense, es imposible conocer el verdadero rol del Kremlin en estos asuntos. Sin embargo, una realidad resalta: En casi todos los temas que han provocado escándalos y tormentas en Washington, aparece el mismo denominador común: Rusia como parte de cada una de esas notas.
El segundo rubro es la relación de cooperación y seguridad entre Israel y Washington. En la prensa israelí se ha cuestionado la pertinencia de seguir compartiendo inteligencia de altísimo nivel con un gobierno dirigido por un comandante en jefe como Trump. Esto cobra mayor interés porque estamos ante el inicio de la visita de Estado del mandatario estadounidense a Medio Oriente. Altos funcionarios israelíes y estadounidenses están trabajando día y noche para intentar restablecer lo más delicado que ha sido vulnerado, la confianza.
El tercer rubro es la relación entre Israel y Moscú. Si bien Netanyahu mantiene lazos cordiales y a ratos, colaborativos, con Putin, la realidad es que los intereses estratégicos de ambos países se encuentran directamente enfrentados en Siria, en donde el Kremlin se encuentra aliado con Assad, con Irán y Hezbollah, enemigos de Israel. La intervención directa de Rusia en el conflicto sirio ha fortalecido las posturas justamente de esos tres actores. La posible filtración de Trump a Lavrov pudo haber revelado detalles acerca de las redes de inteligencia israelí en territorio sirio, cosa que el Kremlin puede emplear a favor de los intereses de sus aliados —enemigos de Israel.
Por último, cualquier revelación de información acerca de cómo opera la inteligencia israelí contra ISIS, será empleada por esta organización para su propia protección, lo que puede significar que se podrían estar dando algunos pasos atrás en el combate a esta agrupación. Esto cobra relevancia primero, por el papel que la inteligencia israelí ha tenido para detectar y desactivar planes de ataques de esta organización en diversos países. Y segundo, por la nueva etapa que ISIS experimenta, la etapa de transición del califato al post-califato, en la cual, ya no preocupada por sostener y defender un vasto territorio, la organización dedicará la mayor parte de sus esfuerzos al incremento de sus atentados.
@maurimm