Rousseff enfrenta una votación crucial en la Cámara de Diputado
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Los 513 diputados que componen la Cámara Baja deben decidir si el pedido de apertura de un juicio político en su contra debe ser archivado o, por el contrario, avanzar al Senado.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se enfrenta mañana en el plenario de la Cámara de Diputados a una votación que puede marcar el destino de su Gobierno, y que, según los últimos datos disponibles, predice un panorama sombrío para la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT).
Los 513 diputados que componen la Cámara Baja deben decidir si el pedido de apertura de un juicio político en su contra debe ser archivado o, por el contrario, avanzar al Senado.
Para que siga su curso en la Cámara Alta se necesitan 342 votos, que equivalen a las dos terceras partes del total de diputados.
Los últimos datos, aunque con variantes, sugieren que los partidarios de la caída de la presidenta ya contarían con los votos necesarios, mientras que el oficialismo, que precisaría un mínimo de 172 votos contrarios para frenar la acción, aún no alcanzó la cifra.
El "marcador" del portal del diario "O Estado de Sao Paulo" indica que 344 legisladores habrían anunciado su voto favorable a la apertura del proceso. Por su parte, el del portal del diario "O Globo" da cuenta de que 345 avalarán el juicio.
Respecto a los votos contrarios a la acción, "O Estado" apunta que habría 133 diputados alineados con el Gobierno y "O Globo", 122.
Los fundamentos sobre los que se apoya la petición contra Rousseff tienen que ver con la Ley de Responsabilidad Fiscal, cuya violación puede determinar la destitución del presidente de la República.
En el caso de Rousseff, los autores del pedido de juicio en su contra sostienen que cometió un delito al practicar maniobras contables con las que se maquilló la verdadera situación financiera del país.
También se la acusa de haber liberado por decreto, sin el aval del Congreso, líneas de crédito complementarias, lo que también es ilegal.
La situación de Rousseff comenzó a complicarse a partir de marzo, cuando su entonces mayor socio, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del vicepresidente, Michel Temer, abandonó la coalición oficialista.
Desde entonces, se produjo una fuga masiva de otros partidos aliados.
No obstante, el Gobierno no desistió en su lucha por salvar el mandato de la primera mujer en gobernar el país, y sigue intentando juntar votos bajo el comando del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien después de ver suspendida su investidura como ministro se desempeña como asesor informal de la Presidencia.
Desde un hotel en Brasilia, Lula comanda una "marcación hombre a hombre" con diputados de diversos partidos en forma individual, para que voten contra la salida de Rousseff aún cuando sus respectivos partidos ordenen lo contrario.
La votación en la Cámara Baja, que comenzará previsiblemente a las 14:00 horas (17:00 GMT) y terminará alrededor de las 19:00 (22:00 GMT), no tiene carácter definitivo.
El Senado, en caso de que los diputados decidan dar continuidad al proceso, tiene la potestad de desestimar el veredicto y archivar el caso.
Eso se definirá en una votación en el Plenario de la Cámara Alta, en la que se necesita una mayoría simple, de 41 votos sobre un total de 81 legisladores, para que se abra el juicio contra Rousseff.
Si eso sucede, la presidenta queda apartada del cargo durante 180 días. En ese periodo, la Cámara Alta será presidida por el presidente del Supremo Tribunal Federal -la más alta corte judicial del país-, Ricardo Lewandowsky.
Al término del juicio, Rousseff puede ser condenada o absuelta. En el primer caso, su vicepresidente Michel Temer, quien entraría en funciones ya de forma interina durante el juicio, asumiría como presidente en forma definitiva. La mandataria, a su vez, quedaría impedida de asumir cualquier cargo electivo por ocho años.
En caso contrario, si el Senado decreta su inocencia, Rousseff retoma sus funciones hasta el fin de su mandato, en diciembre de 2018.
No obstante, el resultado en Diputados, aunque preliminar, puede ser clave, puesto que se presume que si el Gobierno sufre el domingo una derrota por amplio margen, las posibilidades de revertir el resultado en el Senado quedarían prácticamente sepultadas.
Además, los pronósticos en la Cámara Alta, aunque por ahora sujetos a más cambios que los de Diputados, también son de mal agüero para el Gobierno.
Tanto "O Globo" como "O Estado" indican que ya hay mayoría favorable a la apertura del proceso: 45 y 44 votos, respectivamente.