Satélite Astro-H estaría fuera de control y girando violentamente en órbita
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En vídeo se ve un objeto volador que sería el Astro-H brillando y oscureciéndose rápidamente
Un vídeo filmado por un astrónomo aficionado sugiere que el satélite japonés Astro-H, con el que el país perdió comunicación el sábado, está fuera de control y gira violentamente en órbita.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) continúa este martes sin ofrecer nuevos detalles sobre la situación del apartado, mientras investiga las causas del fallo, a la vez que continúan surgiendo informaciones paralelas sobre el satélite.
Si el lunes el Centro Conjunto de Operaciones Espaciales (JSpOC) estadounidense sugirió que el dispositivo podría haber sufrido varias "rupturas" tras observar cinco objetos cerca del satélite, la edición en línea de National Geographic publicó un vídeo en el que se ve un objeto volador que parece ser el Astro-H brillando y oscureciéndose rápidamente.
"Si el satélite no tuviera problemas, mostraría siempre el mismo brillo", explicó en declaraciones a la publicación Paul Maley, autor de las imágenes, filmadas el domingo desde Arizona (Estados Unidos).
El astrónomo aficionado, que trabajó durante unos 40 años en el Johnson Space Center de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA), añadió que "el hecho de que esté girando con variaciones extremas en su brillo indica que no está controlado y que algo causó que comenzara a rotar".
El objeto recogido en el vídeo, de 37 segundos de duración, volaba en el cielo del sur-sudeste, la dirección proyectada para el plan de órbita del satélite japonés, lo que invita a pensar que se trata del aparato nipón.
El Astro-H, de unos 14 metros de largo y unas 2.7 toneladas de peso, fue lanzado el pasado 17 de febrero y es el satélite más pesado lanzado hasta ahora por Japón.
La comunicación con el aparato falló el pasado sábado 26 de marzo a las 16.40 hora local (07.40 GMT), cuando estaba programado el inicio de sus operaciones.
El dispositivo, fabricado por JAXA y la NASA estadounidense, y otras instituciones, tenía el objetivo de orbitar a unos 580 kilómetros de altura y para observar agujeros negros y agrupaciones galácticas distantes a través de sus detectores de rayos gamma y cuatro telescopios de rayos X.