Se compromete Kim Jong-un a desmantelar totalmente el programa nuclear de su país

Internacional
/ 27 abril 2018

Los dos países ratificaron su objetivo común de lograr la desnuclearización total de la península de Corea, aunque Kim no anunció ninguna medida concreta para alcanzar ese objetivo.

Como puedo ver hoy aquí, el Sur y Corea del Norte son la misma gente, la misma sangre. No podemos ser separados"...

El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, confirmó hoy su voluntad de desmantelar totalmente el programa nuclear de su país, según se desprende de la declaración conjunta emitida tras su reunión cumbre con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en la localidad fronteriza de Panmunjom.

Los dos líderes se abrazaron después de la firma de la declaración. Moon habló de una "nueva era de paz". Los dos países ratificaron su objetivo común de lograr la desnuclearización total de la península de Corea, aunque Kim no anunció ninguna medida concreta para alcanzar ese objetivo. Tampoco se mencionó su programa de misiles.

"Las dos Coreas hemos tardado mucho en encontrarnos y en estrechar las manos", dijo Kim en un discurso durante la cumbre. "Hemos esperado mucho tiempo para que llegara este momento", agregó el líder norcoreano.

"Como puedo ver hoy aquí, el Sur y Corea del Norte son la misma gente, la misma sangre. No podemos ser separados", subrayó Kim. "No hay ninguna razón para que nos combatamos entre nosotros. Somos una sola nación".

Las dos partes coincidieron en que las últimas medidas son muy importantes para la desnuclearización, pero en el pasado ya fracasaron promesas parecidas porque no llegaron a aplicarse.

Las dos Coreas expresaron en la declaración conjunta la intención de entablar conversaciones multilaterales, con Estados Unidos y eventualmente también con China, para poner fin oficialmente a la Guerra de Corea (1950-53).

Corea del Norte y Corea del Sur se comprometieron a suspender todas las hostilidades recíprocas que sean una fuente de tensiones militares por tierra, mar y aire. Asimismo, acordaron mantener con regularidad conversaciones militares a alto nivel, entre los ministros de Defensa y generales, para adoptar medidas de distensión.

A partir del 1 de mayo deben suspenderse todas las acciones hostiles, incluyendo las emisiones de propaganda con altavoces instalados en la frontera y la distribución de octavillas en la zona desmilitarizada (DMZ). "En el futuro, la DMZ se convertirá prácticamente en una zona de paz", señala la declaración.

Además, las dos Coreas expresaron su voluntad de cooperar activamente para construir un régimen de paz duradero, un objetivo que los líderes coreanos calificaron como una misión histórica que ya no se puede aplazar. "Declaramos que ya no va a estallar ninguna guerra en la península de Corea".

Las dos partes también acordaron reanudar proyectos humanitarios conjuntos como las reuniones entre familias divididas como consecuencia de la Guerra de Corea.

El presidente de Corea del Sur anunció que planea visitar en el próximo otoño Pyongyang, la capital de Corea del Norte, para una segunda cumbre con Kim y el líder norcoreano se mostró dispuesto a viajar a Seúl si recibía una invitación.

Esta fue la tercera cumbre intercoreana de la historia después de las de 2000 y 2007 y la primera entre Kim y Moon. Kim se convirtió hoy en el primer líder norcoreano en pisar territorio surcoreano y después invitó espontáneamente a Moon ha cruzar la linea fronteriza hacia Corea del Norte, por lo que entró en el vecino país por primera vez.

"En el momento en el que el presidente Kim cruzó la línea de demarcación militar, Panmunjom se convirtió en símbolo de paz y no de separación", dijo Moon tras la primera ronda de conversaciones.

Durante la segunda ronda, ambos líderes plantaron conjuntamente un árbol en la frontera como símbolo de "paz y bienestar". Se trataba de un pino de 1953, cuando se firmó el alto el fuego. Simbólicamente los mandatarios utilizaron tierra y agua de montañas y ríos famosos de las dos Coreas.

Estados Unidos siguió la cumbre con grandes expectativas, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá con Kim a finales de mayo o principios de junio.

Trump celebró los resultados afirmando que "¡la guerra de Corea va a terminar!". "Estados Unidos y todo su gran pueblo deberían estar muy orgullosos de lo que está ocurriendo ahora en Corea", dijo.

Los estadounidenses exigen a Corea del Norte una promesa clara de desnuclearización que contemple la eliminación rápida, verificable e irreversible de las armas nucleares.

Sin embargo, Kim anunció el pasado viernes la interrupción de sus ensayos nucleares y de misiles por haber concluido su programa nuclear. El norcoreano dijo que así Corea del Norte contribuía a un "desarme mundial". Por eso, los expertos dudan de que realmente esté dispuesto a abandonar las armas nucleares y creen que solo lo estaría en caso de que todas las potencias nucleares hicieran lo mismo.

Kim estuvo acompañado en la cumbre por el jefe de Estado de su país, Kim Yong-nam, y su hermana, Kim Yo-jong, jefa del Estado Mayor. Los dos acudieron a los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur. Ninguno se separó del lado de Kim durante la cumbre y participaron en las negociaciones. Tan solo se anunció repentinamente la participación de la mujer del líder norcoreano, Ri Sol-ju, en la cena.

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