Se sumerge la FIL en el mapa de la nueva literatura latinoamericana
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Nuevos valores literarios latinoamericanos participarán en el programa "Ochenteros" de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Nuevos valores literarios del continente resuenan en el programa "Ochenteros" de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que seleccionó a 20 escritores latinoamericanos de 13 países, nacidos entre 1980 y 1989, en la misma década que la FIL.
Se trata de "plumas a tomar en cuenta en el mapa de la nueva literatura latinoamericana", sostienen los organizadores sobre estos autores, que participan desde el 29 de noviembre y hasta el 1 de diciembre, haciendo escuchar sus voces y debatiendo en diversas mesas durante esta 30 edición de la FIL, que tiene a América Latina como invitada de honor.
"Es una apuesta por nuevas voces, por autores que en los demás países prácticamente son desconocidos. La intención es darlos a conocer, apoyar sus carreras", comentó a dpa la directora de la FIL, Marisol Schulz.
¿Existen temas en común entre escritores de esta generación? Antes de participar en las actividades de Guadalajara, uno de los seleccionados, el argentino Mauro Libertella, contestó a dpa: "La juventud, el viaje, las parejas, la familia, la vida en las ciudades, la tecnología, el duelo, la cultura pop. Muchos de esos tópicos, por lo demás, ya estaban en la generación anterior y en la anterior y van a estar, supongo, en todas las que vienen".
En tanto, la boliviana Liliana Colanzi, quien reside en Estados Unidos y presentará en la FIL su libro de cuentos "Nuestro mundo muerto", comentó: "Aquí y allá veo un interés muy pronunciado por escribir sobre los padres, ya sea a manera de duelo o ajuste de cuentas, que es un rito de pasaje casi inevitable del primer libro, pero que me hace preguntarme hasta qué punto la obsesión por los viejos no deja ver el bosque, lo que está allá afuera".
También el mexicano Pedro J. Acuña dijo a dpa en la antesala de su participación que muchos escritores de su generación tienen una obsesión con los padres. "Bueno, quien no. Pero parece que sí hay una tendencia a escribir la historia de la madre ausente o la reconstrucción de la vida de los abuelos. Esto desde una perspectiva tanto ficcional como ensayística. Lo cual no tiene que ver con que la generación nacida en los 80 esté descastada. O sí, pero desde una perspectiva de referentes".
A la pregunta de si se produjo una suerte de descompresión en el campo literario latinoamericano tras los años marcados por el "boom", para varios autores la figura del chileno Roberto Bolaño emerge como clave.
Colanzi apuntó que el autor de "2666" desplazó al "boom" y fue también "una suerte de 'boom' en sí mismo, una resignificación de aquello que se entendía como literatura latinoamericana en Estados Unidos".
"Su aparición reavivó el interés por la literatura latinoamericana en Estados Unidos, pero este interés sigue siendo a fin de cuentas bastante marginal. Son las editoriales independientes las que están tomando riesgos y apostando por renovar el escenario con autores tan diferentes entre sí como Yuri Herrera, Carlos Fonseca, Valeria Luiselli, César Aira, Laia Jufresa o Diego Zúñiga", explicó Colanzi a dpa.
Libertella complementó respecto del lugar que ocupa el escritor chileno: "En nuestra lengua, creo que el autor que funcionó un poco como punto de quiebre entre el 'boom' y mi época es Bolaño. Es el gran escritor de cambio de siglo, y creo que lo es porque reescribe muchas de las líneas centrales de la narrativa latinoamericana del 'boom' y las depura, las moderniza y abre líneas nuevas, posibilidades narrativas para el futuro".
El autor de "Mi libro enterrado" sostuvo que el chileno inventa un nuevo modo de "ser escritor". "Ya no interesa darle la mano a los presidentes, sino que tu pandilla son los escritores que te interesan, los amigos. Hay otros: César Aira y Mario Bellatin, por ejemplo, son escritores de cambio de siglo, cada uno con su estilo, porque cierran algo y abren algo. Funcionan como correas de transmisión".
Acuña opinó que después del "boom" dejó de existir una centralidad de referentes. "No creo que mi generación tenga 'maestros' en lo general, sino que cada uno, junto con los pares ultracercanos que tiene, comparte ciertos pilares bien personales".
"En una beca que tuve, algunos compañeros se sentían cercanos entre ellos por ser 'bolañistas'. Yo sólo he leído algunos cuentos de Bolaño y por más que el mercado editorial me lo ha querido embuchar, nada más no me dan ganas de abrir 'Los detectives salvajes'", indicó el ganador del XV Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola.
Los otros escritores nacidos en los 80 que integran el programa son los mexicanos Ave Barrera, Joel Flores y Óscar Guillermo Solano, los chilenos Paulina Flores, Francisco Ovando y Camila Gutiérrez, la argentina Camila Fabbri y las brasileñas Carol Bensimon y Carol Rodrigues.
Completan la lista de autores a tomar en cuenta el cubano Carlos Manuel Álvarez, el costarricense-puertorriqueño Carlos Fonseca, el guatemalteco Arnoldo Gálvez, la venezolana Enza García Arreaza, el uruguayo Damián González Bertolino, el nicaragüense José Adiak Montoya, la ecuatoriana Marcela Ribadeneira y la peruana Jennifer Thorndike.