'Si no trabajo, no como'; imposible que mujeres indígenas hagan paro
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En mi hogar la comida es primero… por eso hay que trabajar”, dijo doña Edilberta, de 62 años de origen maya
MÉRIDA, YUC.- Edilberta Poot Cat viaja todos los días de dos a tres horas desde su natal Chacsinkín (municipio al oriente de Yucatán), para vender sus frijoles en los mercados de Mérida, a fin de obtener el sustento de su hogar.
Ella no podrá suspender su trabajo como parte del movimiento “El 9 Nadie se Mueve” porque “si no trabajo, no como”.
“En mi hogar la comida es primero… por eso hay que trabajar”, dijo doña Edilberta, de 62 años, de origen maya y cuya lengua sigue practicando y apenas si logra hilvanar algunas palabras en español.
Ella dijo sonriendo que escuchó de su hija que hay gente que está pidiendo que las mujeres no hagan nada el lunes, “que no cocinen, que no laven, que no planchen”. Para ella no es opción porque “si no cocino se enoja mi marido Víctor”, respondió.
Edilberta tiene una hija, Carmita, quien tiene cuatro hijos, se dedica al urdido de hamacas. Ella tampoco se sumará al paro