Siete cosas que debes revisar (casi) constantemente en el coche
El mantenimiento preventivo evita numerosos problemas, pero no solo basta con vigilar los neumáticos o el nivel del aceite
No es fácil resolver un problema que aún no existe, ni siquiera resulta sencillo planteárselo y menos aún si cuesta dinero, y por eso miles de conductores se olvidan, error, del mantenimiento preventivo de su coche. Porque la próxima visita al taller para una revisión estará evitando una cita (seguramente mucho más cara) para arreglar un avería.
La primera debería realizarse a los 5.000 kilómetros, la segunda a los 10.000 y a partir de ahí, más o menos, repetirlas cada 15.000 o 20.000 kilómetros, según marque el libro oficial del vehículo o el propio coche, de hecho. En los modelos actuales, el ordenador de viaje indica al conductor los periodos de revisión aconsejables e incluso los adapta en cada caso en función del estilo de conducción y de la exigencia a que se somete a la mecánica.
El libro de mantenimiento también contará que se debe prestar atención al aceite y al filtro, así como a otros filtros (de aire, antipolen y de combustible); a los amortiguadores, que garantizan confort de marcha y seguridad; a la correa de distribución, cuyo precio es elevado; a las pastillas de freno, por razones evidentes; a los neumáticos, a los faros, al sistema de escape y hasta a las escobillas del limpiaparabrisas.
Lo que no dirá el fabricante, probablemente, es que las revisiones no deben hacerse obligatoriamente en el servicio oficial para mantener la garantía. Lo deja claro el Reglamento Europeo 461/2010, según el cual, como recuerda el portal del consumidor de la Comunidad de Madrid, “ los fabricantes de automóviles deben facilitar a cualquier taller la información de tipo técnico necesaria para intervenir en los coches. […] El consumidor no pierde la garantía legal de su vehículo al revisarlo en un taller ajeno a la marca de que se trate, siempre que el taller esté autorizado por el fabricante y le haya suministrado las piezas originales”.
SIETE ELEMENTOS CLAVE
Resulta complejo establecer qué hay que revisar exactamente en los mantenimientos habituales, porque cada modelo es un mundo, pero hay ciertas partes del vehículo cuyo control se hace imprescindible.
ACEITE
El elemento esencial en el mantenimiento es el aceite, que lubrica el motor y suaviza su rozamiento: un bloque bien engrasado mantiene mucho mejor el brío y las prestaciones, pero el aceite se ensucia y pierde propiedades y más allá de 15.000 kilómetros ya no rinde como debería. Esto vale como norma general, por supuesto: hay fabricantes que recomiendan los cambios cada 10.000 kilómetros y otros cada 30.000. Todos coincidirán en algo, sin embargo: el mismo tiempo debe sustituirse el filtro, que acumula aceite viejo y muchas impurezas.
FILTROS
El filtro del aceite no está solo. El del aire garantiza que el que llega al motor no contiene impurezas, de modo que la combustión se realiza en condiciones óptimas. Su vida útil depende del aire en el que se mueva el coche, pero conviene cambiarlo cada 15.000 kilómetros, aproximadamente. En los vehículos de gasolina, el filtro del combustible impide que las impurezas del combustible lleguen al motor y debe cambiarse entre los 40.000 y los 80.000 kilómetros; en los diésel, sirve para eliminar la humedad y evitar la corrosión (cambio cada 30.000 o 60.000 kilómetros). En cuanto al filtro antipolen, que garantiza un aire limpio en el habitáculo, debería sustituirse cada año o cada 15.000 kilómetros.
NEUMÁTICOS
La unión entre el coche y la carretera depende del estado de los neumáticos. Hay que vigilar la presión y el desgaste, así como la edad de las cubiertas. Aquí están todas las claves para controlarlos y elegir las mejores gomas nuevas.
AMORTIGUADORES
Junto con los neumáticos y los frenos, los amortiguadores forman un conjunto fundamental para la seguridad. Permiten mantener la estabilidad del coche, absorber las irregularidades del terreno y frenar con eficacia. Su desgaste no se aprecia a simple vista, así que convendría revisarlos cada 20.000 kilómetros.
FRENOS
Aparte de que hay que controlar el líquido de frenos, las pastillas delanteras tienen un mayor desgaste que las traseras, ya que la mayoría de los modelos en circulación son de tracción delantera. Es muy importante que este sistema sea revisado por un especialista al menos una vez al año.
CORREA DE DISTRIBUCIÓN
Hay que tener en cuenta que el precio de una rotura en kit de distribución puede llegar a ser importante, incluso muy elevado. Por ello, su mantenimiento es esencial, y se recomienda una revisión entre los 80.000 y los 100.000 kilómetros. Mucho ojo, porque algunos kits incluyen bomba de agua. Si es así (ocurre cada vez en más modelos), se suele hacer el cambio o revisión conjuntamente.
SISTEMAS DE ESCAPE Y CATALIZADORES
Los sistemas de escape tienen una doble misión en el cuidado del medio ambiente: reducir las emisiones contaminantes y el ruido de los gases al salir del motor. Aunque depende de muchos factores y por tanto no se puede hablar de una cifra fija, los catalizadores dejan de cubrir su función protectora del medio ambiente aproximadamente a los 80.000 kilómetros. La Asociación de Talleres de Madrid aconseja una revisión a partir de los 60.000 kilómetros.