Sin compromisos en DH no se puede firmar el TPP, advierte experto de la ONU
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Importantes sectores y personajes de la economía mundial se oponen a la firma del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica
Alfred de Zayas, experto de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en derechos humanos, hizo un llamado al Gobierno de México y de otros 11 países a no firmar el Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP por sus siglas en inglés) sin antes haber reafirmado sus obligaciones en virtud de los tratados de derechos humanos y sus recientes promesas de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En octubre de 2015, México, Estados Unidos, Canadá, Perú, Chile, Japón, Vietnam, Brunei, Singapur, Malasia, Australia y Nueva Zelanda concluyeron las negociaciones sobre el TPP.
El acuerdo crea una zona libre de aranceles que representa alrededor del 40 por ciento del PIB mundial y un mercado de 805 millones de consumidores. El próximo 4 de febrero de 2016 los ministros de comercio se reunirán en Auckland, Nueva Zelanda, para firmar el acuerdo.
“El TPP es fundamentalmente defectuoso y no debe ser firmado o ratificado”, dijo el experto independiente de las Naciones Unidas.
Expresó además su preocupación porque, a pesar de “una enorme oposición de la sociedad civil en todo el mundo, doce países están a punto de firmar un acuerdo, que es el producto de negociaciones secretas sin una consulta democrática.”
“Las opciones son: no firmar el TPP en su forma actual, hacerlo como la sociedad civil demanda, o no ratificarlo, que es la responsabilidad de los parlamentos elegidos democráticamente”, señaló el experto, quien aseguró que “si un referéndum público se lleva a cabo en los doce países afectados, [el acuerdo] se rechazará firmemente”.
Zayas reiteró además su llamado al sistema de las Naciones Unidas y a los gobiernos de todo el mundo “para poner fin a los acuerdos de libre comercio y de inversión que entran en conflicto con las obligaciones de los tratados de derechos humanos”, realizados el año pasado durante la presentación de un informe sobre el libre comercio y acuerdos de inversión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“El comercio no es un fin en sí mismo, sino que debe verse en el contexto del régimen internacional de derechos humanos, el cual impone obligaciones jurídicamente vinculantes para los Estados, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Derechos Culturales “, dijo.
“Los acuerdos comerciales no son regímenes jurídicos ’independientes’, pero deben cumplir con los principios fundamentales del derecho internacional, incluida la transparencia y rendición de cuentas”. Destaco además que ”no deben retrasar, eludir, socavar o hacer imposible el cumplimiento de las obligaciones de tratados de derechos humanos”.
En octubre de 2015, México, Estados Unidos, Canadá, Perú, Chile, Japón, Vietnam, Brunei, Singapur, Malasia, Australia y Nueva Zelanda concluyeron las negociaciones para firmar el TPP. El acuerdo crea una zona libre de aranceles que representa alrededor del 40 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y un mercado de 805 millones de consumidores.
La apelación del experto de la ONU llega precisamente en vísperas de la reunión de los ministros de comercio en Auckland, Nueva Zelanda, el próximo 4 de febrero de 2016, en donde se firmara el que busca fortalecer la posición de los inversores, las empresas transnacionales y monopolios a expensas del público, “y que tendrá un impacto negativo sobre las normas laborales, la seguridad alimentaria, la salud y la protección del medio ambiente”.
El Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, viajó hoy a Nueva Zelanda para participar en varios eventos relacionados con la firma del TPP el próximo jueves. Guajardo sostendrá encuentros bilaterales con colegas de otros países, entre ellos, Estados Unidos, para avanzar en los mecanismos dirigidos a potenciar los flujos de comercio e inversión. La firma del acuerdo culmina el proceso de negociación comercial iniciado el 2 de diciembre de 2012.
Para la Secretaría de Economía, el beneficio en México se identifica en al menos 19 sectores económicos que engloban 191 fracciones arancelarias, entre las que destacan las relativas a productos agroindustriales, vehículos y autopartes, químicos y farmacéuticos, acero y manufacturas, equipo eléctrico y electrónico, cosméticos y artículos de higiene personal.
Sin embargo, algunos grupos de la sociedad civil han referido que podría afectar a la soberanía nacional y finalmente, como algunos acuerdos son desconocidos y han sido negociados por gobiernos y grandes corporaciones, pueden poner en mayor desventaja a las pequeñas y medianas empresas.
Incluso el Banco Mundial dijo que México es el país menos beneficiado de los que integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con la llegada de un nuevo acuerdo internacional con expectativas mucho más ambiciosas
En su reporte “Potenciales implicaciones macroeconómicas del TPP” detalla que en el caso de los países miembros del TLCAN los beneficios serán muy modestos, sólo del 0.6 por ciento del PIB, mientras que para “México, los beneficios se reducen aún más” por los recortes arancelarios que le dan mayor acceso a los miembros del acuerdo al mercado de Estados Unidos.
Al respecto, el experto de la ONU convocó a una nueva generación de acuerdos comerciales para el siglo XXI, en los que se incorporen los derechos humanos y el desarrollo. Dijo que es necesario hacer hincapié en que “el TPP se basa en un viejo modelo de los acuerdos comerciales que está fuera de sintonía con el actual régimen internacional de derechos humanos".
FUERTE OPOSICIÓN: DOS PREMIOS NOBEL DE ECONOMÍA
Dos premios Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Paul Krugman, se oponen a esta alianza.
En entrevista con el diario Vancouver Sun, Stiglitz explicó que los acuerdos contemplan deshacerse de regulaciones en materia de medio ambiente, seguridad, economía, salud. “Los consumidores, que no están negociando en la mesa, resultarían afectados”.
Un ejemplo, según Stiglitz, es uno de los puntos que permite que cualquier compañía demande a los gobiernos cada que haya una nueva regulación.
Además, con este acuerdo el acceso a los medicamentos genéricos sería más difícil, según Stiglitz. “Los pobres no serán capaces de costearlos, los seguros médicos se encarecerán…es decir, afectará a todos los grupos en la sociedad y ninguno de ellos está en la mesa, negociando”.
Para Paul Krugman, el TPP no es un acuerdo realmente sobre libre comercio. Sí, algunos precios bajarían, pero la preocupación principal “es la propuesta que involucra endurecer los derechos de propiedad intelectual en campos como la medicina y el cine”.
En un texto publicado por The New York Times en mayo pasado, Krugman reporta que la organización Médicos Sin Fronteras está preocupada por el acuerdo que haría que los medicamentos fueran “incosteables” para las naciones en vías de desarrollo.
Además, la coalición de organizaciones sindicales como la AFL-CIO y grupos ambientalistas estadounidenses se opone al acuerdo bajo el argumento de que beneficia a las grandes corporaciones pero no a los trabajadores.
Hoy, la mayor central sindical de Estados Unidos, la AFL-CIO, pidió al presidente Barack Obama la divulgación inmediata del texto del Acuerdo de la Asociación Transpacífico (TPP).
La Representación Comercial de la Casa Blanca respondió que negociadores de los 12 países continuarán el proceso de redacción final de las cláusulas del acuerdo antes de su divulgación al público.
También en Estados Unidos, el acuerdo fue repudiado por el aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders.
“Wall Street y otras grande corporaciones han ganado nuevamente… Necesitamos políticas comerciales que beneficien a trabajadores y consumidores de Estados Unidos, no sólo a los presidentes de grandes corporaciones multinacionales”, señaló Sanders.
Con información de Sin Embargo y Animal Político