Stanley Kubrick, 20 años sin el genio del Bronx

Hace dos décadas que Kubrick murió de un infarto mientras dormía; en aquel entonces tenía 70 años y su último largometraje ‘Eyes Wide Shut’ estaba a cuatro meses de llegar a las salas de cine, ahora es considerado uno de los personajes más influyentes del siglo XX

Cine
/ 18 marzo 2019
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Stanley Kubrick nació en julio de 1928 en Nueva York, y murió en marzo de 1999 en Londres, el artista consiguió manejar la industria cinematográfica a su antojo: contó con presupuestos millonarios sin acabar bajo el peso comercial de Hollywood y sin que nadie mermase su libertad creativa. Sus largometrajes, convertidos en piezas de culto, han influido en otros directores de éxito como David Lynch, Wes Anderson o Darren Aronofsky, entre otros.

DE FOTÓGRAFO A DIRECTOR

Las primeras cámaras que atrajeron a Kubrick, hijo de inmigrantes judíos europeos en Estados Unidos, fueron las fotográficas. En 1945, tras acabar la escuela, consiguió un trabajo en la revista Look como fotógrafo y usaba sus ahorros para hacer cortos documentales.

De la mano de James Harris, Kubrick hizo su primera incursión importante en el cine con el clásico de cine negro “The Killing”, pero fue “Paths of Glory” la que puso en relieve su nombre y su trabajo.

Kirk Douglas, el mítico actor estadounidense, lo fichó para dirigir “Spartacus”. Era una película épica, basada en la novela homónima de Howard Feast, adaptada por Dalton Trumbo y protagonizada por Douglas. Esta fue la primera producción de gran presupuesto en la que trabajó el director.

En 1962, Kubrick se lanzó a dirigir otra novela de renombre: “Lolita”, de Vladimir Nabokov. En ella, un escritor de mediana edad se enamora enfermizamente de una preadolescente durante un retiro de verano, antes de volver a su puesto como profesor. En aquel momento no obtuvo un gran reconocimiento por parte del público ni de la crítica.

LOS AÑOS DORADOS

Fue a partir de “Dr. Strangelove or: How I learned to stop worrying and love the bomb”, en 1964, cuando el mundo del cine se rindió a los pies de Kubrick. La sátira sobre la guerra fría, protagoniza por partida triple por Peter Sellers, marcó el éxito del director.

Su siguiente cinta, “2001: A space odyssey” (1968), supuso un hit en la historia del séptimo arte por sus efectos especiales y su narrativa audiovisual. Todas sus películas están basadas en novelas ya existentes, a excepción de esta, cuyo guion fue escrito por Kubrick y el escritor Arthur C. Clarke, paralelamente a la novela.

A “2001: A space Odyssey” le siguieron “Clockwork Orange” (1971), “Barry Lyndon” (1975), “The Shining” (1980), “Full Metal Jacket” (1987) y, por último, “Eyes Wide Shut” (1999).

Las aristas, las complejidades y la “belleza” estética de las películas de Kubrick hacían que cada estreno fuera el descubrimiento de una nueva obra de arte. La huella del director era reconocible en todos sus trabajos, como un hilo uniendo diferentes prendas, a pesar de las diversas temáticas de los mismos.

Desde el tono bélico de algunas cintas a la ciencia ficción, Kubrick mantenía una coherencia estética que ha trascendido cada una de sus cintas. Kubrick también rasgaba personajes atormentados, perfectamente perfilados y potentes, dando especial relevancia a los villanos.

UN GENIO OBSESIVO

Las obsesiones de Kubrick han sido un tema recurrente a la hora de abordar la obra del director. Aunque poco ha trascendido de sus obsesiones más personales, la constante búsqueda de la perfección del neoyorkino dejó huella en casi todos los profesionales que trabajaron con él. Especialmente, en sus actores y actrices.

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Un buen ejemplo es la protagonista de “The Shining”, Shelley Duvall, que dio vida a Wendy Torrance en la adaptación de la novela de Stephen King. El director hizo repetir a Duval 127 veces la mítica escena del bate, según la publicación Indiewire.

Quería que sus lágrimas fueran reales. Además, la actriz sufrió las embestidas y vacíos del director y demás reparto durante el rodaje. Según un medio estadounidense en el que la actriz cuenta esta experiencia, el director quería crear una atmósfera que ayudara a la actriz a convertirse en su personaje: una mujer débil, insegura y atormentada. 

Para que “Eyes Wide Shut” quedara como él quería, el rodaje se extendió durante 400 días, cuatro veces más de lo que estaba planeado. El director estuvo presente durante cuatro años en la vida de los actores protagonistas, Nicole Kidman y Tom Cruise, por el proyecto.

“Stanley nos envió a Tom y a mí el montaje que él consideraba listo y lo vimos en New York. Y luego falleció. La mañana siguiente recibí la llamada, una de las peores que he recibido”, dijo Kidman. EFE

A SABER:

De la mano de James Harris, Kubrick hizo su primera incursión importante en el cine con el clásico de cine negro “The Killing”, pero fue “Paths of Glory” la que puso en relieve su nombre y su trabajo.

Kirk Douglas, el mítico actor estadounidense, lo fichó para dirigir “Spartacus”. Era una película épica, basada en la novela homónima de Howard Feast, adaptada por Dalton Trumbo y protagonizada por Douglas. Esta fue la primera producción de gran presupuesto en la que trabajó el director.

“2001: A space odyssey” (1968), supuso un hit en la historia del séptimo arte por sus efectos especiales y su narrativa audiovisual. Todas sus películas están basadas en novelas ya existentes, a excepción de esta, cuyo guion fue escrito por Kubrick y el escritor Arthur C. Clarke, paralelamente a la novela.

DATOS

70 años tenía el cineasta cuando murió

52 semanas  duró la filmación de su última película

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