Suspende Trump ley centenaria para acelerar ayuda humanitaria a Puerto Rico
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El presidente paralizó durante diez días la "Jones Act", que exige el empleo de barcos con bandera de Estados Unidos entre los puertos marítimos del país.
En medio de las críticas por su lenta respuesta a la devastación que el huracán "María" dejó en Puerto Rico, Donald Trump suspendió temporalmente una ley centenaria que obstaculizaba la llegada de ayuda humanitaria a la isla.
El presidente paralizó durante diez días la "Jones Act", que exige el empleo de barcos con bandera de Estados Unidos entre los puertos marítimos del país. Puerto Rico es un Estado libre asociado a Estados Unidos y sus habitantes tienen la ciudadanía estadounidense.
Desde ahora serán más los barcos que puedan llevar ayuda desde el continente a la isla, arrasada por el peor huracán desde 1929. Su gobernador, Ricardo Roselló, había pedido ese paso el miércoles.
La medida forma parte de un paquete modificado de medidas para la isla caribeña, explicó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Bossert.
Medios estadounidenses con enviados a Puerto Rico informaron hoy de que los puertos puertorriqueños están llenos de contenedores de ayuda que sin embargo no está siendo distribuida. La falta de conductores de camiones y la de combustible están entre las causas.
Trump viajará a Puerto Rico el próximo martes, casi dos semanas después de que el ciclón golpeara Puerto Rico, que ya se había visto afectado por "Irma". La catástrofe natural profundiza la grave situación de la isla, en bancarrota desde hace tiempo.
Trump y su administración están siendo acusados de no haber actuado con Puerto Rico con la misma celeridad con la que lo hicieron cuando el huracán "Harvey" golpeó Texas y cuando "Irma" lo hizo en Florida. En ambos casos, el mandatario se desplazó a esos estados cuatro días después de la llegada de los ciclones.
"El pueblo de Puerto Rico tiene todo el apoyo que el presidente Trump dio a los ciudadanos de cada uno de los otros estados de este país", dijo Bossert, que acusó a los medios de comunicación de estar haciendo una cobertura que da la apariecia de que la administración no se está "moviendo lo suficientemente rápido".
La Casa Blanca, como hizo Trump el martes, destacan que la prestación de ayuda se complica logísticamente por el hecho de que Puerto Rico es una isla.
Casi la mitad de la población carece ahora mismo de acceso a agua potable. El acceso a los alimentos es también limitado, igual que a la asistencia sanitaria y a cobijo. La red eléctrica está arrasada y la isla podría estar sin energía durante meses. Tampoco se consigue combustible.
Según Bossert, de los 69 hospitales que hay en Puerto Rico, 44 estaban este jueves ya en funcionamiento. El martes eran solo 11.
El Pentágono envió hoy al general de tres estrellas Jeff Buchanan, comandante del Ejército Norte, para que ayude a dirigir la respuesta frente a la devastación que ha dejado el huracán.
En la isla hay unos 10,000 efectivos humanitarios, entre ellos 7,200 militares, según el asesor de Seguridad Nacional. El senador republicano Marco Rubio, que visitó esta semana la isla, instó hoy a Trump a utilizar su autoridad constitucional como comandante en jefe para enviar más militares en ayuda de la isla y pidió una respuesta del Departamento de Defensa.
Puerto Rico es un Estado libre asociado a Estados Unidos. Sus habitantes son ciudadanos estadounidenses, aunque no pueden votar en las elecciones nacionales si no son residentes en alguno de los 50 estados del país.