Terminator: Destino Oscuro
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No cabe lugar a dudas que el cineasta James Cameron se haya consolidado en su momento como uno de los mejores contadores de historias de finales del siglo XX … aunque también de los más subvalorados.
Y es que en su larga cadena de éxitos, desde las dos primeras películas de “Terminator” (1984 y 1991, de manera respectiva) hasta dos de las más taquilleras películas en la historia del cine como lo fueron “Titanic”, en 1997 y “Avatar”, en el 2009, si bien era aclamado y hasta premiado con Oscares a la Mejor Película y al Mejor Director de 1997 por “Titanic”, por ejemplo, ninguna de ellas le ha dado siquiera una nominación al Mejor Guion cuando como alguna vez dijo uno de los más grandes cineastas del siglo XX, el japonés Akira Kurosawa, “ … con un buen guion un buen director puede llegar a producir una obra maestra; con el mismo guion un director mediocre puede hacer una película encomiable, pero con un mal guion un buen director es incapaz de hacer una buena película”.
Dicho esto, y el hecho de que al estrenarse a nivel mundial incluyendo las salas de México y de Saltillo de “Terminator: Destino Oscuro”, de Tim Miller, aparezca en los créditos que la historia es original de James Cameron y el hecho de que reúna a dos de sus actores originales, Arnold Schwarzenegger y Linda Hamilton, en lo que bien puede ser como el cierre “oficial” de una trilogía si no tomamos en cuenta las secuelas que aparecieron entre la primera secuela de 1991 y la más reciente, “Terminator: Destino Oculto” tiene una base firme que si bien en su desarrollo tiene varios tumbos cumple y no traiciona tanto a los fans de la saga como a quienes buscan un rato de entretenimiento con un discurso que si bien en su tiempo fue visionario no podía ser más vigente para los tiempos que vivimos.
Es así como “Terminator: Destino Oscuro” inicia en la Ciudad de México en época actual, donde a la manera de la original de 1984 se ve caer del cielo en medio de una burbuja radioactiva primero a una mujer rubia de nombre Grace (Mackenzie Davis) seguida de un Terminator con rasgos latinos (el actor texano Gabriel Luna), la primera para proteger a una joven mexicana llamada Daniela Ramos (Natalia Reyes), quien trabaja junto a su hermano Diego (Diego Boneta) en una maquiladora y cuando este último es despedido por cederle su lugar a una máquina al aparecer en escena los dos visitantes del futuro se inicia una trepidante carrera por sobrevivir al ser ahora nada menos que una joven mexicana la esperanza para un futuro alterno al original dominado por las máquinas.
Como decíamos al inicio de este comentario, el hecho de estar combinados en esta reciente secuela los nombres de James Cameron como autor de la historia y de Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger en los roles que los hicieron famosos a nivel internacional combinados a la perfección con los nuevos personajes; el humor que ha garantizado películas previas de Tim Miller como director (“Deadpool”) y el ambiente de xenofobia con todo y centros de detención del Estados Unidos y muros trumpistas hacen de este un cierre, si bien políticamente incorrecto para gringos, uno muy disfrutable de principio a fin.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo