Tijuana, la serie de Netflix que exhibe cómo el Estado dejó solos a los periodistas

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/ 4 abril 2019

Adela Navarro Bello, directora del semanario ZETA, relata cómo el equipo de producción de la serie que se estrena este viernes llegó a la redacción de la publicación a platicar con los reporteros, editores y fotógrafos para adentrarse en el quehacer periodístico y así mostrar una historia basada en acciones reales

Ciudad de México.– “Los periodistas se acostumbran a vivir con la muerte a un lado y piensan que eso es normal, pero no lo es”. Así culmina el tráiler de Tijuana, la nueva serie original de Netflix que arriba al catálogo de la plataforma este 5 abril con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la peligrosa labor que ejercen los periodistas en México.

Creada por Zayre Ferrer y Daniel Posada como su showrunner, la serie se inspira en el semanario ZETA para contar la historia de un grupo de periodistas que trabaja en el periódico Frente Tijuana y que investiga sobre el asesinato de un candidato a la gubernatura de Baja California que les revelará en el camino el entramado que hay detrás de este homicidio.

Adela Navarro Bello, directora del semanario ZETA, contó en entrevista con SinEmbargo que el equipo de producción de la serie llegó a la redacción de la publicación a platicar con los reporteros, editores y fotógrafos para adentrarse en el quehacer periodístico y así mostrar una historia basada en acciones reales.

“Ellos querían que su historia de ficción fuese lo más apegado a la realidad del ejercicio del periodismo en México, y seleccionaron al semanario para estudiarlo, para analizarlo y para escribir el guión y producir la serie”.

“No es una biografía del semanario ZETA. No vamos a encontrar a Jesús Blancornelas ni a Héctor Félix Miranda, que son nuestros directores fundadores, o algún otro compañero que trabajaba o trabaja en el semanario en estos momentos. […] Veremos algunos rasgos en el director o en el codirector del semanario, en una reportera o en algún reportero. Vas a ver algunos rasgos de quienes estuvieron aquí o están aquí en el periódico, pero es por esa inspiración de la que fuimos parte”, destacó Navarro.

Tijuana –protagonizada por Damián Alcázar y Tamara Vallarta– mostrará que ejercer el periodismo resulta una tarea sumamente peligrosa en México, donde hace un par de días Artículo 19 reveló que el país es el más violento de América para realizarlo. De acuerdo con el informe “Ni borrón ni cuenta nueva” de la organización, en pro de los derechos humanos por la defensa de la libertad de expresión, al menos 124 periodistas han sido asesinados del año 2000 al 2018; además de 19 comunicadores desaparecidos en el mismo período.

Según cifras de la organización se registraron 544 agresiones contra la prensa sólo en 2018 y cerca de 3 mil 594 ataques en los últimos 12 años, durante los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, siendo este último el más peligroso para el gremio y donde hubo el 99.13 por ciento de impunidad en los casos.

De esta misma violencia ha sido testigo el semanario, que a lo largo de sus 39 años desde su creación, ha visto ser asesinados a sus fundadores como su subdirector Héctor “El Gato” Félix Miranda en 1988 o Francisco Javier Ortiz Franco que investigaba al crimen organizado en la ciudad y fue asesinado en 2004. Sin olvidar que Jesús Blancornelas, cuyo trabajo se basó en la relación del narco con los gobiernos locales, se salvó en 1997 de un ataque directo en su contra por parte de sicarios.

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Este contexto de violencia contra los periodistas ha incluso empeorado con los años, asegura Adela Navarro.

“No han mejorado las condiciones para el ejercicio del periodismo de investigación en México, para el ejercicio de la libertad de expresión. Antes espiaban a Blancornelas o a Julio Scherer, ahora espían a Carmen Aristegui y a otros periodistas. Ahora asesinan a Javier Valdez y a Miroslava Breach, antes asesinaban a Héctor Félix. Antes señalaron y presionaron, ahora nos están amenazando y presionando a los que estamos haciendo periodismo en México”.

“Desafortunadamente el Estado de derecho no existe, no ha cambiado. Seguimos amenazados, seguimos espiados, seguimos siendo desaparecidos y asesinados”, agregó.

En medio de estas dolorosas cifras en las que los estados de Veracruz, Coahuila, Puebla, Ciudad de México y Oaxaca se muestra como las entidades más violentas de 2018, a través de 11 capítulos, Tijuana exhibirá otra punto de vista lejos de las series de narcos que se exhiben por todas las plataformas de streaming y la televisión abierta. Ahora será desde la trinchera de los periodistas para sensibilizar a la sociedad acerca de trabajo de este gremio.

“Sensibilizar a nuestra sociedad sobre el trabajo de los periodistas de investigación en un país como el nuestro donde el ejercicio de nuestro oficio, de nuestra profesión, es de los más riesgosos. México está entre los cinco países de mayor riesgo para los periodistas de investigación particularmente. Tratan de sensibilizar a la sociedad de lo que significa hacer periodismo. ¿A qué se enfrentan los periodistas? A las presiones de grupos de la política, grupos del Gobierno, grupos policiacos, de criminales organizados, de narcotráfico. Mostrará cómo desarrollan y lo que se tiene que enfrentar día con día para hacer llegar la información a los lectores”, expuso Adela, quien entró a ser parte del semanario en 1990, cuando los gobiernos local y federal no estaban acostumbrados al periodismo de investigación.

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“Ante andanada de series de narcotráfico que se dio en México, y se da en otros países, no es exclusivo nuestro, de contar las historias desde otro punto de vista, de quienes estamos en las redacciones trabajando esos temas. Muchas veces entre las amenazas y las presiones tanto del narcotráfico como del Gobierno”.

“Hay series de abogados, criminólogos, otros tipos de producciones. Una de periodistas yo creo que sí podría ayudar en ese sentido a que la sociedad se entere en qué condiciones, y más en un país como México, estamos haciendo nuestro trabajo en el día a adía. Ojalá que sirva para eso. Estamos en un momento muy difícil en México”.

Navarro Bello cuenta a SinEmbargo que en 2018, el semanario cuyo eslogan es “Libre como viento” fue sujeto de represalias del Gobierno panista de Francisco Vega de Lamadrid en octubre, al retirar la publicidad oficial del sitio. Indicó que el camino para ser periodismo de investigación no ha sido fácil a lo largo de todo este tiempo, pero asegura el que la población siga leyendo ZETA indica que seguirán buscando los medios para mantenerse.

“Desafortunadamente hemos perdido compañeros en el camino, hemos pasado por crisis financieras, crisis económicas, pero aquí estamos y mientras los lectores nos sigan leyendo, y podamos seguir teniendo los medios para sacar adelante cada semana la edición del semanario ZETA, del proyecto de libertad de expresión que encabezamos, lo vamos a seguir haciendo”.

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