Tropas aliadas de Estados Unidos penetran bastión del ISIS en Siria
Dos aviones estadounidenses derribaron puntos de la histórica muralla de Raqa para adentrarse en la ciudad
El Estado Islámico (ISIS), cada vez más debilitado, ya tiene al enemigo en casa. Tropas árabes y kurdas, apoyadas por Estados Unidos, lograron penetrar el casco antiguo de Raqa, la autoproclamada capital de grupo terrorista en Siria, según anunció este martes el Ejército de EE UU.
Los efectivos de la alianza rebelde Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) se adentraron en el corazón del bastión islámico en la noche de este lunes. Lo hicieron después de que aviones estadounidenses derribaran dos puntos del muro de más de dos kilómetros de distancia que rodea el centro de la ciudad y una de las zonas más pobladas. Los bombardeos crearon dos brechas de 25 metros cada una por las que avanzaron las fuerzas del FDS. Es la primera vez que logran entrar en esta zona de la ciudad, después de haberla rodeado en la última semana.
No es una victoria clara, pero sí un paso hacia la aniquilación del ISIS en su feudo más importante, y en el que las fuerzas aliadas de EE UU comenzaron la ofensiva hace cuatro semanas. El centro de la ciudad no es —como sí fue en Mosul— la última zona de control de los islamistas, según explicó el Coronel Ryan Dillon, el portavoz de las fuerzas estadounidenses en Bagdad. “Todavía queda una enormidad de batallas en Raqa”, aclaró Dillon. Según la ONU, hay más de 100.000 civiles atrapados en la ciudad. En junio han muerto al menos 173 civiles por bombardeos de la coalición liderada por EE UU y por los combates terrestres, según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Husein.
Pero para el ISIS, que tiene unos 2.500 soldados en Raqa, supone un golpe duro. Sus militantes confiaban que la histórica muralla, denominada Rafiqa, les concediera más tiempo y protección para afrontar los próximos enfrentamientos. Dentro del centro histórico, el ISIS ha reforzado con francotiradores, bombas, artillería y minas en las últimas semanas por lo que esperan duras batallas para coalición apoyada por los estadounidenses, según explicó Dillon.
Tras la exitosa campaña en Mosul, la coalición anti-ISIS centra sus esfuerzos en esta ciudad del norte de siria. En marzo, el Gobierno de Donald Trump envió 400 soldados adicionales a los 500 desplegados originalmente. Su misión es principalmente la de asesorar y participar, desde segunda línea, en la rápida derrota del ISIS, algo que el republicano repitió a menudo durante su campaña electoral.