Vaticano expresa "vergüenza y dolor" por escándalo de abusos sexuales en EU
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El martes, el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, presentó el informe sobre los abusos y denunció un "encubrimiento sistemático" por parte de la jerarquía eclesiástica que llegó "en algunos casos hasta el Vaticano”.
El Vaticano dijo hoy que sentía "vergüenza y dolor" por el reciente informe de las autoridades judiciales de Pensilvania que reveló los nombres de más de 300 sacerdotes que cometieron abuso de menores en ese estado norteamericano.
"El abuso descrito en el informe es moral y penalmente reprobable (...) Las víctimas deben saber que el papa está de su lado", señaló el portavoz del Vaticano Greg Burke en un comunicado.
"La Iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado y deberían asumir la responsabilidad tanto los abusadores como los que permitieron que ocurriera", añadió.
El martes, el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, presentó el informe sobre los abusos y denunció un "encubrimiento sistemático" por parte de la jerarquía eclesiástica que llegó "en algunos casos hasta el Vaticano”.
Como resultado de una investigación de dos años, las autoridades judiciales estadounidenses revelaron que los abusos fueron cometidos durante un lapso de 70 años.
"Pese a que la lista es larga, no creemos tener todos (los nombres)", indicó Shapiro para resaltar que se trata del informe más amplio sobre abuso infantil dentro de la Iglesia que se haya dado a conocer en Estados Unidos.
Este informe sale a la luz más de 15 años después del escándalo generado por la publicación de los casos en torno al cura John Geoghan en Boston. En ese entonces también se reveló que el liderazgo de la Iglesia había intentado mantener los casos en secreto.
En su comunicado, el Vaticano destacó hoy que "la mayoría de lo discutido en el informe se refiere a abusos antes de principios de los años 2000" y que casi no hubo casos "después de 2002”.
"Las conclusiones del gran jurado son consistentes con estudios previos que muestran que las reformas de la Iglesia católica en Estados Unidos redujeron drásticamente los casos de abuso de menores por parte del clero", argumentó Burke.
La Iglesia católica es acusada desde décadas de no castigar a los curas pedófilos y de ocutar sus crímenes. El papa Francisco prometió "tolerancia cero" sobre el tema, aunque recientemente surgieron varios escándalos como el en Chile, donde el pontífice aceptó la renuncia de cinco de sus 33 obispos por el encubrimiento de casos de abusos contra menores.
Las acusaciones reveladas esta semana en Estados Unidos afectan a seis de las ocho diócesis de Pensilvania. El fiscal del estado estima que hay miles de víctimas, aunque presume que muchas no reportaron los abusos. Según dijo, se identificó a 1,000 víctimas.
"Los sacerdotes abusaron de niños y niñas pequeños y los hombres de Dios que eran responsables de ellos ni hicieron nada, ocultaron todo", apuntó Shapiro. "El encubrimiento fue sofisticado", señaló. "Mientras tanto, los líderes de la iglesia registraron los abusos y los encubrieron".
Shapiro manifestó que la institución documentó las acusaciones, muchas de las cuales se registraron desde los años 80, aunque algunas se remontan incluso décadas atrás, pero priorizaron la reputación de la Iglesia sobre la seguridad de niños y niñas.
Según el fiscal, los documentos internos de la Iglesia muestran que las autoridades mostraron un "desprecio absoluto" por las víctimas al usar "eufemismos" para describir los abusos y calificarlos de jugueteos o conducta inapropiada.
"No fue ninguna de esas cosas", señaló. "Fue abuso sexual de menores, inclusive violación, cometida por hombres grandes contra niños”.
El fiscal explicó que prácticamente ninguno de los casos puede ser juzgado hoy en día porque prescribieron. Además dijo que algunos de los curas acusados fueron promovidos y al menos dos obispos que no informaron de los abusos se convirtieron en cardenales. A la vez, los miembros de las comunidades afectadas no fueron informados.
En un caso, por ejemplo, un cura toqueteaba a jóvenes con la excusa de que estaba llevando a cabo un "análisis de cáncer", indicó un comunicado de las autoridades judiciales.
En la diócesis de Pittsburgh, un grupo de cuatro sacerdotes abusaba de jóvenes y a uno lo obligaron a posar desnudo en una casa parroquial como Jesús en la cruz.
El informe revela también que los curas abusaban de jovencitas y las dejaban embarazadas. En un caso incluso se arregló un aborto.
Para la investigación se utilizó medio millón de documentos que eran guardados hasta el momento en archivos secretos del obispado. Los investigadores de Pensilvania utilizaron acciones judiciales para tener acceso a estos documentos.
Muchos de los sacerdotes identificados se resistieron a que sus nombres fueran dados a conocer, lo que demoró la publicación del informe.
"Antes hubo otros informes sobre abuso sexual infantil dentro de la Iglesia católica, pero nunca a esta escala", señaló el informe. "Para muchos de nosotros, estas historias pasaban en algún lugar lejano. Ahora sabemos la verdad: pasan en todas partes”.
El cardenal Daniel DiNardo, jefe de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos, dijo en un comunicado que la Iglesia católica enfrenta en ese país "una catástrofe moral”.
"Cualesquiera que sean los detalles (...), ya sabemos que una de las causas es el fracaso del liderazgo episcopal", dijo.