Yerno de Trump construyó un edificio de lujo con dinero para barrios pobres

Internacional
/ 1 junio 2017

La compañía de Jared Kushner aprovechó un resquicio que permite redibujar zonas para poder optar a financiación de extranjeros que a cambio reciben visados en Estados Unidos

Washington.- Jared Kushner hizo lo mismo que otros empresarios inmobiliarios: aparentó que su promoción de un apartamento de lujo estaba en una zona pobre de Nueva Jersey cuando en realidad no era así. El yerno de Donald Trump y sus socios, con la ayuda de las autoridades estatales, se aprovecharon en 2015 de un resquicio legal que permite redibujar mapas para poder optar a financiación extranjera ideada para barrios con un elevado desempleo.

Con esa maniobra, revelada por una investigación del diario The Washington Post, Kushner se ahorró millones de dólares en la construcción del edificio de 50 plantas, bautizado 65 Bay Street, y con vistas a Manhattan.

Pero Kushner, marido de Ivanka Trump, ya no es ahora un empresario privado ni un ciudadano cualquiera. Se mide al detalle todo lo que hace y dice porque es uno de los asesores más cercanos al presidente de Estados Unidos. Su pasado ayuda a construir mejor el perfil, y los valores, de un hombre con un perfil discreto, sin experiencia política pero una enorme influencia en la Casa Blanca.

Kushner se benefició de la letra pequeña del polémico programa EB-5, que concede visados a extranjeros que hagan una inversión de al menos medio millón de dólares en EE UU a cambio de cumplir ciertos requisitos. Demócratas y republicanos han criticado la opacidad del programa y el riesgo de fraude. El Gobierno de Trump tiene que decidir si endurece las condiciones por las que se conceden los visados. Kushner ha dicho que se inhibirá del proceso de decisión.

A principios de mayo, la compañía familiar se disculpó después de que la hermana de Kushner promocionara su cercanía a Trump en un acto en China para atraer inversores, a través del programa EB-5, para otro proyecto en Nueva Jersey. Según el Post, la empresa también ha dibujado a medida el mapa de la zona en que se ubica ese edificio para poder concurrir al EB-5.

Los detalles detrás del proyecto 65 Bay Street llegan en un momento incómodo para Kushner, de 36 años e hijo de una rica familia de promotores inmobiliarios. En los últimos días se ha sabido que el FBI le ha incluido en sus investigaciones sobre los lazos con Rusia del entorno de Trump. A finales del año pasado, según la prensa estadounidense, el yerno de Trump propuso al embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, la apertura de un canal seguro y secreto de comunicación entre el equipo del presidente electo y el Kremlin.

En la construcción del proyecto de Nueva Jersey, en 2015, Kushner Companies obtuvo 50 millones de dólares de inversores extranjeros a través del programa de visados. Eso le permitió no tener que recurrir a vías convencionales de financiación, como créditos bancarios, que cobran un interés que puede llegar a ser tres veces superior que el acordado a través del EB-5.

El propósito del programa, creado en 1990, es que ese dinero extranjero cree puestos de trabajo y se destine a barrios con un elevado desempleo y con escaso acceso a financiación tradicional. Para poder optar a esos inversores extranjeros, el proyecto inmobiliario debe situarse en una zona con una tasa de desempleo 1,5 veces superior a la media nacional.

En las calles anexas al proyecto 65 Bay Street, la tasa de desempleo era en 2015 del 2,6%, según los datos citados por el diario. La cifra era muy inferior al umbral que debía cruzar la compañía de Kushner para poder optar al programa de visados. Con la ayuda de las autoridades de Nueva Jersey, deseosas de conseguir ingresos, el yerno de Trump y sus socios delimitaron una zona mucho más grande: de más de seis kilómetros de largo, en la que incluyeron otros distritos más al sur, algunos con una tasa de desempleo que supera el 20% y elevados índices de violencia.

El resultado fue que todos los barrios juntos sumaban una tasa justo por encima del 9,3%, la barrera que había que superar entonces para poder acceder al programa de inversiones a cambio de visados. Hoy, pese a que se ha desligado de la mayoría de sus negocios, Kushner mantiene un porcentaje de control sobre ese edificio.

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