Cai Guo-Qiang, el arte de dibujar con pólvora y explosiones
COMPARTIR
TEMAS
El próximo 24 de enero iluminará el cielo de Buenos Aires con un proyecto de explosión centrado en el tango y las milongas.
Buenos Aires, Argentina.- La tranquilidad con que el artista chino Cai Guo-Qiang dibuja sus figuras en enormes hojas de cartón y papel desplegadas en el suelo de un enorme galpón en el barrio porteño de La Boca contrastan con lo que vendrá después, regueros de pólvora que encenderá en explosiones para ilustrar sus creaciones.
El artista se inspiró en sus recientes viajes a la norteña provincia de Salta, a las Cataratas del Iguazú y su admiración por el tango para crear las obras de la muestra "Impromptu" que abrirá sus puertas mañana y hasta el 1 de marzo en la Fundación Proa de Buenos Aires.
El primer día, hizo estallar flores de cerámica que habían sido creada por los alumnos de una escuela de escultura porteña. Con parsimonia, distribuyó cerca de 500 flores sobre bastidores y luego las pintó con pólvora que esparció deliberadamente para crear formas, dibujos y tiznar la terracota.
Utilizó distintos tipos de pólvora argentina hasta encontrar los efectos buscados. Lo asombró la potencia de las explosiones que en algunos lugares perforaron el papel. Por primera vez, decidió dejar los agujeros y no restaurarlos. Con las flores, muchas partidas y teñidas con distintos tonos de tizne, creó una escultura colgante.
Los días siguientes trabajó con el sistema de stencils para crear con la pólvora. Dibujó figuras en cartón, que alumnos de la Universidad Nacional de las Artes calaron, y luego armó su diseño en un gran formato de 12 por 3 metros, dibujó con la pólvora y, otra vez, las explosiones y las llamas de fuego crearon su obra.
Luces y sombras, duras o difuminadas, dan vida a sus obras de arte.
"Como uso pólvora y papel, es fácil que la gente se lleve la impresión de que trabajo con las tradiciones orientales. Cuando hago obras con inventos como la pólvora y el papel, el humo de la pólvora crea sobre el papel un efecto parecido a la aguada. Sin embargo, el proceso también abarca la idea de 'creación a través de la destrucción', y la transferencia instantánea de energía en el momento de la explosión, una concepción artística que trasciende la diferencia entre Oriente y Occidente", explicó Cai.
Cáctus marcados por explosiones furiosas en el cementerio donde compartió con un grupo de collas (indígenas del noroeste) el pintado de una tumba en las desérticas alturas de Salta; las cataratas que en vez de mostrar una violenta caída de agua expresan un mensaje sutil y espiritual; la selva misionera y sus animales, creados en base a las figuras en madera que tallan los guaraníes y graban con fuego; las parejas que bailan tango, todo llevado al papel y el lienzo a través de la pólvora.
"Argentina está llena de incógnitas y acertijos, y a partir de mi diálogo mental con el país, mi impresión es que el país es un enigma. Pero lo que me atrae de Argentina es justamente que no es fácil entenderla: uno se siente perdido y perplejo, y entiende que las cosas no son tan simples", evaluó Cai.
"A mí lo que me preocupa es ver si puedo usar la pólvora para capturar la sensación de desconcierto que me produce Argentina, y para tratar de atrapar de lo incognoscible", expresó.
El famoso artista nació en 1957 en China, donde estudió escenografía en la Academia de Teatro de Shanghai. Vivió en Japón, París y Nueva York, donde actualmente reside. Ganó el León de Oro en la Bienal de Venecia de 1999 y fue el director visual y de efectos especiales en la apertura y cierre de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
En 2013 expuso en tres ciudades de Brasil, donde buscó poner énfasis "en el frenesí que se desata durante el carnaval, indomable a la vez que utópico, y al mismo tiempo un poco surrealista", recordó.
Su última muestra abrió en agosto en Shanghai, donde presentó "La novela ola", una gigantesca Arca de Noé con animales enfermos de todas las especies. La apertura, como debía ser, incluyó una instalación de ocho minutos de fuegos artificiales lanzados desde una plataforma en el río.
El próximo 24 de enero iluminará el cielo de Buenos Aires con un proyecto de explosión centrado en el tango y las milongas.
"Suelo comparar al artista que hace dibujos en un interior con un artista que está haciendo el amor, mientras que los proyectos de explosión al aire libre son más como las revoluciones que tienen lugar en la sociedad, entre el cielo y la tierra, o entre el mar y la costa", explicó el artista.
"Durante esas dos horas de la noche, cientos de miles de personas se mezclarán en la Vuelta de Rocha (la zona ribereña de La Boca sobre el Riachuelo) para crear ellos también con los fuegos artificiales de tango en el agua. Será un capítulo único, tanto en la historia del tango como en mi propia carrera artística", anticipó.
 Por Cecilia Caminos/DPA