Agentes del INM acechan y golpean a migrantes en Frontera, denuncian

Coahuila
/ 25 enero 2024

Un grupo de alrededor de 40 migrantes, mayormente de origen venezolano, se encuentra refugiado en la Iglesia El Verbo Encarnado, debido al temor a la violencia y persecución

Alrededor de 40 migrantes, en su mayoría de origen venezolano, se encuentran acogidos en el refugio de la Iglesia el Verbo Encarnado en Frontera, Coahuila, debido a que agentes del Instituto Nacional de Migración les vigila, asecha y esperan que salgan del lugar para golpearlos, amenazarlos y trasladarlos al Centro Migratorio donde preparan su repatriación.

Así lo declararon ellos mismos, quienes aseguran que llevan entre tres semanas y un mes en el interior de la iglesia, que es conocida como “La Casa del Migrante” en la Región Centro, por miedo a ser violentados por los agentes, la Guardia Nacional y la Policía de Coahuila.

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“Tenemos aproximadamente de dos a tres semanas, las autoridades migratorias no nos permiten seguir continuando nuestro camino para llegar al destino que nosotros tenemos pensado, hemos intentado salir varias veces, violan nuestros derechos humanos porque nos golpean, nos maltratan, explicó Samuel Barrios, nacido en Venezuela.

Los indocumentados integran familias completas y no pueden salir a escasos metros de la Iglesia.

“Nos tenían en persecución, salimos en las noticias, no podemos salir ni a la vuelta porque las patrullas de migración nos devuelve, nos corretean”.

Explicaron que en esta cacería, que es nombrada “operativos” por parte del Instituto Nacional de Migración, han golpeado mujeres, a niños, los desaparecen, y cuando los llegan a localizar, los menores están en Venezuela y las madres en Frontera sin poder hacer nada por ir a encontrarles.

“Hemos buscado la manera de salir de acá y seguir nuestra ruta porque vamos de paso, vamos a Estados Unidos y no nos dejan continuar nuestro camino, nos persiguen como si fuéramos delincuentes, aquí hay personas que tenemos nuestra profesión y nos tratan de lo peor”.

Estos indocumentados narraron que salieron de Venezuela hace mes y medio, pero la mayoría del tiempo de esta travesía han permanecido “encerrados” en la Iglesia el Verbo Encarnado; comentan que el padre Pablo Sánchez Valencia ha colaborado mucho, pero cuando llegan al tren los devuelven las autoridades.

“Nos amedrentaron, les dieron golpes y es una cosa que nos mantiene aquí en la iglesia, corremos un peligro, uno no quiere salir para la calle para que la policía nos golpee, pedimos a las autoridades nos deje transitar libremente hasta Estados Unidos”.

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