Alza arancelaria causa desplome de 95% en el flujo de mercancías mexicanas hacia Estados Unidos

En su primer día de vigencia, el arancel del 25% establecido por la administración Trump provocó ya una dramática caída de entre 92 y 95 por ciento en el flujo de mercancías mexicanas de exportación por carretera hacia Estados Unidos.

De 400 a 600 trámites comerciales que normalmente se registraban, la cifra se redujo hasta alrededor de 30 cruces, informó a VANGUARDIA Reginaldo Gutiérrez Ramón, director de operaciones aduaneras en la franja limítrofe del noreste del país.

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El miércoles, la cantidad de trámites en Acuña, Piedras Negras y Laredo aumentó a 80, aproximadamente, lo que podría ser un indicio de que, conforme transcurran los días, irá recuperándose el dinamismo en dichos puentes, explicó.

Entre los productores priva hasta ahora la incertidumbre, pues muchos de ellos no saben cómo gestionar el paso de sus mercancías.

En tal virtud, Gutiérrez Ramón les recomendó “que se preparen económicamente y se informen sobre el proceso que deben seguir, tanto administrativo como financiero”.

En cuanto a la capacidad de respuesta de las aduanas, estas se organizaron con suficiente antelación, “preparando la nueva papelería y los sistemas”, explicó.

De acuerdo a lo observado, los sectores más afectados con el nuevo arancel son “los sectores del acero y el aluminio, pero los que no son de uso automotriz”.

Mientras tanto, las empresas mexicanas “esperan de aquí al lunes o martes a que haya algún cambio en las condiciones para vender a Estados Unidos”, refirió.

“Hay gente que no tiene el medio económico para hacer frente al arancel, así que dejaron de enviar sus productos”, destacó el entrevistado, que también controla las aduanas de Manzanillo, Altamira y los aeropuertos de Monterrey y Ramos Arizpe.

Por su parte, Homero Ortiz Montes de Oca, auxiliar en logística, en Nuevo Laredo, de la agencia aduanal “Carlos Montes de Oca e Hijos”, advirtió incertidumbre y “nerviosismo, mucho estrés”, entre los usuarios de las aduanas.

“De seguir tan bajo el número de operaciones”, avizoró, “muchas plantas en México optarán por dejar de producir y hasta podrían cerrar”.

Dio a conocer que la inquietud entre los exportadores empezó a darse un día antes de que entrara en vigor la nueva tasa arancelaria: “todo mundo quería cruzar su mercancía, tratando de evitar el pago de la tarifa”.

“El pronóstico es reservado, quizá el flujo continúe bajo hasta en tanto la gente termine de adaptarse a las nuevas condiciones”, externó el aduanero.

Negó que en las casetas exista algún problema administrativo, ya que, además de contarse con los documentos necesarios, “todos los procesos están digitalizados”.

El único asunto que ha sido un poco difícil de manejar es que, en automático, “el certificado del T-Mec dejó de ser válido”, observó.

“En general, se puede decir que la medida (arancelaria) no sirve para nada, pues todos, sin excepción, perdemos, más aún los estados que tienen más manufactura y comercio con Estados Unidos”, concluyó.